A LA VISTA ESTÁ

 Nuestros vecinos los portugueses están planteándose muy seriamente reducir en un 20% el número de sus  diputados. Su cámara tiene 230 escaños y quieren dejarlos en 180. Esa es la idea del PSD, hacer un Ere político que baje el gasto lusitano de culos pegados a un sillón de manera ostensible y de forma efectiva. A mí, personalmente, me parece muy bien, y lo veo una medida coherente, responsable y ejemplar. Siempre es mejor bajar el costo en mantenimiento de políticos que subir los impuestos a los ya muy castigados ciudadanos.

 

                Lo que ya me parecería un auténtico milagro de Fátima es que a los que estamos pegados a ellos y conformamos península se nos contagiara tan buen ejemplo. Está meridianamente claro - ¡que viva Portugal! , como diría mi amigo Isidoro – que la ralea política de allí es mucho mejor que la calaña política de aquí. A las pruebas me remito. Prueben ustedes esa misma medida en este país, y verán cómo respira (rebuzna) nuestra clase política.

                Yo no he oído, ni en un solo momento, ni he leído en ningún programa de ningún partido, bajar el gasto público de forma honrada y cabal: ellos, los primeros. Demostrando que, a la hora de ajustar el cinturón, no duelen prendas. Y es que los nuestros prefieren achuchar al obrero de catorce horas por 800, al parado, al jubilado, y a la cada vez más flaca clase media y cada día más poblada clase desgraciada (este año ha adelgazado esa clase media en dos millones de familias) antes que recortarse ellos su manchado y podrido pienso.

                Fíjense si es verdad, que ni siquiera han atendido la petición ciudadana de que, puesto que es por su culpa e irresponsabilidad la repetición de elecciones, ya que no la paguen de su exclusivo bolsillo como en justicia debiera ser, al menos que reduzcan el gasto público. Ni eso. Otros 130 millones de euros más a cargo de los ciudadanos, que son cada vez más ciudadasnos… Son unos auténticos impresentables, sin contar a los apandadores inconfesos y los trileros ya descubiertos y demostrados.

                Así que menos, muchísimo menos, van a fijarse en la muestra de honestidad lusa, ni van a mirarse en el espejo que le ponen ante sus culpables narices. Los escaños son sagraos cuando son bien pagaos, dirán… La opción B es, mantengamos el número de escaños y bajemos los sueldos ese mismo 20%. El resultado en ahorro sería el mismo, que es de lo que se trata al fín y al cabo, pues yo no creo que está en proporción lo que trincan con el volumen de curro, que de responsabilidad ya demuestran la que usan, una y otra vez…

                Si desaparecieran España y Portugal y se fundieran en una sola Iberia, como abogaba Saramago, igual ahorraríamos una pasta gansa en chollos institucionales… Pero, de momento, está claro que nuestros hispanos son más egoístas que los lusos. Y mucho más incoherentes e insolidarios también. A la vista queda.