Entradas de miguel-galindo
VENID Y VAMOS TODOS...
- Por miguel-galindo
- El 28/03/2024
(de YouTube)
“Sobre esta piedra edificaré mi iglesia”, dijo la tal Iglesia de sí misma. Porque lo que Jesús soltó a un al Simón minutos antes fue “aléjate de mí, Satanás”, tras una discusión sobre puestos de mando que lo cabreó bastante…
Y se edificó, ya lo creo que se edificó… Se edificó sobre el tráfico de reliquias, los sacramentos y dogmas, y venta de cargos, bulas, remisión de pecados e influencias; procesiones y jubileos, y todo lo que implique salsa en la que sopar.
Imágenes viene de imaginería, e imaginería viene de imaginación. La santa semana santa es más imaginación que verdad, y eso lo saben por lo sobrado por mucho que sea negado. Pero en esta farsa entramos todos: unos lo montan y otros lo portan.
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com
EL DESTINO
- Por miguel-galindo
- El 26/03/2024
(de Cuerpomente)
Álquienes cercanos me preguntaron sobre el Destino. Así pues, este artículo va especialmente dedicado a tales personas… Algo tan difuso como eso es realmente difícil de explicar. Y en realidad no es que sea difícil de entender, es solo que no solemos aceptar ciertas posibilidades, pues hemos sido educados en un concepto intelectual contrario, y rechazamos todo aquello que nos puede incumbir personalmente por nuestra propia responsabilidad. Normalmente, yo mismo me resisto a dar mi opinión por un par de razones, al menos: porque sé que resultaría baldío, un esfuerzo un tanto inútil, por un lado, y, por otro, para que no me tomen por más chalado de lo que ya me toman.
Lo cierto y verdad es que el Destino es una etiqueta consciente que nos hemos construido para archivar en el inconsciente todo aquello que no podemos, no sabemos, o no queremos explicarnos… Nos resulta muchísimo más fácil y cómodo largar a una confusa y difusa predestinación todo aquello que, para nuestro aparente bien o mal, parece sucedernos a lo largo de nuestra ida, y que le concedemos el calificativo de determinante.
Sin embargo, las leyes universales no prevén, en modo alguno, esa especie de azar que nosotros achacamos al Destino. Nada es ocioso en el Universo, nada ocurre por nada; todo obedece a una causalidad, y no a una casualidad… El mismo Cristo dijo que “nada, ni una pluma, ni un cabello de vuestra cabeza se mueve sin que el Padre lo sepa”, u otras palabras muy parecidas. Pero todo esto, que parece apuntar a que todo está predestinado, es solo para eliminar el concepto del “azar”, de lo casual… La cuestión, en todo caso, es: ¿Qué, o Quién, establece eso que llamamos Destino?..
Ahí le han dado… A nosotros nos resulta muy conveniente pensar que el destino nos viene marcado por “algo” ajeno a nuestra actuación, porque, de esa forma, eludimos nuestra propia responsabilidad en ello. No tenemos culpa alguna si el Destino nos ha marcado con tan buenas, o malas, cartas, alegamos… y soltamos lastre en ese Destino… Puede valer (de hecho, a nosotros nos vale), sin embargo dejamos en la cuneta la total y absoluta voluntariedad y libertad con que actúa el ser humano. El propio Génesis deja establecido que fuimos dotados de “Libre Albedrío” en la escena que se pinta como nuestra “creación”.
Por ende, queda meridianamente claro que, en esa especie de determinismo (o predeterminismo, si lo prefieren) también está presente la elección humana. De alguna forma y manera participamos libremente en esa mecánica determinista que nos atañe a nosotros mismos.
Lo que ignoramos, al menos a nivel consciente, claro, es el cómo, el cuándo o el dónde se produce esa participación en la elaboración de nuestro propio Destino, que son dos, por cierto: uno a nivel personal, particular, individual, privado e intransferible; y otro a nivel social, general, de toda la humanidad… Hasta aquí, todo esto que he expuesto obedece a puro razonamiento lógico, y a partir de ese punto ya todo sería especular.
Así que, si les parece, pueden hacer dos cosas: o no seguir leyendo, o seguir especulando, lo que ustedes quieran… El factor posible que hemos de introducir aquí sería la inexistencia de lo que llamamos “Muerte”, que no es otra cosa que la separación de la energía consciente de la materia inconsciente; y que cada cual sigue su camino establecido por separado: la materia sigue las leyes físicas de la termodinámica, “el polvo al polvo” como apunta la religión… una Iglesia, por cierto, que dogmatiza “la resurrección de la carne” cuando lo verdaderamente importante es la del espíritu, si bien el espíritu nec esita despertar, no resucitar (aquí se nos da un clamoroso gato por liebre)…
…Y esa energía, pensante, decidente, obrante e inteligente, en la que estamos incluidos todos y cada uno de nosotros, y que sigue su propio ciclo… digamos evolutivo, en unos estadios, niveles, fases, dimensiones, o lo que prefieran, ya despojados de la materia, en, y con, la que experimentaba. Bien, pues si todo esto lo consideran ustedes plausible, que, dicho sea de paso y porque viene a cuento, está en absoluta y total armonía con todas las leyes de la física quántica y de la relatividad científica avanzada por Einstein, no resulta tampoco descabellado pensar que es ahí donde… digamos que “se planea” la siguiente “inmersión” evolutiva en la materia: el llamado Destino.
Vale… ¿y quién dice que el factor humano como tal, en su otorgado libre albedrío, no puede participar directamente en las decisiones que afectan a su propio y personal plan evolutivo?.. Es que hasta sería un absoluto contrasentido que así no fuera. Y si así fuese, entonces ese Destino tendría su muy lógica explicación. La también ley física de Causa y Efecto haría el resto consecuencial hacia el fin relativamente pre-establecido con nuestro propio concurso.
La pregunta del millón sería: ¿y por qué no somos conscientes en nuestra vida de todo eso?.. Pues porque sería como ir a un examen con las respuestas a los temas que nos van a salir en el bolsillo; sabiendo de antemano lo que debemos aprender por nuestra propia asunción experiencial. Y si hay algo en todo este Plan que no nos está permitido – lo único en realidad – es hacernos trampas a nosotros mismos.
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com
PROCESIONISMOS
- Por miguel-galindo
- El 26/03/2024
Cientos de tronos ricamente revestidos; cientos de imágenes cuajadas de joyas y oropeles; miles de acompañantes con su dote de caros ropajes; docenas de miles de desplazamientos que generan su esperada riqueza; comercio y negocio donde hasta las aceras y las sillas se venden; la Semana Santa levanta la economía de ciudades enteras…
Templos repletos de encendida adoración a imágenes de distintos Cristos, diferentes Vírgenes y decenas de innominados santos. El dinero corre a raudales sobre las treinta monedas de Judas…
Me embarqué con J.J. Benítez en su último Caballo de Troya, busqué al divino nazareno y lo encontré enredado en su prédica galilea… Le susurré al oído lo que iba a ocurrir en su nombre, y, sacudiéndose las sandalias, despidió a su gente y salió jurando en arameo, espantado, hacia Dios sabe dónde…
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com
DE IDEAS FIJAS
- Por miguel-galindo
- El 24/03/2024
(de Freepik)
Hay una pregunta que varias veces me he hecho a mí mismo, y que aún no he sabido responderme, al menos satisfactoriamente: ¿ante una idea fija, es posible razonar?.. Estoy seguro que todos los que me leen han sufrido la experiencia, alguna vez en su vida, o muchas, de tener que luchar contra una idea fija de algún oponente dialéctico (no necesariamente opositor). Tampoco tienen por qué ser ideas de naturaleza negativa, aunque yo creo, me parece a mí, que el mero hecho de ser fija ya la apea de la naturaleza positiva… no sé, prefiero compartirlo con ustedes a modo de consulta.
Mi experiencia personal ante tal tesitura, casi siempre, por tampoco decir siempre, ha resultado infructuosa y frustrante. No he conseguido una mínima apertura mental por la que proyectar un solo razonamiento… No debemos confundir ideas propias con ideas fijas. Las primeras pueden exponerse a debate, al uso dialéctico, a la luz de la razón; de hecho, cuanto más asentada se muestra, más abierta a discusión suele estar. Pero las segundas son un muro de irracionalidad delante de las narices… Un sí porque sí. Un porque lo digo yo y punto pelota. Esa pared es impenetrable por la sencilla cuestión de que no permite el paso al pensamiento libre. Es un pensamiento esclavo y esclavizador.
De ahí mi pregunta: ¿ante eso, vale el razonar?.. ¿sirve de algo o no sirve de nada?.. Y lo dejo caer en plan debate, y que mi respuesta no siente catequesis alguna. El hecho de que mis intentos en tales casos hayan resultado inútiles no invalida la posibilidad contraria. Puede ser, simplemente, que yo sea un inepto patológico, incapaz de plantar una sola semilla de razonamiento en el intelecto que se niega a pensar una sola posibilidad distinta… Pero, desde luego, en beneficio de nuestra propia salud emocional, mi consejo sincero y leal es abandonar el intento y marcharse uno a casa.
Lo considero un esfuerzo que produce sufrimiento, y ambos dos inútiles, ya que nada consigue y de nada sirve. De nada vale el derribar una puerta si no se va a admitir nada de lo que cruce esa puerta, sino que todo va a ser rechazado por la simple voluntad de mantener una idea fija aún fuera de toda lógica… La puerta cerrada no debe ser abatida, sino respetada, pues debe ser abierta desde dentro, voluntariamente, aún con todas las dudas y prevenciones del mundo, pero si no existe invitación, sino rechazo, toda insistencia solo alimenta la violencia en sentido contrario. Ya saben aquella ley física: “a una fuerza ejercida en un sentido, se corresponde otra igual en sentido contrario”. Hasta aquí, lo visto y experimentado.
Pero ante esa carencia de “llegada” por mi parte, está mi insistencia en promover el librepensamiento; el hábito de la duda razonable; la posibilidad de todo y la negación de nada; la práctica del sabio e inteligente “a priori”; el rechazo de todo dogma… Ya sé que alguno, o alguna, me va a decir que es como poner el esparadrapo antes que la herida, pero yo prefiero verlo como el entrenamiento antes que el esfuerzo. Aquel que se prepara para poder, puede; y el que sabe querer, quiere; como el que quiere saber, sabe.
El problema de la idea fija no está en la idea, sino en la fijeza del motivo… No está en el conocimiento, sino en el “cocimiento”. Lo malsano y enfermizo de una mente cerrada es como la de un local cerrado, que si no se abren puertas y ventanas para orearlas con otros aires leídos o venidos, las ideas se vuelven obsesivas y venenosas, como suelen ser las fijas… Existe un principio de sanidad mental: la idea más debatida suele ser la que más verdad encierra, y la idea más fija, por el contrario, la que mayor falsedad conlleva. Y también existe una ley: nunca admitas una idea sin antes ponerla seriamente en duda y contrastarla con otras.
He de reconocer, o así me lo parece a mí, que los de las ideas fijas se esconden tras una pared que es un espejo, de forma que te veas reflejado en él y parezca que el de ideas fijas eres tú… Como el de ideas fijas es obsesivo, pero no tonto, te devuelve la volea en un “es que tú te crees en posesión de la verdad”, a fin de hacerte creer que la cerrazón mental está en ti y no en él/ella. No sirve de nada mostrarle dónde está la clave de bóveda, y la diferencia de la estructura mental de ambos; de cómo y de qué forma funciona cada una… simplemente ha forzado que el juego quede en tablas. Esa es la estrategia: hacer que te enfrentes a tí mismo para no tener que hacerlo él consigo mismo.
De ahí que mi reflexión en éste de hoy la base en esa incógnita que planteo en su comienzo, al principio de todo: ¿sirve el razonamiento ante el empecinamiento?.. El plantear partida desde un plano de igualdad, esto es, poner las ideas de ambos en duda para empezar, y, a partir de ahí, establecer el diálogo, ¿sirve en estos casos de algo con una cerrazón previa por delante?..
Soy consciente que el librepensador arriesga más, mucho más, que el que se encierra en sí mismo, pues deja sus defensas expuestas al del cerrojo… Yo tengo un punto débil, que lucho contra él cuánto puedo: y es que me tiro al trapo inconscientemente, y me pongo a un nivel que no me corresponde, y bajo a luchar una lucha que no es la mía. Procuro corregirlo…
Pero, mientras tanto, escribo estos artículos desde la demanda: quizá alguien que lea esto sepa darme respuestas que yo no tengo, según sus propias experiencias o creencias. Sigue siendo un debate abierto entre mentes abiertas y espíritus libres, al fin y al cabo. Yo siempre termino en retirada calculada, lo confieso, pues dicen que una a tiempo es una victoria; pero yo creo que es una derrota a dos campos que nadie gana y ambos pierden… Aunque, al final, el que está dispuesto a compartir pierda más que el que no lo desea.
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / info@escriburgo.com / www.escriburgo.com
PROCESIONES
- Por miguel-galindo
- El 22/03/2024
(de AS)
Nos inventamos a cien Cristos y a cien Vírgenes distintos; los bautizamos con cien nombres diferentes; les erigimos estatuas e imágenes; las profesamos y las procesionamos en adoración… ¡y nos decimos cristianos!.
Seguimos la tradición, que es traición, dividiéndonos en advocaciones de santos inventados y fiestas que vendemos en la feria del turismo. Y lo llamamos sacro. Nos inclinamos ante nuestros falsos tótems, pero despreciamos el verdadero conocimiento. Nos postramos a lo exterior y escupimos en lo interior. Sacralizamos el rito y el mito. No adoramos a Dios, sino a su peana.
“No haréis para vosotros ídolos, ni esculturas, ni os levantaréis estatuas, ni pondréis en vuestra tierra piedra pintada alguna para inclinaros ante ellas, porque yo soy vuestro Dios”… (Levítico 26:1)
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com
RECORDANZAS
- Por miguel-galindo
- El 21/03/2024
(de Alkonetara)
No tendría más de 8 o 9 años… Alguien llegó a aquella primera escuela, y, hablando con don José, nos señaló a unos pocos… No le dí importancia alguna, hasta que, un par de días después, el maestro me llamó a su mesa, mientras los demás abandonaban la clase: “vas a hacer la Confirmación, y has sido designado para decir unas palabras de bienvenida al Sr. Obispo, ese día, en la Iglesia”. Me facilitaría un papel con un par de frases escritas que tendría que aprender de memoria, para recitarlas ante aquel ser ominoso con un alto sombrero acabado boca de pez.
Aquello me aterrorizó, ¿y porqué yo precisamente?.. en el pueblo había varias escuelas, de niños y niñas, separados como Dios mandaba, ¿a qué venía que me señalaran a mí entre tanta crianza?.. Tras balbucear al mágister que no, que ni hablar, que yo no, que no contara conmigo, reculando, salí corriendo del aula. Esa noche no pegué ojo. Al día siguiente, nada más entrar de la calle, don José me estaba esperando, para, cogiéndome de la oreja, llevarme a un cuarto adjunto. Las recriminaciones que me hizo, ya aludiendo abiertamente a mi condición familiar con algo que yo no entendía, pero con un claro sentido amenazante, me metió a la fuerza el papel en el bolsillo: “apréndetelo de memoria”, me espetó a voz en grito.
Aquella tarde volví a negarme… temblando, pero me negué. “Pues bien, al terminar la clase, te quedarás aquí solo, castigado, hasta que digas que sí”, reteniéndome una o dos horas antes de soltarme y repetirme la amenaza. La presión duró dos o tres días más, graduando la retención forzosa a más tiempo… Tuve que dar explicación a mis padres por mis tardanzas en regresar a casa por las tardes. Les solté mi problema esperándome un duro correctivo por parte de mi progenitor por enfrentarme al maestro… Su mirada dolorida y preocupada, sus palabras apenas murmuradas, me hicieron captar que había mucho más que mi negativa, y nada bueno por cierto.
La tarde siguiente fue mi padre a recogerme, serio como nunca; habló con el maestro unos minutos, en voz baja. Los ojos de ambos eran duros, mezclados con indignación contenida los de mi padre. Luego se dio la vuelta, me agarró de la mano, y salimos de allí… Esa noche me sentó frente a él, con sus ojos brillantes por algo que pugnaba por salir de ellos, su voz tensa, rabiosa y temblorosa. Tendría que hacer lo que me pedían, aunque él tampoco quería… “tienes que hacerlo por la mamá, por tu hermano, por mí, por todos…”, fue lo único que pude entender con toda claridad.
Así que me doblegué a lo establecido… Una noche mi madre le dijo algo a mi padre in sotto voce: “no te preocupes más… el Sr. Acedo lo va a apadrinar y me ha dicho que él cuidará de todo, que estés tranquilo”… don Manuel Acedo era un suboficial sanitario de la Base Aérea que se había convertido en el ángel asistencial de las familias del pueblo. Recuerdo el acto en una nebulosa opresiva y aprensiva, con la mano de don Manuel posada permanentemente en mi hombro, que animaba, protegía y mitigaba mi penoso deber.
Deben hacer abstracción del presente y situarse en plenos años cincuenta; dictadura pura y dura de un nacionalcatolicismo cerrado y opaco formado por el Estado y la Iglesia, copicalcado de un nazionalsocialismo que fue aliado y garante del régimen franquista, en un pueblo castigado por haber permanecido fiel a la república que perdió la guerra civil… y con un padre, ex militar y piloto de guerra, regresado del exilio, pasado por cárceles y campos de castigo, y con el sambenito de “rojo” estampado a fuego en los lomos Y viviendo de la tolerancia de los ganadores… como tantísimas otras personas en un lugar bajo la égida de un Jefe Local del Movimiento.
Nunca supe si fue cuestión de puñetera mala suerte, o de puñetera mala idea, ni tampoco he querido saberlo, aún habiéndomelo preguntado en varias ocasiones… Dos o tres veces más me hicieron sentir quién era yo por ser hijo de mi padre, y lo agradecido que debiera mostrarme por permitírseme seguir respirando con los demás. No así el general de un pueblo cohesionado, solidario y unido quizá por esa misma causa común. Todo está ya, claro, sobradamente asumido, explicado, entendido y perdonado… pero no olvidado. Aquellas especies de “sépase el que ha ganado y el que ha perdido” se repetían y repartían por eso y para eso mismo: para que no olvidásemos lo que éramos.
Veo ahora la bilis que rezuma la extrema derecha de este país, que se proclaman además herederos de aquellos bárbaros, y salvaguardas de un renovado nazismo; y de tantos ignorantes e inconscientes ciudadanos que los jalean en sus planeadas manifestaciones, y me pregunto a mí mismo porqué dura tanto el odio y qué mierda hemos aprendido, si es que hemos aprendido algo de todo aquello… Y veo a esos obispos de hoy azuzando a la misma canalla de ayer, y me asalta la misma rabia, el mismo miedo, la misma impotencia, y la misma tristeza que aquél crío que lo expulsaban de Falange por querer jugar con un balón remendado, con una patada en el culo “por ser hijo de quién eres”… Y sigo viendo a hijos de Caínes
¿Por qué y para qué tanta mala sangre?.. ¿Acaso no hemos tenido bastante que queremos más de tan envenenado plato?.. No quisiera ver que se repite la misma ignominiosa historia. Al menos, esperen a que los de mi generación ya no estemos aquí. Tampoco nos queda tanto…
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / info@escriburgo.com / www.escriburgo.com
CON UN PAR...
- Por miguel-galindo
- El 19/03/2024
(de El Economista.es)
Mercadona ha aumentado un 40% de beneficios en su último año (más de mil millones de ganancias). Tiene el favor y el fervor de los/las arrastracapazas, nosotros, sus rendidos clientes.
Su presidente, ufano y pletórico, suelta que “los agricultores han de obtener sus beneficios. Somos la Huerta de Europa” (eso ya lo decía Franco, por cierto), luego sigue diciendo que “nuestro problema son algunos frescos”…
Pues… ¿porqué no les paga más a esos huertanos de Europa?.. su empresa es una de las primeras y principales distribuidoras, ¿no?.. no se entiende lo que dice con lo que hace… En cuanto a lo de “los frescos”, no sé si se refiere a los alimentos o a otros frescos…
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com
PORQUE VIENE A CUENTO
- Por miguel-galindo
- El 19/03/2024
(de TeleMadrid)
El llamado “Miércoles de Ceniza” (me enteré que era tal porque mi santa mártir me lo hizo notar), por casualidad, o causalidad inconsciente, sin saberlo “in consciencia”, hice mi habitual prospección bíblica – suelo abrirla al azar y leer qué me dice – y me encuentro, y a mí ya no me extraña nada, con el siguiente párrafo del profeta Isaías:
“¿A quién me asemejáis e igualáis, y me comparáis, para que seamos semejantes?. Sacan oro de la bolsa y pesan plata con balanzas, alquilan un platero para hacer un Dios con ello, se postran y le adoran. Se lo echan sobre los hombros, lo portan y lo colocan en su lugar; allí se está, no se mueve de su sitio. Le gritan y tampoco responde, ni libra de la tribulación” (Isaías, 46,5-7)
Es leer eso y acordarme de la inminente Semana Santa que tenemos encima, y que nos están vendiendo desde que terminó el otro santo grial del negocio de la Navidad… Y comprendo que la descripción le viene como anillo al dedo. A portar y procesionar dioses revestidos de oro, plata y vestiduras preciosas, para asemejar, igualar y comparar al Dios genuino es a lo que hemos cogido afición desde el Becerro de Oro. Naturalmente, lo que hacemos es cambiarle el nombre y las etiquetas para que aún resulten más creíbles a nuestras propias conciencias. La iconoclastia de la religión primigenia la hemos convertido en la adoración de todo lo contrario… Utilitates habemus.
Y pensando en esto, que le aplico un correpáginas con el dedo, algo que suelo hacer cuando agarro La Biblia, y miren ustedes vuecencias, que aterrizo en otro sembrado que aparece como seleccionado sin que lo hubiera mirado:
“Porque los ídolos de las naciones son plata y oro, obra de manos de hombres; tienen boca y no hablan; tienen ojos y no ven; tienen orejas y no oyen; tampoco hay aliento en sus bocas. Semejante a ellos son los que los hacen y todos los que en ellos confían”. (Sl.135:16)
Es suficiente para mí, no sé para los demás. Así que cierro el gran Libro y me pongo a pensar en ello. El paralelismo me parece demasiado asombroso, y la sincronicidad apabullante… Resulta curiosísimo que de las tres llamadas Religiones del Libro: judía, cristiana e islámica, tan solo la “cristiana” es iconódula: esto es, que venera (dulía) a las imágenes (icono). Sus dos hermanas – las tres vienen del mismo tronco: Abraham – practican, por todo lo contrario, la iconoclastia. Aún resulta más llamativo que siendo la católica (no cristiana) un remedo del judaísmo, otorgue culto a las imágenes, porque hasta el primitivo, auténtico y original cristianismo (Santiago y su Iglesia de Jerusalén) eran enemigos también del pito, la mortaja y la sonaja.
Aquí decimos honrar mucho la cosa de las tradiciones, pero hasta dónde nos interesan y que sean bolsilleras, claro… La “Traditio”, que por cierto significa “donación”, “regalo”, nos la adaptamos a nuestra cultura, o incultura, según nos rente en la bolsa y las ovejas se amontonen en el redil. Si ahora aterrizara por aquí el de los Salmos, o el mismísimo Isaías, a decirnos que la verdadera, genuina y auténtica tradición siempre es la más antigua, y que la que hemos entronizado es contraria a la fe, haríamos con ellos un Paso y los vestiríamos de Judas… Y convenientemente momificados para que no juraran en arameo.
Los antiguos patriarcas, como los primeros seguidores de Jesús, sabían muy bien que no se podía entrar en el fondo por la forma, porque acabamos por adorar lo de fuera excluyendo lo de dentro. Y porque lo sabían, lo prohibieron taxativamente… En el siglo IV el Concilio de Elvira en su Cánon 36, dice: “las imágenes no deben colocarse en las Iglesias para que no se conviertan en objeto de idolatría y falsa adoración”; de lo que se deduce que fuera de los templos ya circulaba cierto tipo de iconografía, más o menos pseudosagrada, que contaminaba la pureza y esencia de la Fe.
Fue tres o cuatro siglos después, cuando lo de la ortodoxia bizantina, que la Iglesia volvió grupas, porque advirtió un par de cosas que la beneficiaría grandemente: una, que le hechura, compraventa y monopolio de imágenes de cristos, vírgenes y santos, bendiciones y demás, sumado a la vergonzosa explotación de las santas reliquias, suponía una pasta gansa en las arcas del clero; y otra, que comprobaron lo fácil que era llevar al redil al personal tras una buena procesión, y tenerlos entretenidos y contentos en sus fervores y favores.
Así que, como cuentas viene de cuento, ni dos palabras más: iconodulía habemus, que es jauja… hasta el presente. Llevamos casi milenio y medio de religiosidad popular basada en una cada vez más pujante industria de imaginería religiosa, que fomenta enfebrecidas cofradías que rebosan fieles abducidos por la fe del carbonero, esto es, adorad a Dios por la peana, que Dios siempre será Dios, y lamer la peana siempre os dará lustre y esplendor a la lengua; que si no en el conocimiento, que no lo necesitáis para nada, sí en el cocimiento intelectual, que es lo que necesitamos nosotros…
Pues lo que se cuece en curias de postín es otro festín; y en obisperíos de troníos, ya ni le cuento… Eso es otro cantar, me dicen los de la saeta… Vale, pues será…
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com
BASURA HABEMUS
- Por miguel-galindo
- El 18/03/2024
(de Diez Minutos)
A la pareja de Díaz Ayuso se le acusa de un fraude fiscal a Hacienda de 350.000 euros; trama empresarial, pantallas intermedias, facturas falsas, en fin, ya saben ustedes…
Pues bien, doña Isabel acusa al Gobierno de atacarla personalmente a través de su partenaire, como si los arrimados a altos politicastros como ella tuvieran manos libres para robar y defraudar lo que les venga en gana…
Esta reina del politispectáculo se cree con derecho a pernada por el mero hecho de estar donde está… Y lo cierto es que son sus madrileños los que le han hecho pensar que no tiene que rendir cuentas a nadie… y lo peor es que esto es así.
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com
¿RESPONSABILIDAD?..
- Por miguel-galindo
- El 14/03/2024
(de National Geographic)
Ni los sociólogos nos entienden… Aquí resulta que el 70% de la población es consciente del cambio climático, pero solo el 5% toma conciencia de eso (yo creo que es al revés, pero lo pongo como lo escriben). Somos el país europeo que menos se manifiesta por ello. Estamos prontos a salir a la calle para salvar España pidiendo un golpe de estado, pero no nos concienciamos de lo que hemos tomado consciencia (¿?), y cuyas consecuencias son tan graves que ya nadie disimula en decirlas y hacerlas públicas… A los estudiosos de la sociología se les rompen todos los esquemas a la hora de interpretarnos.
Hace apenas un mes, el Teledenario del César, como yo lo llamo, tocaba este preciso, y aún precioso, tema… Preguntaban los informadores al menos a cuatro expertos que yo contara. Ninguno coincidió con otro. Lo cierto y verdad es que no tienen ni idea de porqué nos quejamos tan amargamente por el precio de los alimentos, y nos importa un pendejo lo que afecta ese cambio climático a su producción directa, por ejemplo; ni lo que vá a afectar al bolsillo y a la salud para mal, pero sí que criticamos los deficientes medios sanitarios, que son claros y cuantificables. Y así mismo todo. Estamos más pendientes del puente festivo donde nos vamos a volcar en quemar gasoferio y cargar la atmósfera de mierda, que de la sequía y pulmodeficiencias que eso produce… entre otras lindezas.
Yo vivo en el campo. En mi parcela tengo un limonero, un naranjo, una olivera y una higuera, entre otros árboles ornamentales… Pues fíjense: ninguno funciona como Dios o las estaciones mandan, o han mandado hasta ahora al menos. El limonero me dá unos limones de pena cuando le da la gana; el naranjo no funciona en sus cosechas normales; la olivera va como malpuede; la higuera estuvo tirando hoja y echando higos chungos a la vez… Y es un muestreo básico y esencial, pero aplicable y extrapolable al general de la producción, y lo que eso supone para la economía de las personas y para las cosas y los casos de toda la sociedad.
…¿Desde cuándo no nos ha caído una gota?, ¿somos conscientes de lo que eso supone a todos los niveles?.. Pues no es algo circunstancial, sino que está tomando carta de naturaleza y ya estamos señalados como zona en franca desertificación, y sin marcha atrás que es peor… ¿Acaso modificamos nuestras costumbres?.. En absoluto, ni siquiera nos tomamos la molestia de ser mínimamente consecuentes… ¿Somos conscientes de la instalación de laaargos y tórridos veranos y a la casi desaparición de los inviernos?.. ¿exigimos a nuestros políticos que tomen medidas drásticas a tal respecto?..
Pues, no, todo lo contrario, les exigimos que nos faciliten nuestro hedonismo de vida y consumo, y de fiestas institucionales seguidas unas de otras en un terraceo constante, por muy negativamente que tal comportamiento nos afecte cada vez a más corto plazo… Y ellos, que están para eso precisamente, y para calentar culo en puesto bien remunerado, nos lo conceden todo porque así es más fácil engañarnos (en realidad nos engañamos nosotros solos) con las mentiras que queremos oír y creer. Esta es la sociedad que nos hemos construído entre todos… al menos en este país al que ya están pintando el cartel de Españáfrica.
Podrán acusarme de agonías, vale, claro que sí. Pero nadie ni ninguno podrá decir que falto a la verdad. Otra cosa es que adoremos a los embusteros. Y esto que digo es tan cierto que hasta los más terraplanistas se esconde debajo de la alfombra, esa que nos sirve para esconder la porquería… Y sin embargo actuamos como si esa realidad no existiera, como si fuera un incómodo fantasma en un país, un mundo, de fantasmas… Y ya no hablo de catástrofes humanas mucho más graves y que hemos hecho casi que inevitables. Antonio Guterres, el propio Secretario General de las Naciones Unidas, no tiene ya empacho en decirlo, ni se molesta en ocultarlo.
Y como estoy poniendo las cartas boca arriba, y no es mi propósito mostrarme amable ni templagáitas, tan solo decir lo que pienso y siento, afirmo que soy muy consciente de que compartiré, por mi edad, muy poco de ese inmediato futuro. Apenas los preliminares. Y que lo peor de esa factura la van a pagar unas generaciones muy poco preparadas para ello, puesto que los hemos formado para todo lo contrario, como ellos mismos a sus propios hijos; y que harían bien en empezar a concienciarse y concienciarlos para afrontar un cambio radical en sus costumbres, modos y expectativas de vida; y a cultivar una nueva escala de valores, si no en salvar lo que aún se pueda.
Otra cosa es que, visto lo que aún veo, mantenga la tímida esperanza de que se pueda conseguir. Tengo mis muchas dudas… Observo, leo, oigo al personal, jóven y mayor sin distinción, y no vislumbro ni un atisbo de un mínimo cambio: si acaso, lo expuesto por los estupefactos sociólogos en el primer párrafo: todos somos conscientes pero ninguno tomamos conciencia. Es más, tales expertos que dicen ser, no saben / no contestan, pero defienden a su señor (su nómina), y así lo confiesan… Y las Conferencias sobre el Clima son gigantescos montajes y groseras burlas solo para hacer negocios con un verde ya ceniza; y el resto de personal nos hemos dado a ser carnaza de selfie… ¿P´a cuándo el próximo Festival, tío?.. ¿p´a cuándo el próximo viaje del Inserso, tía?..
Pueden criticarme y sacarme la piel cuándo quiera y cuánto quieran… Vá a resultar que me vá a dar lo mismo. Seguiré tocando esta trompeta pseudo-apocalíptica mientras esto me parezca un suicidadero, una huída hacia adelante y yo el primero. No tenemos un flautista en Hammelin, o quizá sí, pero nos debiera dar igual, porque nosotros somos las ratas, con perdón, claro…
Miguel Galindo Sánchez / info@escriburgo.com / www.escriburgo.com
LO QUE NOS HEMOS DADO
- Por miguel-galindo
- El 13/03/2024
(de OkDiario)
Resulta que un sistema de alertas de la UE nos lanzó un aviso a España sobre fresas marroquíes que estábamos consumiendo, regadas con aguas fecales, y que estaban produciendo hepatitis A.
Nosotros, pagando los alimentos a precio de oro en las cadenas y supermercados, y los distribuidores metiéndonos productos en pésimas condiciones de producción, por mucho que cumplan la tan cacareada “cadena de frio”, que vaya usted a saber…
Mientras no rompamos este sistema globalizado, volvamos a la economía circular, y consumamos productos de proximidad, nos harán comer porquería mientras lo que a nuestro agricultor pagan mal lo envían a sabe Dios dónde. Caro costo para una basura.
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com
ACLARANDO CONCEPTOS
- Por miguel-galindo
- El 12/03/2024
(de Encuentra.com)
Me escribe un laaargo epistolarium una muy digna dama, faltaría más, en el que me pregunta, “si a bien lo tengo responder”, me dice textual, en qué razonamientos me baso para asegurar que “el Génesis es como tú lo dices y no como lo dice La Biblia, y que Dios no es Jehová, y que el hombre fue una implantación genética”… y unas cuantas cosillas más que aquí ahorro al lector para no enrevesar ni alargar una descripción que ya habla por sí sola, y de la que, por cierto, quiero hacer constar que tiene todos mis respetos.
Y los tiene, porque se me plantea con igual respeto, naturalmente… Mis comentarios, querida amiga, se basan estrictamente en el propio texto bíblico, faltaría más. Nada me invento que no este escrito en esa misma Biblia de referencia. Lo único que hago – o mejor: que me permito hacer – es interpretarlo según las más recientes investigaciones en Historia, Lingüística y otras ciencias asociadas, aparte, o además, de lo que los exégetas han ido aclarando, u oscureciendo, según las distintas épocas e intereses de las diferentes religiones.
A lo largo de esos escritos a los que alude mi comunicante, he dicho siempre que el término hebreo Elohim es plural, esto es: dioses. Según el tal y mismo Génesis bíblico, fuimos creados por dioses que dicen que dijeron: “Hagamos al hombre a nuestra imagen y a nuestra semejanza”. No pone a “mi”, o “su” imagen, sino a “nuestra”, también plural…Y más adelante aclara que se crearon “hombre y mujer”, o sea, blanco y en botella… Macho y hembra a semejanza de ellos, dice lo que dice y no otra cosa. Se deduce que si a los Elohim se les otorga categoría de Dios, es que fueron “enviados” por Él con el “fiat”, o encargo, o misión, de ponernos en marcha dentro de la Creación, o lo que yo llamo, con permiso, engancharnos a la Evolución.
Vale… Es cuando interpreto (por supuesto, no soy yo solo) que Jehová es uno de tales Elohim. Posiblemente el jefe de la partida, su director de obra, su líder destacado, o lo que sea; y es porque el mismo Jehová – o Yahvé, que es igual – lo da a entender de manera muy clara en esas mismas Escrituras: “He aquí que yo soy Jehová, dios de toda carne. ¿Habrá algo que sea difícil para mí?” (Jeremías, 32.27). La especificación de “dios de toda carne” creo que es realmente explícita en que era el responsable de los creados en la carne durante su primera andadura… Y por su comportamiento, no siempre ejemplar precisamente, más bien todo lo contrario, se presupone que él era un ser en plena evolución, pero no el mismísimo Dios original en persona.
A mayor abundamiento de esa hipótesis, es que en los escritos dejados a lo largo y ancho del Antiguo Testamento (Salmos, Deuteronomio, Isaías, Jeremías, etc.) siempre y en todo momento hace gala y singularidad de su propia persona: “Jehová, tu dios…”, “Yo soy Jehová, vuestro dios…”; o “Por tanto, así ha dicho Jehová de los ejércitos y dios de Israel” (Jeremías. 44,11), y en muchos, muchísimos más sitios donde deja bien a las claras que él es una especie de comandante en jefe para el “pueblo escogido” de Israel. Por cierto, “isra” significa viaje, y El es el nombre de Dios.
Así que ustedes mismos… Esto es: un servidor de los frailes no se está inventando nada que no esté así mismo escrito en las páginas de esa misma Biblia… Tan solo me limito a interpretarlo y a colegirlo a la luz del conocimiento, el sentido común y la lógica. Por supuesto, tampoco me empeño en que otros u otras no se empecinen en la literalidad lapidaria de las Escrituras que ellos llaman sagradas. Allá cada cual o cada cuáles. Entiendo que, al ser considerado un libro sagrado, las religiones y sus iglesias adapten y adopten lo que ahí pone a sus particulares y peculiares intereses, pero eso no me coarta ni obliga a que yo no pueda sacar mis propias conclusiones según mi legítima libertad de conciencia.
Creo que fue Erich Von Däniken el que lanzó la idea – aún no refutada, por cierto – de que nosotros, como seres humanos “estamos hechos del polvo de las estrellas”; que somos entes cósmicos, importados de fuera, traídos e implantados aquí, del exterior… Decir que tal afirmación está en consonancia con el relato bíblico del Génesis no supone ningún disparate… Jehová y sus Elohim, visto lo visto, también vinieron de “arriba”, al igual que todos los considerados dioses por todas las civilizaciones “bajaron” a trabajar en, o con, nosotros, y ayudarnos en nuestra evolución.
No es mi propósito contradecir las creencias firmemente asentadas, ni las de la estimada dama que me escribe, ni de nadie… Simplemente deseo establecer el principio de que pueden coexistir, en paz y en diálogo, interpretaciones fuera de dogma. Y todas muy respetables, por cierto. Precisamente, la libertad de pensamiento también es un don divino que se nos implantó, y que está recogido en La Biblia como Libre Albedrío. Y es la capacidad para discernir, pensar y elegir por uno mismo… como Dios manda, precisamente.
“Ahora bien, el Señor es el Espíritu, y donde está el Espíritu hay libertad” (Romanos, 6:22)… Por ende, no contradigo nada sagrado si alego que allí donde se coarta la libertad se está coartando también el Espíritu… Vamos, digo yo, porque eso mismo dice.
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / info@escriburgo.com / www.escriburgo.com
NO SOMOS FIABLES
- Por miguel-galindo
- El 12/03/2024
(de El Correo)
El potaje final de la Amnistía va a eliminar las referencias al Código Penal español y remitir a las normas europeas sobre terrorismo (EP.7/3)
Va a ser casi que mejor, pues aquí ponemos el motete de terrorista tanto a un vecino cuyo perro nos estropea las macetas, como dispensamos de él al que trafica con la muerte, solo por ser afín a nuestra ideología.
Somos así. Cainitas hasta la médula. Igual vemos la paja en el ojo ajeno y no sentimos la viga en el propio, que salimos a la calle a pedir un golpe de estado. No somos de fiar.
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com
EL HARTAZGO
- Por miguel-galindo
- El 10/03/2024
Tal y como lo siento, así mismo lo escribo, y me trae el pairo que se me tome a mal o bien… Pero no me gusta el mundo en el que vivo; no me gusta la sociedad en la que me desenvuelvo (con muy mínimas excepciones, claro); y, desde luego, no me siento representado por los políticos que he o no he votado… Los oigo dirigirse a la gente en sus declaraciones públicas, y encuentro tanta demagogia obsesa, espesa y casposa en sus declaraciones, que me asombra que la ciudadanía no se dé cuenta de la desvergonzada tomadura de pelo de la que somos objeto.
A estos últimos, a nuestros políticos digo, se les nota con cierta claridad que tienen tres discursos: uno interno, entre los del mismo cubículo (partido) político, que ocultan al personal; otro seminterno entre rivales de distinta madriguera, que igual esconden a los pulgones votadores – que no voladores – del resto de la colmena; y un tercero dirigido al exterior, tras los micrófonos y los periódicos convertidos en panfletos, en el que solo sueltan burdas manipulaciones, medias verdades, tergiversaciones de los casos y las cosas, a modo de pienso-basura para sus consumidores y seguidores, con el fin único de polarizarnos a su favor… Se han convertido en demagogos profesionales, y hacen de la mentira y el embuste su medio de vida y de trepa.
Es lo que veo, es lo que siento, y perdónenme por decirlo; o no me perdonen si no quieren, me da igual… ¿Y en qué queda la ideología?, aún me preguntarán algunos; ¿y es que tú no tuviste una?, me increparán otros. Y yo les contesto con una tercera pregunta: ¿acaso la ideología no se ha convertido en algo hueco, vacío, que se usa para fines espúrios?.. Yo lo noto con una claridad espantosa, como un sucedáneo que se nos vende y que compramos como el ignorante se cree su propia incultura. Las ideologías hoy son banderas de enganche para ciegos… o para trileros y aprovechados. Las siglas son ideogramas caducos, pins sin valor alguno, embustes cocinados y empanados.
Ya me sé lo que bastantes, y bastantas, me van a echar en cara: tú es que te crees más listo que nadie, te ves superior a los demás, te sientes por encima del resto de los mortales… Están en su derecho de soltármelo, faltaría más. Y puede, estoy seguro, que resulta hasta un tanto lógico. Al fin y al cabo estoy escupiendo lo que llevo en las tripas, sin privarme de nada ni ocultar mi asco, mucho menos de disimularlo; y por lo tanto merezco la tal respuesta. Y la admito. Y la respeto… Pero es que a estas alturas de este cochino cotarro ya me da lo mismo. Y no es desprecio, se lo aseguro, es simplemente puro y duro hartazgo, lo crean o no lo crean.
Con esta dolorosa – y dolorida – sinceridad echada por delante, lo primero que estalla en mis morros (porque son los míos los que expongo, claro) es una acusación lapidaria, casi escandalosa, como un ultimátum: macho, tú has dejado de creer en la Democracia, confiésalo y asume tu pecado de soberbia… Bueno, pues miren, aquí lo dejo escrito: si es este tipo de democracia, que se ha convertido en cueva de salteadores, sí, dejo de creer en ella. Pienso, y ustedes me disculpen si quieren, o si no, no me disculpen, por atreverme a pensar, que cuando algo de valor lo vacían de contenido, se pudre y deja de tener valor.
Entonces… me acusarán: prefieres la dictadura, un mundo huxleyano, el absolutismo… Pues miren, no, tampoco. Mi propuesta en realidad es tan simple que duele solo pensarlo, y hasta lógica, y bastante consecuente por cierto. Se trata de enterrar con honores, y agradeciéndole los servicios prestados (aunque me pregunto a quiénes se los ha prestado, si a la ciudadanía o a los políticos y élites económicas) a la Democracia Representativa, a la que pertenecemos y se ha exprimido hasta los hígados, por la que nos usan y nos abusan; y dar la bienvenida a la Democracia Participativa, en la que podremos defendernos por nosotros mismos de tanto trilero y mangante suelto, y gobernarnos, o desgobernarnos a nosotros mismos por nosotros mismos.
Ya he dicho antes que un servidor, personalmente, no se siente representado por estos okupas ideológicos. Por lo tanto, para mí, la representatividad que ofrecen me es falsa… Te dan a elegir a personajes previamente elegidos por ellos, por su propia curia; quitan o ponen valor cuantitativo a tu voto, según unas leyes (D´Hont por ejemplo) más o menos interesadas en según qué sitios o lugares; no consultan nada con sus votantes una vez sentado culo en trono (lo de “las Bases” es un burdo insulto); y puedo seguir poniendo ejemplos concretos de usurpación de esa tal representatividad… Y, encima, son unos demagogos del bandolerismo.
Sin embargo, la participación ciudadana directa; el control de aquellos a los que se vota y pagamos nómina (véase, por ejemplo, la Democracia Directa que se practica en Suiza), aún no siendo un sistema perfecto, sí que es un sistema justo, y más, mucho más, libre y responsable; y no las ruedas de molino con que aquí nos hacen comulgar. Nuestra Democracia está intervenida, secuestrada, es una pseudodemocracia que ni siquiera llega a semidemocracia…
¿Saben ustedes lo que en realidad tenemos?.. una PARTITOCRACIA. Y las partitocracias pueden etiquetarse a sí mismas de lo que quieran y les dé la real gana, pero siempre serán lo que en realidad son: partitocracias puras y duras. Absolutamente. Y no me gustan, ni las quiero, así que aquí y ahora me declaro politiclasta hasta decir basta… Por supuesto, son ustedes libres de reírse o de insultarme, es algo de lo que ya me he vacunado.
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / info@escriburgo.com / www.escriburgo.com
AUTOPROCESIONES
- Por miguel-galindo
- El 08/03/2024
(de Freepik)
Nuestro culto al cuerpo; nuestro hedonismo de selfie, de pose y de apariencia; la adoración que expresamos a nuestro aspecto físico es similar y paralelo al que demostramos a nuestras engalanadas y enriquecidas imágenes de cristos, vírgenes y santos.
Es la misma cosa idolatría que egolatría. Adoramos lo externo y huimos de lo interno; sacamos a la calle a nuestros tótems, los cargamos a hombros, y los trasladamos en rituales de adoración tribal y casi carnavalesca. Y a través de esa imaginería adoramos nuestra propia imagen, nuestro propio cuerpo hecho postura y escultura…
La imitación se hace repetición; la repetición se hace tradición; y a la tradición se le llama procesión. Eso es todo lo que hay, o sea, nada…
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com
EL CIRCO Y EL CÍRCULO
- Por miguel-galindo
- El 07/03/2024
Pierre Lamaitre es un escritor galo, que comenzó su andadura pasada la cincuentena, y que es un entusiasta de la edad. Tiene cuatro años menos que yo, por cierto… Pero reivindica como pocas personas he visto la riqueza, tranquilidad y experiencia que otorga la solera de la vejez. Cuando la enorme mayoría de “insersívoros” se esfuerzan por ejercer de falsa juventud, disimular lo que son, y hacer el más patético ridículo, eso sí, jaleados y aplaudidos por un alrededor que ensalza lo que no tiene valor alguno, este autor, por el contrario, opone con fuerza y valentía el sabor y el saber de los años en las personas y la dignidad humana que eso supone, en vez de esconderse cobardemente en ello.
Yo me alineo con él absolutamente, pero ya le digo al autor de “La Cólera y el Silencio”, que tenemos la partida perdida de antemano. La sociedad actual, de la mano de la política actual, y de los regidores actuales, solo quieren esa sabiduría experiencial para arrinconarla en asilos y morideros; para aparcarla y apartarla en extraños “Hogares” jubilatorios y hacerla pasto del Inserso. Nunca, jamás, se verán en lugares de asesoría y consejo, que es donde puede rendir su experiencia… Se diría que, al sentirnos liberados por la edad, a nuestra opinión se le teme más que a Pepito Grillo. Y es posible que en eso lleven razón. Nuestra responsabilidad mira ya más al futuro que al presente, al revés que los politicastros, que están más en “su” presente que en el futuro de la gente.
Sea como fuera, este hombre suelta a quién quiera escucharlo, con una tranquilidad pasmosa, que “el cambio climático que hemos desatado acabará con nosotros”… Acto seguido, pocas líneas más adelante, confiesa ufanándose de ello: “mi única y gran ventaja es que soy viejo”. Leyéndolo, uno se va dando cuenta que aquella conocida y manida frase evangélica de “la verdad os hará libres”, encaja como calcetín usado a la dignidad del ser humano cuando cambiamos una sola y única palabra a tal máxima: en vez de “verdad” pongamos “vejez”, ya que es cierto incluso para todos aquellos que compren las mentiras que nos venden: la vejez os hará libres.
Los viejos estamos más cerca de la verdad que los jóvenes, y eso se siente cuando dejamos de engañarnos y mentirnos a nosotros mismos con las gilipolleces que nos montamos para dejar de ser lo que somos. No podemos huir de nosotros mismos por mucho empeño que pongamos. Nos traicionamos y traicionamos la evolución, aparte la ridiculez de volver a ser lo que ya fuimos sin el menor fuste… Nuestra dignidad está en nuestras vivencias, experiencias y sapiencias; no en la extravagancia de volver a hacernos lo que ya dejamos de ser. Perdónenme mis colegas, pero es lo que Lamaitre y yo pensamos.
Nosotros, todos los que vinimos y los que vinieron después, hemos hecho del círculo un circo… Naturalmente que ambos dos son redondos, circulares, que de ahí le viene el nombre al circo. Eso ya lo sabemos. Pero se puede hacer un Circo de payasos de un Círculo Instructivo, por ejemplo, de los que tanto abundaron, y no es de mi interés tomar al pié de la letra lo que abarca un mayor contenido que su extricto literal, por favor… No nos hagamos a nosotros mismos más tontos de lo que ya nos hemos convertido… El que quiera entenderme sé que lo hará, otra cosa es que nos veamos retratados y no nos guste contemplarnos.
El también autor de “Nos vemos allí arriba” expone un razonamiento inexpugnable cuando asegura que la capitalización de la experiencia acumulada no sirve para nada si no se aprovecha desde la siguiente generación… Pues dicho queda, maestro, pero nadie la está aprovechando, que yo sepa. Se ha montado un circo en el que se nos ha sacado de su círculo. Estamos en una pista fuera de pista, por si no se había dado cuenta, don Pierre. Y me va a permitir el atrevimiento de que un vulgar escribidor le diga a un señor escritor, que sí que sirve… Le sirve a usted, a mí, y a otros como nosotros, pues hemos de sumar tal experiencia de vida a la de nuestra existencia, que no es lo mismo la una que la otra.
Los más jóvenes, o menos jóvenes, que lean el final de la anterior parrafada, seguro que me soltarán, y no les culpo por ello: Ya estamos, ¿y qué puñeta significa eso?, ¿por qué hablar en clave de incógnitas?.. En esto mismo está lo que quería explicar: yo lo sé, muchos lo sabemos, nosotros lo sabemos, y si vosotros no lo sabéis es porque no queréis saberlo.. ¡Preguntadnos!.. Hablo con mis nietos, y la Historia más reciente que hemos vivido, he incluso las anteriores que hemos aprendido, y que nos han hecho ser lo que somos, hoy no la enseñan en las escuelas, ni en los institutos, ni en las universidades… Reconozco y admito que la Cultura que hoy se imparte es mucho mayor y más completa – o lo que se entienda por completa - que la que yo recibí en posguerra. Cierto. Pero también es una Cultura mucho, muchísimo, más ignorante.
Y no me pregunten si no es una contradicción senil esa. No, no lo es, y si no saben el porqué de la respuesta, es la mejor demostración de lo que estoy diciendo… Aunque tal demostración tampoco sirva de mucho, dado el barbecho en el que se siembra. Y de ahí mismo la tal cosecha.- Estamos cerrando el círculo, o quizá, de hecho ya se haya cerrado, no lo sé a ciencia cierta. Lo que sí sé, pues es lo que veo, es que se ha abierto el circo, y no me gusta lo que hay en la pista. Son gentes que no han aprendido nada de nada y tienen que repetir lo que se han negado a asumir… La Historia es tan justa como terca: se pega a las personas hasta que éstas se conviertan en humanas.
Miguel Galindo Sánchez / info@escriburgo.com / www.escriburgo.com
NO SE LO MERECE
- Por miguel-galindo
- El 05/03/2024
(de Onda Cero)
El otro día registró Vox su Ley de “Protección” del Mar Menor. Completísima: reducción de multas a fuentes contaminantes; ampliación de regadíos; reducción de trabas a nuevas construcciones; posibilidad de ampliación de puertos deportivos…
Extraña manera de proteger la laguna. El Consejero correspondiente suelta que “frente a la protección del Mar Menor, ni un paso atrás” (LO-28/2).
Los antiguos manifestantes y pancartistas deben estar muy contentos y satisfechos cuando guardan un sepulcral silencio a tan “protectoras” medidas para con nuestro medio natural… Posiblemente yo esté muy equivocado y sea esto lo que necesitemos: darle la puntilla definitivamente y que deje de sufrir el pobre… La verdad es que no merece esta agonía.
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com
LAS COSAS COMO ESTÁN
- Por miguel-galindo
- El 05/03/2024
(de El País)
Encabeza una página del periódico El País (28/2): “Bruselas impulsa la industria del armamento comunitario con compras conjuntas”. Otra: “los arsenales estatales serán compatibles con el resto de los países”. Y otra: “no se puede excluir una escalada a nivel regional y global”. Y otra más: “se crearán almacenes de emergencia para garantizar el suministro”… Bien, si esto no es prepararse para la guerra, díganme ustedes lo que es, porque yo ya no sé lo que leo. Por si me quedara alguna duda razonable, termino con “en la nueva estrategia, el Banco Europeo de Inversiones financiará material letal”.
En román paladino está diciendo que las inversiones europeas de la banca (a esa misma a la que se le ha aupado a nuestra Nadia Calviño para la cosa del “desarrollo” (¿?), se van a destinar a armas de guerra… Mientras tanto, y al mismo tiempo, naturalmente, el canciller Scholtz se niega a entregar misiles Taurus a Kiev para, dice, “no aumentar la escalada”; y los aliados descartan enviar tropas a Ucrania, como había sugerido Macron – pero el caso es que ha sido sugerido para que Putin se dé por enterado – y ahí queda la cosa… Si esto no son declaraciones aparentemente contradictorias hechas con un fin muy determinado, pues eso mismo, que ahora vienen y me explican ustedes qu´est que c´est cé, o lo que sea.
En el mismo medio de comunicación me entero, páginas después (no me he tenido que ir muy lejos) que “Ucrania revela que España le ha suministrado misiles antitanque guiados para destruir al enemigo”… Resulta – se ve que por un involuntario olvido, claro está – que “Defensa no había hecho público hasta ahora la entrega de este armamento a Kiev”. Pues cojonudo oigan, que un despiste lo tiene cualquiera… A todo esto, la Otan, que “es una mandá”, a la que se han incorporado dos nuevos miembros, Suecia y Finlandia, calla…
Y así están las cosas en casa. No seré yo quien sume dos más dos, que ustedes ya aprendieron en el colegio y supongo se acordarán; ni voy a hacerles un análisis de lo que también doy por hecho que cada cual sabrá analizar por su parte… Tampoco voy a discutir aquí la idoneidad o no de la estrategia de gruñir y enseñar los dientes a un cabrón desorejado como este sangriento zar que tenemos por vecino, faltaría más. Pero sí señalar que a la ciudadanía europea nos están preparando un cómic de aquellos de Boixcar, ¿s´acuerdan?, el de Hazañas Bélicas, donde estaban “los buenos” y estaban “los malos”, y que nosotros, claro, somos de los buenos… Aquí es que Rusia ha intentado meterse en el patio de nuestra casa, no que nosotros hayamos intentado meterle la Otan a ellos hasta la puerta de la suya. Naturalmente que no. Aquí eso no pasa en cada casa.
Pero no voy a liarme en los andurriales de la geopolítica porque puedo salir escaldado, y bastante escaldado salgo ya de otros temas en los que sí me meto… Pero me voy a permitir reiterar antes de seguir con esto, que, al día siguiente de las citas a las que aludo al principio de éste, en el mismo diario, se ocupan de poner en su primera página que “Úrsula Von Der Layen advierte de que una guerra no es imposible”…
Poco a poco, lentamente, se nos va dejando caer la posibilidad de una conflagración bélica a escala continental, por decirlo de una manera suave, y además, no sé si lo habrán pensado, en el mismo año en que tenemos unas elecciones europeas “encima y mi zagala encueros”, como suele decir el dicho…Y tal como está el cotarro de extremosidades populistas y pocolistas a uno y otro lado del arco europarlamentario, la verdad es que no sé por dónde va a escapar la marrana, y digo lo de es-capar porque nos va a salir mal capada.
Sin embargo, fíjense bien fijados los que me leen, lo que ese detalle quiere decir en puridad: si estalla o no la guerra, en apariencia está en manos de los europolíticos, ¿no?. Y a esos políticos hemos de elegirlos nosotros antes de que se acabe el calendario, ergo si explota la cosa, será porque nosotros somos responsables subsidiarios de ello. La lectura lógica es clara, y no admite muchas dudas. Es la democracia, queridos míos, y así se entiende que funciona.
Y he aquí la reflexión de hoy, servida en bandeja de plata con su patata… caliente: no podemos responsabilizar a un pueblo ruso que está secuestrado por un tirano déspota que mata a sus opositores, ende, en teoría, solo la ciudadanía europea tiene en sus manos el giro o ratificación por arte de urna en su libertad de voto… Vale, de acuerdo, ¿se nos ha consultado a los ciudadanos si queremos el hacha de guerra o la pipa de la paz?.. No. ¿Pero qué opinamos en realidad?.. Casi estoy por decírselo: en teoría tenemos todas las ganas y más de machacar al maldito sátrapa ruso. Pero, ¿y en la práctica?.. Óiga usted, señor vecino, ¿quiere que nos liemos una guerra y nos la fumemos a medias?..
En la II Mundial, al pueblo alemán no le preguntaron, porque el pueblo alemán había votado a Hitler en mayoría, y tenía un loco responsable de la irresponsabilidad, aunque, como Hanna Ahrendt dejó escrito en su “Banalidad del Mal”, la responsabilidad moral de ese mal era de reparto general… Aquí puede pasar lo mismo. O no. Es el riesgo de las democracias representativas, que no participativas: que para no pasar por burros que coceen a nuestros enemigos, elegimos a otros burros, aunque, al final, las coces nos las llevamos nosotros. Siempre es así.
Putin también fue elegido democráticamente en su día por su propio pueblo, si a eso vamos… Deberíamos pensar en todo esto un poquico.
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com
SOLO ASÍ SE ENTIENDE
- Por miguel-galindo
- El 04/03/2024
(de Las Provincias)
El tal Koldo pasó de ser portero de discoteca a ser la mano derecha de la mano derecha del Presidente del Gobierno, y ahí fue donde se aprovechó para enriquecerse con el sucio negocio de las mascarillas en época de muerte.
Naturalmente, la segunda mano derecha, Ábalos, dice que mientras no se demuestre que él también metió mano en el siniestro enjuague no tiene porqué pagar pato alguno… Lo que se calla es que, culpable o no, sí que es responsable de hacer a un mafioso su mano derecha.
Lo que apesta es que el propio PP, que tanto pide cabezas, se oponga a abrir una investigación integral sobre los negocios mascarilleros en aquellos tristes años… Y es porque entonces soparon todos. Solo así se entiende.
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com
EL EFECTO EGO
- Por miguel-galindo
- El 01/03/2024
(de BVG)
Empecemos el de hoy con una pensada… Y, por favor, a ser posible, que sea sincera (reléalo para sí mismo las veces que considere necesario): no es lo mismo encarar nuestra vida diaria pensando qué le debemos al mundo, que lo contrario: qué nos debe el mundo a nosotros… La verdad, reconozcámoslo, solemos ser muy benignos con el primer supuesto, y muy exigentes con el segundo. Y si cambiamos el concepto “mundo” por el de “personas”, entonces la cosa se agudiza aún más.
Eso se debe al Efecto Ego, con el que todos cargamos en mayor o menor grado. Y digo cargamos (yo también me incluyo, por supuesto) porque es una verdadera y auténtica carga la que soportamos… Si nos paramos a recapacitar un poquico, veríamos que si encarásemos nuestro cada día con el convencimiento de que nada debemos a nadie, y de que nadie nos debe nada, nuestra existencia nos sería mucho más liviana. Sin embargo, nos amargamos más o menos continuamente cada vez que algo, o alguien, no responde según nuestras expectativas. Y no es el daño que podemos hacer a nadie, sino el daño que nos procuramos a nosotros mismos…
…Mejor dicho: el daño que recibe y nos traspasa nuestro propio y personal Ego… Y no va éste de moralina alguna, no me malinterpreten, please, que ya he dicho que en esto habremos de meternos todos y que se salve el que pueda. En realidad estamos hablando, si me lo permiten los que me leen, de ese falso orgullo herido que nos asalta como una rémora a cada momento, o de vez en cuando, que cada cual se analice a sí mismo y por sí mismo.
Hacemos algo (esto es tan solo que un ejemplo ilustrativo) con alguien, o por alguien, o algo, y casi automáticamente, nuestro Ego nos lo apunta en nuestro Haber, y en el Debe de la contrapartida, osea, la partida contraria; el reconocimiento o respuesta positiva por parte de la otra parte, válgasenos la redundancia, que creemos merecer por ese acto o ese algo… Y nos cargamos con una deuda imaginaria que se nos tiene que corresponder o satisfacer. Es lo que yo llamo la Contabilidad Egóica – o egótica – que nos aplicamos cada ser humano según vivimos nuestra relación con los demás… o con lo demás.
No deja de ser una carga, gratuitamente ingrata, la que nos echamos encima de la joroba del alma, de la manera más torpe y absurda… Y nos levantamos cada día de la cama con la lista de deudores que nos deben esa explicación, contestación o satisfacción a nuestras fundadas, o infundadas, demandas. Nos ponemos en situación, nuestra situación, claro, no la ajena, y nos sentimos ofendidos y/o agraviados por lo que solo son falsas expectativas. Y todo porque no contextualizamos el concepto de EGO.
Dicho todo esto, lo que lamentaría mucho es que pudieran pensar que me estoy erigiendo en dar lecciones a nadie, de lo que soy, al fin y al cabo, un alumno más entre todos… Lo que pasa es que quiero compartir mi propio esfuerzo personal por combatir lo que yo mismo he padecido – y padezco – pero que intento limitar al mínimo posible. Y que me esfuerzo por eliminar, lo consiga mejor o peor, que eso habrán de opinar los demás que me conocen o me tratan.
El método que suelo utilizar, por si les sirve de algo, es aplicarme, cada vez que existe un sucedido de esos, lo de quién soy yo y quién es mi ego. Intento separar y diversificar, y distanciar en lo posible, a mi ego de mí mismo, aunque solo sea en mi imaginación, serenamente… Y entonces lanzar la estratégica pregunta de: ¿esto a quién le sirve, o a quién le puede dar satisfacción, a tí, o a mí?.. Si somos honestos con nosotros mismos, veremos que lo que al uno alimenta, al otro lo esclaviza.
Al menos he conseguido conocer, si no aislar, al virus. E identificarlo. Y eso siempre ayuda. Y he empezado a darme cuenta que, cada vez que lo consigo, recupero un espacio de libertad y de paz que había perdido tontamente; pues cuando uno siente de verdad que no debe nada a nadie ni nadie le debe nada a uno, es una persona libre, que no tiene que dar ni pedir explicaciones de nada a nadie… Yo creo que el que dijo aquello de “con el pecado llevas la penitencia” se refería a esta cosa de este caso.
La cuestión es que don Ego es mucho don Ego. Y en cada ser humano de este mundo se manifiesta de una determinada forma y manera, según la indiosincrasia personal de cada cual, pero siempre, siempre, con un solo y único objetivo: no perder el carácter ego-ísta de la naturaleza de su existencia… Cierto es que no hay nada en la creación que no esté por un objetivo concreto. El Ego fué y es necesario en la formación de la persona, en su principio, como escudo protector y arma defensiva. La tendencia es que ese Ego suele pasar de protector a dominador; y la persona es quién tiene que dominar a su Ego antes que su Ego lo domine a él. Como herramienta que es, no debe estar por encima de las manos que la manejan.
A estas alturas de mi vida, y de las muchas de muchos, nuestra obligación evolutiva ya reside en conocer a nuestro Ego como si lo hubiéramos parido… De hecho, nos han parido juntos y a la vez, como a hermanos gemelares. Pero una cosa es agradecerle los servicios prestados, y otra hipotecarle nuestras emociones y nuestra paz interior. Yo ya casi sé distinguir (y no lo tomen como presunción, que no lo es) cuando está hablando alguien, si lo está haciendo él o es su ego el que habla. Tan solo es cuestión de análisis y de práctica… Incluso con uno mismo.
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com