A PEDRO SAURA, DE NUEVO.

Escribí la crónica cuando mi paisano y amigo, Pedro Saura, ascendió al peldaño de la Secretaría de Estado de Transportes, hace ya… ¿tres años?.. ¿más?.. Y la escribo también ahora, cuando la deja. Ya se sabe que cada remodelación de Gobierno trae sus mudanzas, y que cada ministril arrima el agua a su carril con gente de su cuchitril. Yo no sé si es lo correcto o lo molesto, pero lo hacen todos, siempre, sean del partido o ideología que sean: quitan a los de su precedente y ponen a los suyos… Pedro es del equipo de Ábalos; a Ábalos le han mandado al motorista; en su lugar se ha puesto a Isabel Pardo; ergo doña Isabel coloca a los de su escabel… y no hay gato al que se le toque su cascabel. Ahora, bien se puede remedar a Pedro con don Juan: “yo, que a los palacios subí y a los paradores bajé…”

Yo no me voy a poner ahora a valorar la labor de Perico, dado que no es de mucho fiar este pico… esquina. Aquí, le largas un piropo, o un capón, a alguien, y te dan palicos o navajazos en la espalda, según la nómina ideológica, que no según el mérito, o demérito, del que habla del que se habla. Y, eso sí, a ti te hacen un traje con la etiqueta contraria siempre a la que se supone, a pesar de que no me gusta vestir de etiqueta. Nunca falla… Pero, por lo que he leído y seguido, parece ser que el hombre ha intentado cumplir con su región, procurando compromisos e inversiones y contemplando viejas reclamaciones… De hecho, Ábalos había comentado en más de una ocasión que “su Secretario de Estado barría pá casa”… y los de la Croem, que no son nada sospechosos de veleidades izquierdistas, reconocen que “no nos ha gustado el relevo, pues no es una buena noticia”. Ítem más, su presidente, Albarracín, dice de él que “ha sido un tío luchador y defensor de su región”… Hasta las moscas cajoneras de los del soterramiento reconocen que “Saura ha cumplido con nuestra reivindicación”.

Como verán, procuro exponer aquí las opiniones de los “no-suyos”, porque, dado el caso, las valoro más que las de “los suyos”, que me las puedo saber y suponer de memoria, sobre todo las políticas, con su carácter político e interés político incorporados. No me interesan, me las conozco. Como tampoco me interesan las de sus contrarios, que siguen tocando su trompeta a tecla fija. Dice su portavoza: “demuestra que la Región no cuenta para Pedro Sánchez, que la da por perdida y nos deja a la cola del país”… ¡Anda la osa, mariposa!, estando en el tajo lo critican porque lo hace mal, y cuando lo quitan, se critica que lo han quitado por joder a la región… de locos. Por eso digo que, tanto de los unos como de los otros, sé lo que van a decir antes de que abran la boca. Es como una sinfonía de una sola nota, siempre la misma según de dónde sople. Pura y dura demagogia.

Así que, aunque me gustaría prescindir de la política a la hora de valorar su actuación al frente de tan importante destino de gobierno, sé que no puedo hacerlo del todo, puesto que el propio Saura ha decidido practicar tan insano deporte… Por lo que no puedo evitar pensar, y expresar, que su sustituta, la tal Isabel Pardo, es catalana y afiliada al PSC, y que el cambio por ella encaja perfectamente en la estrategia de guiños y concesiones a Catalunya dentro de la actual política de acercamientos y requerimientos… A él le han reservado presidir y dirigir los Paradores del Estado, que mira, Pedro, tampoco está nada mal, joer…

En aquella ocasión a la que aludo al principio de esta cronicuela, a ver si cuela, te recomendé precisamente eso mismo: que no te olvidaras de tu región, de tu pueblo, de su gente y de tu gente… Hoy te pido exactamente lo mismo (a lo mejor hay por aquí algo suelto aprovechable a tu nuevo destino, no sé…), y puedes hacer un bien al lugar y a tus paisanos, puesto que ahora cumples en otros paraderos y paradores… haz también una paradica por aquí, no sea que, a lo mejor…

Y no… miren, no. No me importa reivindicar mis sitios, mis amistades, mis paisajes y paisanajes, y mis querencias más prójimas y próximas, al margen de ideologismos que siempre son los mismos. Allá cada cual con los suyos. Si es con todos mis respetos, o sin respetos algunos, será porque los merecen las personas, no las siglas. Los méritos que cada cual gane o pierda en sus partidos no tienen porqué concordar con los que gane o pierda en mi consideración personal, y eso han de ganárselo ellos, no regalárselo yo… Exactamente igual que a la viceversa, claro. No sé si Vds. me comprenden, o si habré sabido explicarme, o no…

Un servidor tiene amigos de muy antes, que son tanto de uno como de otro cornijal. Me importa un soberano carajo el cornijal. No los valoro por el color de su carnet, ni tampoco por el puesto que le otorga el susodicho carnet. No tengo en cuenta su ideología, pero sí su bonhomía. Su valía como ser humano, como persona. Y como tal me relaciono y me dirijo a ellos… A veces, observo que esas pocas individualidades – porque pocas son – respetan más mi libertad de pensamiento y expresión que los que dicen ser “de los míos”. Es ésta una guerra que tengo planteada en mis múltiples batallas. Ustedes, los que me leen y me siguen, lo saben. Pero es que, en estos tiempos miserables y mezquinos, nos debatimos en una polarización dañina, destructiva y absolutamente nociva. La sociedad está enferma de partidismo y división… lo que pasa es que a mí me vacunaron hace muchos, muchos años ya. Y me parece a mí que estoy más que inmunizado. Y digo yo que por algo será…

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com