A VER SI ME EXPLICO
- Por miguel-galindo
- El 05/02/2021
De los pocos, escasos, que han contactado conmigo para comentarme algún aspecto de mi libro COSMOGÉNESIS, me hacen notar que, de alguna forma, aparento alimentar la idea de que, fuera del Big Bang – la conocida teoría de Stephen Hawking – nada existió, sumados a los algunos más que me lo han hecho saber por mis pocos artículos sobre el tema, deduzco que, o no me han interpretado bien, o yo no he sabido explicarme, o todos nos dejamos llevar por una forma de pensar ya establecida, que nos empuja con una inevitable inercia… Aun siendo por esta última causa, yo debería haberlo previsto y tratado de explicar. En consecuencia, la responsabilidad es mía, y habré de aclarar las cosas a fin de disipar cualquier posible duda o confusión. Así que…
…Intentémoslo. Lo que aquí se plantea es: vale, de acuerdo, ya sabemos lo que hubo tras la gran explosión inicial, y cuándo y cómo se produjo (ya que no el por qué), pero, ¿antes de eso, qué..?. Antes de eso, no sabe-no contesta, amigos míos. Ni se sabe, ni (aún) se puede demostrar nada. La lógica apunta que nada puede nacer de nada, ni por causa de nada, aunque aparentemente nazca de la nada, pero, por eso mismo, tampoco se puede describir lo que (también aún) permanece oculto. Yo me limité a exponer – porque es lo demostrable – cuanto sucedió tras el Big Bang, comparándolo con lo que sabemos de antíguas fuentes escrituriales, se consideren éstas sagradas o no… Adviertan ustedes que incluso nuestra Santa Biblia narra la Creación desde ese mismo punto crítico del boom primigenio, así que no hay por qué achacar a Hawking – ni por supuesto a este pobre relator – lo que la Sagrada Escritura tampoco aborda, ¿no creen?.. Tan solo habla de un caos, un abismo, un “nosabemosqué”.
Sea como fuere, el caso es que el Big Bang fue (copiando a Sheldrake) como un orgasmo cuya explosión puso en marcha el momento generativo. O como la apertura de ese – de escrituras aún más antíguas – “huevo cósmico”. El cosmos es un organismo en continuo crecimiento desde entonces, que forma estructura en su interior conforme se desarrolla, y donde todo lo creado está relacionado entre sí… Todo procede de una fuente común; todas las galaxias, nebulosas, universos, estrellas, planetas; todos los átomos, moléculas, bacterias, microbios, cristales; todos los animales, plantas, minerales; toda la gente, nosotros incluidos, venimos de un mismo punto y estamos relacionados con todos los organismos vivientes y existentes en el presente, en el pasado, y aún en el posible futuro… Todo eso. Nada más, y nada menos. Y esto, todas las culturas, todas, en sus leyendas, sus mitos y/o sus libros sagrados, lo cuentan desde cuando mismo lo cuenta, y cómo lo cuenta, el Big Bang. Si bien, claro, que con ligeras variaciones interpretativas por la época y los pueblos para los que fueron escritas.
Mi imaginación y mi capacidad también se ven desafiadas cuando intento representarme, o explicarme, los momentos anteriores a ese “nacimiento cósmico”. Porque la descripción de “vacío” es absolutamente falsa. No existe tal “vacío” según la física quántica, ya que todo está trufado de pura energía en movimiento. Así que cada cual le ponga etiqueta y nombre, pero no seré yo quien les diga eso es esto, o eso es aquello, miren ustedes… No. Eso depende de lo que a cada quién le siente bien creer…
Existen físicos, como Weinberg, que bautiza ese vacío, muy sutilmente creo yo, como “vacío preñado”. Una manera de dar a entender que el cosmos ha sido parido, ha sido dado a luz… y no solo al “hágase la luz”, si no abierto a la luz del conocimiento, para ser más gráficos y precisos. No obstante, sigue habiendo un “antes” del principio del que salió todo cuanto existe, un “antes” del momento inicial, al que la científica Martha Heynemann se refiere como “el punto o umbral cero entre lo atemporal y el tiempo, lo inespacial y el espacio”… Así que, según esta definición, es algo así como el lugar y momento donde se inventó el espacio y el tiempo.
Yo no puedo decirles mucho más… Mi reflexión personal, si la quieren, es que ese “antes de” es donde existen, en potencia, todas las posibilidades posibles… Creo que se lo estoy poniendo muy fácil. Lo demás, consúltenlo con su gurú…
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / El Mirador / www.escriburgo.com / viernes 10,30 h. http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php