ADIÓS EMPRESAS, ADIÓS...

Ha sido publicado en los periódicos: “de la región de Murcia han salido cien empresas en el primer trimestre del año”. Somos la tercera comunidad española con mayor fuga de compañías. Por debajo de Cataluña por causa de su situación fanatindependentista pero sin ser Cataluña tampoco, claro… Casi todas se han largado a la vecina comunidad valenciana. Y la verdad es que esto debería de hacer reflexionar muy seriamente a los que han salido de las urnas autonómicas y locales recientemente…

            Porque, que ahuequen el ala un centenar de empresas en tres meses de una región pequeña como es la murciana, resulta muy preocupante. Mucho. Y ha de haber razones que las empuje a irse de aquí. Tienen que existir motivos concretos que las obliguen a levantar el vuelo. Algo pasa aquí, que no solo no vienen empresas, si no que se marchan…

            Antes, en una época en que un servidor tenía plaza en un mirador privilegiado como era la COEC, podría tener una información confiable a tal respecto. Pero hoy, ya no. Ahora toco de oído, y mi flauta no tiene más agujeros que los que me vienen de cerca, de lo próximo y doméstico. Así que, por favor, tomen mi opinión aquí expresada como lo que realmente es: algo personal que no tiene más autoridad que la posible capacidad de análisis que un día manejé con elementos a mano, y datos que ya no poseo. No es pues fiable, aunque sí confiable

            Y lo que veo, por ejemplo, es que, incluso a nivel de calle, resulta extremadamente difícil que un padre done a su hijo una propiedad para seguir con el negocio familiar, por lo gravoso, difícil y problemático… Pues – se me dirá – hemos eliminado el Impuesto de Sucesiones… Sí, pero no. Porque, a la vuelta de un año, le pegan el oneroso latigazo en la Declaración de la Renta por lo que usted no ha cobrado, si no donado. Un auténtico abuso, por no decir latrocinio. Aquí se canta lo que interesa y se calla lo que no interesa. Pero las cosas aún están así…

            Otro caso que veo, y comparo con antes, y me consta de primera mano, es la incapacidad, o parálisis, o quizá sea ineptitud, no lo sé… de ediles, edilatos y edilarios, en traer, o atraer y facilitar, la instalación de empresas y/o servicios en sus municipios o zonas de influencia (y esto también vale para gobiernos autonómicos). Aquí, el miedo, la falsa prudencia o la sensación de inseguridad, forman un cóctel inútil e inoperativo, que no ayuda en absoluto, más bien todo lo contrario. El funcionariado pone más pegas que soluciones, y alega que no va a arriesgar más allá de su escasa y concreta obligación para que no le caigan las del pulpo, y el político se limita a escudarse en el funcionario que lo frena, para cubrirse sus haberes…digo sus espaldas…Porque, eso sí, ambos cobran su nómina por hacer justo lo que deben, pero no lo necesario para cambiar la tendencia a la decadencia.

            No sé si este par de ejemplos, cercanos y livianos, ilustrarán el que esta región sea una espantaempresas. Haber más ejemplos, como las bruixas, háylos, tal que los desproporcionados Ibis, y més a més, como dicen els catalans… Pero me limito a hablar de lo que conozco en proximidad. Ni acuso ni señalo, solo expongo lo que hay, o sea, lo que NO hay… Y cuando no hay condiciones favorables, las empresas, como los pájaros, buscan otros árboles donde les faciliten hacer sus nidos…Siempre ha pasado así. Y siempre pasará…

El próx. Viernes, 21/06, a las 10,30 h., en radio T.Pacheco, FM 87.7 (queda colgado en YouTube): MI PADRE ESTUVO ALLÍ… Dicho sea de paso...

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