AGRICULTURA Y/O CONSTRUCULTURA
- Por miguel-galindo
- El 19/01/2018
Se ha anunciado, a la vez de las medidas drásticas contra la agricultura, que, a orillas del Mar Menor, por Los Urrutias, se va a construir un hotel de 150 habitaciones, y, a su vez, se activará un proyecto de résort con cientos de viviendas junto al mar, de chalets adosados de dos plantas, con jardín, etc., etc… Se trata de una parcela edificable de 40.000 m2 (solo el hotel) que contará, claro, con piscinas, pistas de tenis y distintos complejos náuticos de playa. En otro tanto de espacio se construirá la urbanización. La empresa está vinculada a un hólding de muy destacadas empresas surgidas de nuestro profundo “pozo” regional… Pues muy bien. Cojonudo…
Yo me pregunto, y lo hago con todos los respetos del mundo, y pidiendo perdón por anticipado, si el Mar Menor, que tan malico está, puede aguantar un pelotazo de éstos, porque, según los expertos, ahora se bate y debate en un más que delicado “equilibrio crítico”, o sea, una mula se mea en la rambla del Albujón y jode tal equilibrio… los promotores de esta monstruosidad van y dicen, y avisan y jalean en el anuncio de su proyecto, que éste será “respetuoso con el medio ambiente”?.. ¿Pero es que la construcción urbanística masiva a cargo de la naturaleza, repito, “en equilibrio crítico”, puede ser respetuosa con el medio ambiente?..
…Y, en el estado del Mar Menor, ni siquiera es sostenible, que es la coletilla que siempre se alega en estos casos, mucho menos, entonces, respetuoso. Ni de coña marinera, y nunca mejor dicho. Salvo que, claro, que un bancal de habas sea una tragedia y un atentado, pero un résort turístico con miles de personas a su cargo - en este caso a su costa - no lo sea en absoluto. Que esa es otra. Se está demonizando por sistema la agricultura intensiva, pero se está disculpando, también por sistema, la construcción intensiva. No es ni medianamente razonable. Y habría que aplicar la lógica y el sentido común. Si el impacto de los riegos y vertidos agrícolas son malos, el impacto de lo otro no es menos malo. Es más… los bancales pueden dejarse en barbecho, llegado el caso. Además, pueden hacerse las infraestructuras previstas, y repetidamente incumplidas, de protección y salvaguarda, pero los résorts y urbanizaciones a pie de litoral, es infinitamente peor. Aquí, los vertidos y actuaciones son ininterrumpidamente continuos…
Pero es que luego hay otra incógnita que cuesta mucho trabajo despejar, mucho menos tragársela. Y es la del agua. Si hemos de creer las advertencias de la propia administración, en nuestra región escasea el agua, tanto para regar como para beber… Y no se vislumbra la solución, ni a corto, ni a mediano plazo… Sin embargo, ¿para estos proyectos de nuevos asentamientos masivos y estables, sí está garantizado el suministro de esa agua que tanto escasea?.. Aquí apesta algo, y no es el agua precisamente…
Soy consciente que esta región vive de la exportación agrícola y de la importación turística. Nadie debe, ni puede, negarlo. Pero soy igual de consciente que no tenemos agua para todo. Y que no huele bien que se solicite por un lado restar hectáreas de producción y se autoricen por otro añadir hectáreas de construcción y consumo humano… Y lo digo por ambas limitaciones: Por un Mar Menor que se nos está muriendo y por un agua de la que estamos careciendo. Y también lo digo por respeto al medio ambiente, y por respeto a las personas que aún mantienen la capacidad de pensar por sí mismas. Aunque cada vez, por desgracia para nosotros, sean menos…