AL AMIGO CATALÁN...

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Hay una antigua jota que canta: “La Vírgen del Pilar diceeee / que no quiere ser francesaaaa / que quiere ser capitanaaaa / de la tropa aragonesaaaa”, y lo decía en una época en que español era tan sinónimo de aragonés como de pamplonés o andaluz. Algún jotero patriotero puso en boca de la Vírgen una afirmación que la fé popular no solo no discutió como si verdad fuera, faltaría más, si no que la hizo suya tan solo con pensar que La que se subió al poyete pudo decir tal cosa…

                Por eso, se me escurre más que se me ocurre, que podríamos divulgar otra jotica con aires de sardana, con algo así como: “La Vírgen de Montserrat diceeee / que no quiere ser payesaaaa / que quiere ser catalanaaaa / a la vez que coruñesaaaa”. Yo, por mi parte, puedo prometer y prometo que se lo oí cantar de propia boca a la Moreneta un día que se me apareció allá, en la gran puñeta…

                Si con eso despertamos la fibra de los verdaderos y auténticos catalanes de pata negra, igual se les aparece la Vírgen de verdad, y ven la luz, y le dan por saco a la oscuridad… Porque lo cierto es que están en manos de una panda de fanáticos, compinchados en lo más profundo con un siniestro enano ladrón, con más delitos que hijos, y que están convirtiendo la limpia historia catalana en un estercolero de la peor mierda. Porque esa es otra. Como creen que los catalanes se han vuelto ignorantes e incultos, se dedican a manipular y falsear su propia historia, burdamente, en un intento de hacer a todos los ciudadanos cómplices ciegos de sus propias mentiras y embustes. Porque el respeto que Cataluña tenía en España, en Europa y en muchos lugares del mundo, ha caído en picado, y si San Jorge no lo remedia…

                Esa panda de zelotes y malhechores, que se auparon al poder a costa de unas leyes que hoy deslegitiman por su propio, egoísta y abyecto interés, ahora se dedican a destruir el buen nombre de lo que siempre fue el pueblo catalán. Y dicen que lo hacen en su honor. Pero no hay honor alguno en jurar en falso, sino más bien todo lo contrario. Y ese deshonor solo hay una manera de que los traidores se libre de él, y es contagiándolo, contaminando y repartiéndolo. Extendiendo la suciedad entre todos, entre cuantos más mejor, parece que se toca a menos…

                De ahí su estrategia, tan iluminada como desesperada, de arrastrar a todo un pueblo en la misma porquería, de meter a toda la ciudadanía en el mismo cubo de basura. De ahí que, habiendo sacado una minoría de votos, hagan trampa con la mayoría de escaños, cuando dijeron lo contrario en su día. Pero son embusteros y nada de fiar. Es su calaña. Y no, no hay ningún honor en las mentiras… Ni en su fundamentalismo enfermizo, tampoco. La amalgama de partidos dispares y disparatados, opuestos entre sí, que se disputan Cataluña con el cuento de la independencia, no son más que hienas que se despedazarán entre ellas mismas después del banquete. Persiguen un gobierno de alimañas carroñeras, sin nada en común, pero aliadas de fortuna en el reparto de los despojos.

                Creo que Cataluña no merece eso, pues pienso que los catalanes no son así. Aunque sus políticos se afanen en suplantarlos… Ellos verán, porque de solo ellos depende.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ * www.escriburgo.com