ASÍ NO SON LAS COSAS

Me preguntaba yo en un artículo de estos hace días, si Puigdemont, aparte de macarra también es tontarra, por el hecho de salir a descubierto de su Waterloo a hacer el pardillo sin su inmunidad parlamentaria europea… Es absurdo arriesgarse por acompañar a un grupo folklórico catalán a bailarse unas sardanas en Córcega, al más puro estilo franquista con sus coros y danzas… Pero no, el expresident autoexiliado puede ser más fascista que Franco, que lo es, pero no es tonto. Los tontos son los que le tocan la pandereta, pero no él…

Yo creo que ha medido los tiempos muy bien, y está saliendo precisamente para que lo arresten (no me extrañaría que hayan avisado a los carabinieri los de su entorno), y montarse su acostumbrada sesión de circo. Las razones son varias: Primero, porque ya nadie hablaba ni se acordaba de él; estaba perdiendo presencia en los medios, e incluso - su partido bajó un montón en las últimas elecciones – en la jaula de grillos que forman “los indepes”… Y eso es aún peor, pues puede peligrarle el chollo waterluano costeado por sus sonajas. Así que tenía que montarse el numerito de héroe y mártir con que renovar su ya oxidado rol…

Por otro lado, era el momento oportuno. O ahora, o nunca… Nada más echada a andar la Mesa de Diálogo, puesta en marcha por Sánchez y Aragonés, no solo roba una parte, si bien efímera, de protagonismo, sino que también entorpece las negociaciones y el desenlace de cualquier acuerdo, que es, en definitiva, lo que él quiere… Mucho más, cuando Pere Aragonés ha dado un golpe de autoridad y pragmatismo excluyendo de la Mesa a parte de los fantasmas, por muy socios suyos que sean… Así que sus movimientos ahora van encaminados a torpedear cualquier resultado, sea bueno o malo para el catalanismo, el caso es que le sirva a él… Ahora vendrá un largo, penoso y cansino proceso legislativo que a este napoleoncillo lo va a mantener en candelero, y le va a ser útil, al menos, para un par de cosas: para dificultar las negociaciones de su socio manteniendo el enjambre del separatismo zumbándole bajo el culo, y para que el gobierno de España mantenga la incómoda postura de arrear y frenar a la vez lo del proceso de extradición…

Porque, reconozcámoslo, a España le ha venido en el momento más inoportuno (para eso se ha movido él, claro): con un Junts acérrimo del secesionismo amagados por las circunstancias, y un PP dispuesto a liarla parda ante cualquier muestra de falsa “debilidad” por parte del gobierno, y muy dispuesto a joder al país si con ello fortalece al chucho de Vox y a sus bandarras… Y en unos momentos en que ERC parece haber recuperado un poquico el pragmatismo, la cordura, y algo de realismo.

Esto puede dar al traste con todo… Y por eso creo yo, y disculpen mi opinión personal si no les gusta, que no me extrañaría que el mismo juez Llaneras, o la Fiscalía, o la Abogacía del Estado, o al que corresponda que esté de guardia, envíe señales a Bruselas de que “tómense el tiempo que necesiten”, o “que no hay prisa, óigan”, o “tranqui, tíos, que por correr puén tropezar”, con el fin de ralentizar en lo posible el cascabel de la serpiente… Ya he oído yo por ahí, o leído, o ambas cosas, una especie de equilibrismo con pértiga de que “la euro-órden está en activo, pero suspendida”, que ya me dirán usías qué significa eso: si es que sí, o si es que no…

Y yo lo entiendo, oigan, de verdad… Cataluña y España se están jugando mucho en estos momentos: la convivencia en un tratado conjunto, no separados, si las gilipolleces del pasado más reciente se dejan a un lado, que son las que han llevado a esta calamitosa y vergonzosa situación… Ese, y no otro, es el envite. El problema es que nuestro país es capaz de rizar el rizo y hacer verdaderas virguerías llegado el caso, como ya lo hizo en la Transición (a pesar de la cansina burricie de cierta izquierda actual), como igual es capaz de verdaderas cagadas de asno entre nosotros mismos.

Y todo es por obra y gracia de nuestro espíritu cainita. La culpa, en realidad, en el fondo de los fondos, no es de los políticos, que sí, que también, si no de los que los seguimos y aplaudimos… Actualmente vivimos una excitación y polarización extrema. Si existen líderes y referentes de partidos que la practican, es tan solo porque nosotros respondemos como rendidos borregos ciegos (cada cual “de los suyos”). Si así no fuera, esos agitadores políticos que solo van a llenar su bolsa a nuestra costa, no tendrían nada que hacer… Pero así (no) son, ni se hacen, las cosas…

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ

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