AVISO A LOS CATALANES
- Por miguel-galindo
- El 07/09/2017
El Banco de Inglaterra ya advertido que el Bréxit va a empezar a afectar seriamente la economía británica. Empresas y familias se lo piensan dos veces antes de invertir en el Reino Unido. La City londinense, con más de 250 bancos internacionales y miles de empleos, intenta mover ficha porque muchas entidades ya están buscando una nueva sede en el continente, antes de que se produzca el desenganche total. Lloids, la emblemática aseguradora mundial, ya busca domicilio en Bruselas, por ejemplo. La aerolínea británica Easy Jet, ha solicitado certificado de operadora en Austria…
El embajador british en España trabaja a destajo para tratar de conservar los derechos de las empresas y ciudadanos ingleses que, a partir del apagón, se van a quedar con el culo al aire en una Europa que, para ellos, va a ser el extranjero en toda su dureza y crudeza. Gran Bretaña va a pasar de ser el primo de Zumosol en 28 países europeos a ser el niño de los recados en busca de un plato de sopa. Se ha equivocado, y ellos lo saben…
El paralelismo con Catalunya es más que evidente, lo quieran o no reconocer los nefastos políticos catalanes. El desconectarse de algo mayor es perder lo que se obtiene por ello, y el ganarse las habichuelas solitos salen muy caras. Y eso, a las empresas, los bancos, las financieras, les aterra. Y preparan las maletas para largarse de lugares que solo piensan en suicidarse, aunque proclamen lo contrario. Huyen de las oligarquías ombligueras como de la peste. El primer aviso ya lo tienen de las agencias de calificación internacionales: su bono de garantía ya está clasificado como bono-basura. Eso, de entrada…
Y es que, en puridad, una desconexión económica y/o política, en Europa es lo mismo. Bréxit o Cataléxit es igual. Gran Bretaña es un gran país que se va a quedar fuera de su medio, Europa. Y Catalunya sería un nuevo pequeño país que se quedaría fuera de España y de Europa. Si en el caso británico, una nación consolidada, les va a suponer unos costos y consecuencias de las que ya están asustados, en el caso catalán les supondría una catástrofe económica inimaginable, y la nueva república nacería irreversiblemente pobre de solemnidad.
Lo de mantener la ciudadanía española es lo único e involuntariamente inteligente en su proyecto de independencia, pues, al menos, sus ciudadanos podrían emigrar a su segundo – o primer – país, en su calidad de doble ciudadanía, cuando sufrieran el desastre en sus propias carnes. Es lo mismo que están haciendo en Gran Bretaña como último recurso, que empresarios y familias comienzan a buscar alternativas para operar sin problemas en la Unión Europea cuando se ejecute una salida a la que ya le ven el engaño soez que le colaron los que se la vendieron y hoy están agazapados contando sus treinta monedas de plata por la venta.
Y es que los intereses de los trileros no son los intereses de los ciudadanos. Ni el país al que dicen servir, tampoco. Los del Bréxit ya están servidos, los unos y los otros… Y los del Cataléxit se están afilando las uñas para clavarlas en los devengos y despojos de su trabajo sucio. Pero si los catalanes no ven claro lo que es tan diáfano, si no se enteran de lo que está pasando, merecen lo que se están labrando ellos solicos… Con su pantumaca se lo coman.