BLÁ, BLÁ, BLÁ...

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El primer discurso que le he oído a nuestro flamante presidente, Fernando López Miras, al que ya han bautizado como FER, que nada dice ni representa – a lo mejor por eso mismo – y que yo iba a llamarlo FLOM, que recoge algo más que su solo nombre… me ha parecido, no flojo, si no superflojo, flojísimo. Un discurso de contenido cero, un discurso nulo, que no dice nada, que repite hitos pasados de otros y oculta la realidad presente de la región, un discurso demasiado obvio, neutro, vacío, con la ya pasada y ajada demagogia de siempre...

                Primero, se notó demasiado que le había sido escrito por otro u otros para ser leído por él. Cuando uno lee su propio escrito, se capta, y cuando uno lee un escrito ajeno, también. Mucho más cuando no ha dado tiempo a interiorizarlo y hacerlo como de uno. Segundo, apestaba a seguidismo servil. No había nada suyo, ninguna aportación personal, nada nuevo, ningún detalle de cosecha propia que haga propio un discurso ajeno. Todo muy gris y demasiado plano por su ambigüedad. Y tercero, me dio la sensación que a PAS le había desaparecido la calvicie y le había crecido la barba. Para mí fue la triste figura de un hombre joven revestido de un mensaje viejo.

                Es como esos corresponsales de los telediarios, que te hablan del tráfico en la M-taintantos en el puente de cualquier Purísima, o del (mal o buen) tiempo que hace en Matalascañas, y que amuerman tanto. En el caso del político solo aplauden los suyos porque notan que ha terminado de hablar pero no necesitan saber lo que ha dicho. Pero el partido es el partido, claro… prietas las filas, firme el ademán.

                Salvo sorpresas, a mí me dá la sensación que su gestión al frente del ejecutivo va a ser eso mismo: un blá-blá-blá de consumo interno a fin de también consumir el tiempo que le queda a la legislatura en el mejor sopor posible, y a fin de salvaguardar y calentar el sillón para los suyos. Luego, después, ya se verá… Y conste que me gustaría equivocarme, pero esas son las vibraciones que me llegan. El mensaje primero de alguien que empieza te da la posible medida del nuevo, y la medida que capto es demasiado rancia y manida.

                Llevamos tres presidentes seguidos herederos de un original tras la puerta giratoria de Europa con la manija de mando aún en la mano. Uno de ellos se le subió a las barbas, no quiso callar y repetir, y tragárselas cuadradas, y le salió limpión y respondón, y con principios, encima. Así que utilizó el dedo de quitapón, a la vez que puso e impuso al que ahora ha puesto e impuesto al suyo. Una correa de transmisión, que ya veremos a la hora del próximo urnaje si es sancionada con los votos ciudadanos.

                Pero sí es cierto, y así parece ser, que va a funcionar la estrategia de la órden y el santo y seña, vía de oreja a oreja, desde Bruselas a Murcia pasando por Trapería con destino a San Esteban, PASo a PASo, como diría aquel. Pues no me parece a mí… ¿Se acuerdan los de mi edad de aquellos discos de 45 rpm cuya casa grabadora era, invariablemente, La Voz de su Amo?.. Posesomesmo. Que en el discurso del que hablaba al principio le sonó al menda como un microsurco pasado, como a disco viejo, a la voz de su amo.