BOCAZAS Y BOCAZOS
- Por miguel-galindo
- El 26/02/2018
Esta Irene del Montero de Podemos lo tiene claro. Quiere tener un chupe en el parlamento europeo, como es natural y como todos y todas, y entonces, ¡clik!, se le ha encendido la mente… Ya está, hago lo que aquella ministra Aído de la Igualdad, y me queda reservado el puesto por méritos. Así que si aquella famosa lumbreras soltó lo de “miembros y miembras”, y fue suficiente, pues yo ahora largo lo de “portavoces y portavozas”, y a ver si me cae un chollete igual o parecido.
Y dicho y hecho, ha iluminado el panorama político y todos los mentideros de la corte con su brillante aportación de “portavozas”. Genial. Hay veces en que, llevados y llevadas por el uso y la costumbre, se caen de la boca y del supuesto cerebro auténticas burradas sin querer ni pensarlo, y, entonces, en lugar de corregir sobre la marcha, se hace como que uno o una sabe lo que ha dicho, y arriesga su (dudoso) prestigio por sus, digamos ideales, y asume tal asnada como genialidad propia, personal e instransferible. Enseguida, todos y todas aquellos y aquellas que participan en tal rol paritario – de paridas, más que paridades – salen en avalancha adoptando y repitiendo la misma estupidez. Porque es más fácil eso, y cómodo, y políticamente correcto… perdón, rentable, que echarle antes una pensada. Y pueden herniarse pensando.
Porque si usaran la maquinica de pensar, o más simplemente, si sus maestros o maestras les hubieran enseñado algo de gramática, deberían saber al menos un par de cosas elementales que se ve que ignoran: una, que la palabra portavoz significa el, o la, que porta la voz, quién lleva la voz, por lo que lo correcto es el portavoz o la portavoz. Y dos, que voz, precisamente es femenino, y voza solo es gilipollino, o gilipollina, no sé si me explico, Perico…
Naturalmente, yo sé que a estas personas que adoptan y adaptan una moda tan descabellada como patética solo les importa conseguir una determinada política igualitaria de sexos (confunden burdamente sexo con género), aunque sea destrozando la calidad y riqueza lingüistica del idioma. Creen en el absurdo de que van a conseguir cambiar una realidad inventando palabras o palabros inexistentes. Dios creó con la palabra, dicen las Escrituras, nosotros tan solo nos entendemos, o al menos lo intentamos, y no sé si llegarán a entenderlo ellos y ellas. Pero eso solo demuestra una incultura galopante. Se están cargando la semántica (el origen de las palabras) y les dá lo mismo. La ignorancia al poder, joder…
No resulta nada extraño entonces que corran por esas redes de Dios y del Diablo unos whatsapps que dicen así: Si dices “portavozas” y dices “miembras”, entonces tampoco eres un “cargo público”, si no que eres una “carga pública”… Sabiduría popular pura y dura de la que deberían aprender un poquico.
Y esta muestra de ingenio, tan breve como directa, atina en la diana como el más certero de los dardos. Y es que los personajes que usan sus cargos públicos para difundir tales sandeces son una verdadera carga a cargo de una ciudadanía que no los merece. Aunque los haya votado. Si se les mantiene después de estas actuaciones, con dinero o dinera, público o pública, entonces sí será responsabilidad de los ciudadanos o ciudadanas que sigan dilapidándolo con sus desgraciadas y desgraciados ocurrencias y ocurrencios cuando tienen un micrófono o micrófona al alcance de sus bocazas o bocazos… Pues por eso mismo lo digo, claro… O clara.