CANALLAS y CANALLADAS
- Por miguel-galindo
- El 22/11/2018
En los años de leche y miel, corría una contraseña por todos los bancos, y era la de revertir los ladrillos en oro. Un pobre de pedir se ponía a la puerta de una Caja y salía escopeteado el director de la sucursal a ofrecerle un préstamo hipotecario para comprarse un castillo en el Loira. La estrategia era que un ladrillo encima de otro costara (no que valiera) como cien lingotes de oro, y que se lo vendieran como tal, adelantándole ellos el dinero. Pero, ojo, eso sí, tenían que ser ladrillos y cemento, no otra cosa…
En aquella jauja, me tocó renovar el equipamiento de reprografía y servicios de mi negocio, y allí estaba yo, en la antesala de monsieur le directeur, en la caja de ahorros con que empezó mi padre y la mía de toda mi p…. (rellene los puntos suspensivos con lo que le apetezca) vida, portando un voluminoso legajo bajo el brazo repleto de documentos: que si un Estudio de Viabilidad, que si una copia de la Renta del último ejercicio, que si el certificado de estar a bien y en paz con Hacienda, que si lo mismo con la Seguridad Social, que si la declaración jurada de ser un buen tipo, que si… (vuelva a poner aquí lo que le salga de…).
A mi lado, un conocido amigo mío, ecuatoriano él, trabajador eventual losador en la construcción, casado y con un par de hijos… Su cartapacio solo consistía en un escueto sobre tamaño cuartilla con una única y esmirriada hoja de papel dentro: su nómina de ochocientos y poco-pico euros, según cándida confesión del propio, y que yo sabía cierta. Esa era la garantía, sobrada y suficiente, para comprarse un piso. Nada. Hasta la fotocopia de la nominilla la ponía el banco. Invita la casa… ¡enhorabuena, chaval..!.
Hoy, a una zagala de 23 años, Séfira Sánchez, con una discapacidad cardiovascular del 77%, cuyo único ingreso es una super/pensión de 380 eurazos, la echaron de su casa de Guadalajara a la calle. Ni siquiera el Comité de Derechos Económicos y Sociales de la propia Onu logró que nuestro país paralizara el deshaucio. O Nani y Mariano, de Parla, ancianos octogenarios con un hijo con una incapacidad muscular y de movilidad de más del 80%, que tras pagar un alquiler social durante medio siglo, los han tirado a la calle porque le han subido tal alquiler a un precio que no pueden pagar (por encima de 700 euros). Y así, hasta 16.000 casos, según la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, ¡¡en un solo semestre!!. Esa misma PAH arroja otro dato, aún más escalofriante: en un par de años se han dado 13.300 suicidios por esta causa. No hay nada más que un solo calificativo: el de inhumano.
Hay un dato que, en parte, desenmascara esta horripilante cascada de indignidad. Y es que antes, los deshaucios se debían a no poder pagar las hipotecas, pero hoy se dan por no poder pagar el alquiler. Lo que ha sucedido en el intermedio parece una película de terror y de mafias, solo que no es una ficción, si no una realidad. Cuando los bancos se quedaron con las casas que ya habían cobrado en su valor real (no en su costo inducido), y tras montarse el guiñol de buenos samaritanos negociando con sus víctimas un alquiler asumible, luego, con premeditación y alevosía, revendieron a precio de saldo, pero todo ganancias, tales viviendas a fondos buitres, los cuales HP, ahora ponen esos alquileres a un precio imposible de pagar y garantizarse así su deshalojo. Es una penosa y desalmada secuencia que se ha hecho con la vista gorda, o ciega, del Estado, y que está dando con los huesos en la calle de ancianos, gente humilde, enfermos… y niños, que es lo que más me jode…
En síntesis, la banca sube a precios irreales las viviendas, las cubre de hipotecas, y una vez cobrado su precio real, las recupera y las vende a un justyprecio liquidador a financieras sin escrúpulos, tras haber exprimido un alquiler aún a sus engañados clientes como obra de caridad. Lo que les pase a la gente, le dá igual. La banca no tiene conciencia. Nunca la tuvo y jamás la tendrá. Solo son chupadores de sangre con permiso de facinerías.
Pero que todo esto esté pasando bajo el palio de gobiernos de derechas e izquierdas que ni se inmutan, es lo peor de todo. Políticos cómplices de ladrones y saqueadores, que su papel en el negocio es permitirlo sin mover un solo dedo. Los mismos que ahora se ponen en campaña para que los volvamos a votar por lo buenos que han sido. Es igual que se turnen en las urnas, son los mismos. Los que nunca han cumplido sus promesas a tal respecto, los que jamás han solucionadado nada, y los que saben que tampoco piensan hacer nada en ese tema. Así que, nosotros mismos…
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El próx. Viernes, 23/11, a las 10,30 h., en radio T.Pacheco, FM 87.7: 7, MANIPULADOS. ¿estás seguro que no te manipulan?