CARTAS AL PAPA

Asociación Juan XXIII, Foro de Curas, Comunidad Sto. Tomás de Aquino, Comunidades Cristianas Populares, Redes Cristianas, Católicas por Derecho a Decidir, Centros Evangelio y Liberación, Coordinadora de Creyentes Gallegos, Movimiento por Celibato Opcional, teólogos como Evaristo Villar, Araceli Torres, Luís Ibáñez… y cientos de Comunidades de Base, han escrito una carta al Papa Francisco… “Nos exponemos a un nuevo escándalo” fué la frase encabezada por unos pocos obispos españoles, cuando, en 1.998, advirtieron contra la idea impulsada por la Conferencia Episcopal Española de realizar la inmatriculación de bienes del franquismo, al amparo de un Decreto, aún ampliando tan rapaces privilegios, del gobierno de José Mª Aznar… Fueron 23 años sin respuesta, a los que, ahora, todos estos más cristianos que católicos, escandalizados, ponen voz en su carta.

Carta que, enviada por correo certificado a la Nunciatura del Vaticano en Madrid, esperan sea entregada por valija diplomática: “Nos sentimos hondamente interpelados por el descrédito que tales hechos provocan”, se duelen con todos los respetos habidos y por haber, debidos y por deber… “Nos preocupan las noticias aparecidas sobre tal fenómeno, típicamente español, sobre la inmatriculación de bienes públicos y privados, históricos, artísticos y culturales, realizados por la Iglesia al amparo y ampliación de una ley franquista…”. Y sigue una exposición tan detallada como escandalosa y vergonzosa.

La Plataforma Recuperando, cifra el expolio en más de 100.000 bienes (EP-2/7): templos, casas, jardines, garajes, naves, plazas públicas, prados, cementerios… y hasta urinarios. Algunas diócesis han empezado a hacer billetaje vendiéndolos incluso en subastas públicas. La propia Mezquita de Córdoba, protegida por la misma Unesco, fue registrada en 2.006 a nombre de la diócesis local por su obispo, J.J. Asensio, por apenas 30 euros (30 monedas de plata judaica)… Y éste es solo uno de los múltiples y sangrantes ejemplos del sangrante – que no sagrado – latrocinio…

En este punto de aqueste relato y alegato, me permito ilustrar a los que no saben de lo que tanto se oye: ¿qué es eso de la inmatriculación?.. básicamente, y en estos casos concretos, es una apropiación de bienes con la mera Certificación de Dominio expedida por cualquier Obispo ante un Registrador de la Propiedad. Un “sírvase su eminencia mismo”… Desde luego, esa práctica rapaz no es compatible con el Evangelio, ni tampoco con la función episcopal, ni mucho menos con la constitucional separación del Estado y la religión… “Nos sentimos perplejos y tristes”, dicen los firmantes de la carta. Y tanto – añado yo – es como para borrarse de lo que se ha convertido en secta…

Pero lo que sí, es que se están moviendo en el seno de esa misma Iglesia. Están enviando cartas a obispos, superiores, congregaciones, relevantes personas particulares… Se solicita convocar un Sínodo, una Asamblea, para el próximo año, donde se exponga y se afronte esta perversa y solapada corrupción… “Un asunto que hunde sus raíces en algo más que el fondo, como la financiación de la propia Iglesia Católica en España, y, sobre todo, la propiedad entendida desde el Evangelio”, firman y afirman los firmantes.

Pues buena suerte, amigos míos… Contad conmigo y con lo que yo pueda aportar desde mi humilde posibilidad a vuestro esfuerzo, aunque aún pertenezca a una institución (no sé si ya me habrán hecho el favor de borrarme) a la que ya no me interesa pertenecer, dadas las circunstancias, y entre otras muchas que ahora no vienen a cuento… Este escueto servidor, hace lustros que viene escribiendo, denunciando, divulgando y tratando de concienciar sobre estas prácticas de “mal ladrón” de las Escrituras, pero, la verdad, me parece a mí que poco, o muy poco, he logrado. Espero y confío que valga más la disposición que los resultados, en mi caso al menos…

Porque esa es otra, queridos fráteres… Ignoro las reservas españolas en creyentes-practicantes activos con que cuenta nuestra Conferencia Episcopal, pero la mansedumbre y conformidad que tal rebaño – y nunca mejor dicho – otorga a tan monstruoso e inicuo despojo, es verdaderamente escandalosa. Desde el primer al último fiel deberían haber clavado su “tesis” ante las puertas de todas las iglesias de España, para conocimiento y escarnio público, como Martín Lutero clavó sus 95 en la de Wittemberg… ustedes me entienden perfectamente.

Sin embargo, no es así, hermanos… La tan cacareada comunidad cristiana es una comunidad muy, muy católica, pero poco, o muy poco, cristiana. Gentes encadenadas a una tradición ritualista y dogmática, continuista y costumbrista, de seguidismo y borreguno acatamiento. Todo lo opuesto al espíritu de las comunidades originales de aquel cristianismo original… Están profundamente dormidos, y, lo que es peor, no quieren ser despertados. Así que vosotros, que estáis más vivos que vuestros muertos, y os mostráis activos, sensibles y responsables, si queréis añadir mi pobre y empobrecida firma a vuestro grito de protesta, ya que llego tarde a la carta al Papa, hacedlo. Me sentiré orgulloso y honrado de ello…

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