COMARCA Y BRÉXIT

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El otro día, en La Pinza, hablamos del Bréxit, y de su posible influencia negativa en la comarca. Nos acompañaba un estupendo economista y un magnífico historiador, muy competentes y bien informados en lo suyo, y con unos atinados análisis al respecto. No solo la comarca, toda nuestra región se mantiene sobre un par de piernas, más económicas que ortopédicas, que nos hacen avanzar, o mantenernos en pié al menos: el turismo y la agricultura, y si una de ellas falla, sin unas buenas muletas nos caemos al suelo. Y no tenemos muletas. Así pues, los efectos del consumo british en ambas cuestiones es lo que puede alterar o no el equilibrio de nuestra economía social.

                Las colonias de ingleses establecidos en nuestro país pone de manifiesto su clara preferencia por nuestro clima y nuestros servicios, sobre todo sanitarios de cara a los jubilados, y que no obtienen en su propio país. Los políticos miopes populistas del “lo nuestro lo primero” no quieren saber que la economía y el bienestar de las personas se rigen por otros parámetros distintos a los suyos, y en esto, la economía global es interdependiente. Si a estas personas les sigue resultando favorable la paridad libra-euro y el diferencial de los respectivos niveles de vida, ya pueden cantar misa protestante sus idiotas antieuropeistas, y España seguirá siendo destino preferencial del turismo english.

                Lo del sector agrícola se rige por otros parámetros, pero lo que España produce no se puede cultivar en la pérfida Albión. Su clima da lo que da y no pueden pedir milagros. Así que tienen que importar sí o sí. Otra cosa es que el Campo de Cartagena siga siendo competitivo con sus productos en su relación calidad/precio como hasta ahora, y no tengan que buscarlos en otros sitios. En esto, el principal enemigo no es Inglaterra, si no la propia España. Si este campo no dispone de agua por la incompetente ceguera de nuestros ineptos políticos, con el precio de la desalada no se podría competir. Imposible. Aquí el suministro de agua de trasvase es primordial. Eso, si el Reino Unido, una vez fuera de la UE, no pone aranceles a los productos españoles en plan gilipollas.

                Y aquí es donde yo creo que va a entrar Gibraltar como moneda de cambio, en plan negociación. Ya saben, no me jodas y no te meteré el dedo en el ojo. Llegado el momento, habrá que calibrar prioridades, y no vender nuestra primogenitura por un plato de malas lentejas. Y poner cada cosa y cada caso en cada platillo de la balanza a ver qué es lo que más conviene a todos, y no a unos cuantos. It ist the question, que dijo otro inglés. Ya me entienden… Con lo de la roca de los monos los tenemos cogidos por los monóculos, así que seamos inteligentes, aún por primera vez en nuestra historia, y marquemos nosotros la estrategia a seguir. Y la hoja de ruta. Por una sola y puñetera vez, Europa estará de nuestra parte. Y la armada ya no tendrá más tormentas en contra, aunque nunca fuera invencible…