COMO QUE NO...

Ví el primer viaje europeo de Pedro Sánchez tras su sorpresiva investidura por la que perdió hasta las bragas… Una minicumbre para tratar de salvar los muebles en el tema de inmigración, aunque hoy, con il Duce Salvini en Italia, ya no salvan ni los taburetes. Él y su Liga Norte son más racistas que Mussolini. No creo que con esa gentuza populista encaramada a los gobiernos de las naciones europeas y al otro lado del Atlántico, y una ciudadanía catoliconservadora cada día más xenófoba, se pueda lograr algo más que unos campos de concentración estratégicos… los crematorios vendrán más tarde.

Pero a lo que iba. Que ví a nuestro flamante presidente en su estreno eurovip, luciendo figura, estilo y sonrisa profidén. Y muy bien… Sin embargo, lo que son las cosas, en el telediario de TVE, aún en manos del aparato gubernamental anterior, se vió a un Sánchez desvaído, apenas tomado por las cámaras, salvo alguna instantánea así, como de paso, detrás de otros líderes, tal que como dado de lado, sin relieve alguno…

Salto al canal tres, por ejemplo, tampoco ningún dechado de calidad, pero sin embargo ví a un don Pedro departiendo con una Ángela Mérkel, que parecen Abelardo y Eloísa, con una sonrisa de la cancillera de pendiente a pendiente, con el brazo de Junquers sobre el hombro de nuestro Sánchez, en un semiabrazo, como si le estuviera diciendo lo de bienvenido al club, ya saben… Enfín, algo totalmente distinto a lo de la Uno. La manipulación informativa – que luego será al revés – que existe en la televisión pública. Que es mucha, muchísima. Y en las autonómicas, aún más que mucho-muchísimo. Y tan sutil como el arte de Eduardo Manostijeras, que te hacen de un consomé un sopicaldo sin que te des cuenta…

Doy otro salto de botón y me introduzco en la Cinco, a ver qué tratamiento le están dando allí a la noticia, pero están en otra cosa. Esa especie de descubierta callejera en que, armados con la alcachofa, se asalta a los viandantes, encantados de conocerse y de que los conozcan a través de la caja tonta. Y preguntan a un hombre lo que opina sobre la subida salarial que vá a hacer / jé, je / el yayo Pedro y todo eso…

“Mi hijo está en Alemania, ¿sabe..?, y allí gana más del doble que aquí”. Y dice que ya tiene 64 años, y que su jubilación apenas le dará para hacer un viaje al año, quizá que ni eso, a ver a su hijo con su madre, “como no venga él aquí…”, y añade “no sé para qué queremos Europa si no podemos vivir como ellos”… Bueno, aquí tenemos otras compensaciones, intenta meter baza y morcilla el entrevistador, al que el buen señor le corta rápido… “sí, pero no dan de comer”. El meritorio insiste, pero el cuasi jubilado le vuelve a cortar, “mire usted, mi hijo se ha echado una novia alemana, y ya volverá de pascuas a ramos. Y mis nietos solo sabrán, en alemán, claro, que tienen unos abuelos españoles a los que no conocen, así que no me joda”…

Fin de la entrevista. Pedro Sánchez estaba en Europa con la mandamás germana y hermana. Buen rollito entre ambos. Pero allí han tenido que buscarse la bolsa y la vida miles de jóvenes que aquí solo le daban poco pan y sin nada dentro. Y no volverán porque a ellos ya no se les engaña como aquí se ha engañado y se sigue engañando. Y casarán con teutonas de buena planta. Y tendremos nietos alemanes pero como si no los tuviéramos. Y habremos perdido lo único que nos quedaba y que nos ataba… Y maldita sea la gracia.-

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