COMPARACIONES
- Por miguel-galindo
- El 14/02/2017
Lo de que EE.UU. ha elegido a un pedazo de cafre para dirigir la nación, a día que pasa resulta más evidente. No voy a repetir aquí todas las animaladas que está haciendo, y que nos está poniendo los ojos como platos a todos los habitantes del mundo… Pero estas desgracias, que ninguno hubiéramos apostado jamás que pudieran ocurrir en un país medio civilizado, mucho menos en la cuna de las libertades y los derechos humanos, sí que vale para clarificar ciertas cosas, y para que se nos muestren ciertos casos.
Como, por ejemplo, las reacciones, las diferencias, entre distintos políticos y diferentes ciudadanías, etc… Y es curioso resaltar lo de Gran Bretaña. A su líder, Therese May, le faltó tiempo para ir a besarle el trasero al gran orangután, abrirse de patiuskas, e invitarlo a tomar el té a five o´clok en la torre of London, en las rumorosas orillas del Támesis. Sin embargo, la reacción y respuesta del pueblo británico al gesto servil y lacayo de su primera ministra, ha sido ejemplar. Más de un millón en las calles, y más de tres millones de firmas recogidas para que semejante mala bestia no pise suelo inglés… Parece mentira que ese mismo pueblo pueda parir majaderos fascistas como Boris Johnson o Neïl Farage, pero bueno, ahí está la voz de una ciudadanía libre y comprometida.
Si lo comparamos con lo de España, esto es de auténtica pena, de vergüenza sublime. Un Mariano Rajoy y un PP complacientes, con el miedo pegado al culo, unas pálidas y débiles declaraciones, forzadas además, por la oposición. Ni punto de comparación con las del representante europeo en Bruselas. Y una ciudadanía a la que importa una higa todo cuanto supone lo que es de sumo interés… Fíjense, como otro ejemplo, lo que la gente brithis le ha montado a su tontalhaba, y aquí sale la Fátima Báñez diciendo públicamente que su limosna del 0´25% de las pensiones es mayor que el 1´5% de subida del Ipc, y ante semejante burla y escarnio a cinco millones y medio de personas y a toda una sociedad, todo el mundo quieto, callado, mudo, entretenidos con el fútbol, las fiesta y los viajes insersívoros…
Aún existen diferencias, incluso con hooligans de por medio. Menos mal, espero y confío, que el peazo animal americano, se lo quitarán de encima los propios americanos (lo han hecho con otros por mucho menos), y por la presión de su propia ciudadanía tirada a la calle, y la de otras naciones y líderes sin complejos pero con cultura. Que si es nosotros, a la vista está… A lo mejor, la solución reside en que la Onu lo mande a guardar nuestro aprisco, y presida este ganao que aquí somos. A nosotros, al fin y al cabo, nos dá igual un burro que una recua. Aunque no sea igual un cabrito que un Jaimito.