CONGRESOS
- Por miguel-galindo
- El 17/02/2017
El Congreso de Podemos ha sido movidito. Los dos en pulso, Iglesias y Errejón, las dos tendencias, tomar la calle puño en alto o hacer las cosas desde las instituciones, se vieron enfrentadas al grito inicial de ¡unidad, unidad, unidad..! con que recibió la clá la apertura del debate. Pos fale, pero no veo yo mucha unidad en una formación hecha de mareas, tendencias, confluencias, transversalidades y distintostodos varios, donde tanto vale un anticapitalismo que una independencia o que un eructo callejero. Ganó Iglesias. La diferencia con Errejón es que ha ganado gracias al chantaje y la amenaza de dejar huérfano a Podemos, y el crío ha jugado limpio. Y eso deja al iluminado moralmente tocado, si es que, claro, la moralidad vale de algo en política, ni siquiera en política de izquierdas.
En lo único que parecen coincidir es que todos se consideran a sí mismos herederos directos del padre Abraham - el 15-M – y todos se legitiman y se bautizan en aquel movimiento, pero cada vez se parece más a lo del huevo y la castaña. En aquellas protestas ciudadanas, fueron coincidentes tanto jóvenes de la new izquierda, como gentes de derecha desencantadas, como progres vestidos en Coronel Tapioca, o creyentes que salían de misa dominical… Allí había de todo, y lo único que decían es que estaban hartos de corrupción y de prepotencias en un gobierno cada vez más alejado de la ciudadanía.
Pero el 15-M nunca parió que aquello fuese monopolizado por un grupo de intelectualoides de fachada izquierdosa, sacados de una casta privilegiada de funcionarios privilegiados, que se inventan una casta ajena a la suya propia. No. Aquello no legitimó esta dictadura del proletariado redivida que estos enarbolan, navajeándose entre ellos por el poder. En realidad, el 15-M se quedó donde empezó, y fue secuestrado y suplantado por estos profesores/ideólogos que copian a Stalin en sus purgas, formas y diatribas…
Y en el otro extremo del espectro (por lo de fantasmas) tenemos todo lo opuesto a esta jaula de grillos maleducados… Un PP charranero con un congreso hecho a su propia imagen y semejanza, y nacido para mayor gloria y esplendor del amado líder y caudillo. Donde todos son aleluyas, agua de rosas, loores y alabanzas, besamanos y graciaseandadas. Con un olor a incienso oligárquico lo suficiente espeso como para tapar las nauseabundas pestes y hedores gürtelianos que se acumulan a sus puertas. Y todos en éxtasis como Santa Teresa, la del incorrupto (será una broma) brazo de señalar puertas (giratorias).
Es la enorme, brutal y extrema diferencia entre ambos congresoides. El cada uno por su lado y cuchillos entre los dientes, el déjame que en el abrazo te apuñale, y el de firmes ¡ar!, taconazo, y susórdenes patrón que pá esostamos… La izquierda extremosa y la derecha cremosa. El desastre y el sastre… que cose un nuevo terno con telas que se caen de viejas. Y donde se mea agua bendita con la que se bendicen los unos a los otros.
Todo esto me recuerda tristemente a Machado (don Antonio). Dos Españas. Dos extremos. Dos misiones y dos visiones. Dos visiones y dos visionarios. Y el españolito, lo guarde Dios al pobre, de companaje en tal bocadillo, el que sufraga con sus tripas la batallas entre ángeles y demonios. Siendo la pólvora que se usa en la guerra santa, entre el bien (lo mío) y el mal (lo ajeno). Lo de siempre, y como siempre.