CORONAVIRUS

Me dicen por la calle que es raro, muy raro, que no escriba sobre el coronavirus, o dicho en científico, la Covid-19, que es como han bautizado a la jodida y jodedora bacteria ésta… Bueno, es que estaba esperando un poco más, a que se aclarase esto, o bien eclosionando en un castillo de fuegos artificiales, o bien haciendo crisis, mustiándose, como una maceta expuesta al solanero. Porque, en definitiva, es lo que creo yo que va a pasar. Que las autoridades sanitarias están dando largas y carrete, a ver si entretanto se mete la primavera y el verano y se achicharra el virus por lo natural, pues parece que el bicho no aguanta por encima de los 30º.

            Es que, miren ustedes, lo que a mí me parece que es, ni más ni menos, que una gripe más de las muchas que hay, de tipo A, que son jodidillas, pero otra más, lo que pasa es que para esta aún no se tiene la vacuna. Y dejémonos de cuentos. Cuando se descubra la nueva cepa, se incluirá en las vacunas subsiguientes, y listo. A esperar que mute alguna de las de la colección que tenemos en el álbum, o que salga otra nueva y nos meta otra vez los cerotes en el cuerpo… si la cosa así viene y conviene.

            Pero la incidencia, óigan, es la misma. Se propaga tal que una gripe, que es lo que es. Se casca en función de la edad, complicaciones y riesgo de quien la pilla. Se contagia del mismo modo y manera, tiene el mismo ciclo de incubación y evolución, y el mismo de resolución, y se parece tanto como una gripe a otra gripe… Ya digo, la única novedad con respecto a su parentela es que es un patógeno que, aunque se comporte igual que sus primos, es joven, nuevo, y no catalogado en sanidad. En cuanto ambos sean presentados y el primero fichado, a otra cosa, mariposa… De ahí el follón (¿interesado?) con que se desvían los portavoces sanitarios, que por un lado quieren dar la sensación de que controlan la situación (impecables cuentas de ingresos, infectados, no infectados, fallecidos, altas, pruebas positivas y/o negativas…) y por otra, el aparente – y real – opuesto. Miren a nuestro portavoz de Sanidad, que parece más bien un elfo contable.Hace días llegaron aquí al lado cien chavales de viajes de estudios de la zona norte de Italia, y ni puñetero caso…

            Miren además: el primer muerto en este país, en Valencia, un octogenario fallecido por neumonía que, al hacerle la autopsia, se dan cuenta que tenía coronavirus… La siguiente, en Madrid, una anciana de 99 años con patología suficiente como para mudarse al ático ya de una vez por todas... Pero la confusión abonada en el personal de la calle hace que de los centros sanitarios desaparezcan miles de mascarillas tapamiedos que denota la irresponsabilidad manifiesta de los que las sustraen, que dejan a sus… ¿compañeros?.. desprotegidos en su diaria exposición pública, no ya a un coronavirus, si no hasta a una meningitis. Nuestros profesionales quedan inermes ante cualquier contagio por la ignorante, absurda e insolidaria respuesta histérica de la gente.

            …Cuando lo que hay es que educar al personal, formarlos e informarlos. Los pacientes deberíamos de estar familiarizados a que, al igual que el estetoscopio, la mascarilla cuelgue de toda bata blanca, sea en ambulatorio, clínica u hospital. Es lo de sentido común. Lo otro, lo de ahora, es una estupidez supina, fruto de un pánico irracional y provocado. Ellos deben estar protegidos de nosotros, no al contrario. Si nosotros queremos protegernos de nosotros mismos, hay cien maneras mejor y más efectivas de hacerlo que colocándose la mascarilla…

            Piensen en una sola cosa: supongan que no exista la prensa, el telediario y el machaque diario al que estamos sometidos… ¿habríamos captado que existe una pandemia?. No. Es un resultado a sumar a la de las gripes de todos los años, y ni nos habríamos dado cuenta. El pasado año, sin coronavirus de comecocos, la gripe común se cobró cerca de 6.000 muertes en España, en pacientes de riesgo, claro. Haga una simple comparación de resultados y de comportamientos…

            Hay algo que no puedo evitar pensar, y me permito compartirlo con ustedes que me leen: antes del coronavirus ya se sabía que este año nos venía una recesión económica como réplica de la última (esto es como los terremotos). La anterior fue provocada por unos culpables concretos convictos y confesos. Vale. De momento, a ésta se le ha buscado uno al que no podemos llamar hijoputa: el coronavirus… ¿a quiénes pedir responsabilidades?..

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / El Mirador / www.escriburgo.com / viernes 10,30 h. http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php / próximo programa, día 13 Marzo: …PUES HABLEMOS DE SEXO

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