CUENTAMUNCUENTO, ABUELO...

Hace veinte años, los EE.UU. utilizaron a los talibanes para sacar a los rusos de Afganistán. Una vez desalojados, se metieron ellos, colocaron a un gobierno títere, y se dieron cuenta que los tales talibanes eran unos burros islámicos y unos terroristas… Vale – se dijeron – a estos los machacamos de cuatro puntapiés, y se pusieron a ello. Pero resulta que en dos décadas de invertir ingentes medios, dólares a punta pala y recursos bélicos a mogollón, no han servido para nada, y han sido los talibanes, precisamente, los que los han echado a ellos a patadas de alpargata. Un puñado de desharrapados, sin aviación, sin marina, sin ejército de nada, solo que con media docena de fusiles, cuatro bombas, un par de bazookas y mucha mala leche, han bastado para imponerse al todopoderoso Army Usa.

Igual les ocurrió en Vietnam… Que los corrieron con unos cuantos kalashnikov y algunos tirachinas, sin que su super-dotado ejército pudiera hacer otra cosa que salir por pies. Ni siquiera con todo su juego sucio de rociarlos con napalm, que achicharraron media selva… Y es que se ve que a los super-héroes americanos los mantea cualquier guerrilla que se precie. Mi opinión personal es que ellos se apoyan en su alta tecnología bélica, y sus enemigos lo hacen en sus convicciones… Los de la factoría Márvel no luchan por ningún ideal, ni por motivo “de tripas” alguno, y siempre se enfrentan a gente movida por sus ideas, aunque sean las más equivocadas de las ideas, o las más terribles… Unos luchan por su tierra, por sus piedras, por su miseria, por su gente o su subcultura, por sus erróneos ideales, sus creencias o sus puñeteras fés, vale, pero los otros se preguntan lo del ¿qué coño hago yo aquí?, ¿por qué leches me estoy jugando el pellejo?.

Pero el mundo es un tablero de ajedrez; los ejércitos, los guerrilleros, los terroristas y los desgraciados, los “buenos” y los “malos”, son las piezas; y las manos de los “grandes hermanos” son las que las mueven, según determinados intereses… A esto lo han bautizado con el rimbombante nombre de “Geopolítica”, pero en realidad se llama petróleo, gas, wolframio, diamantes, fosfatos, situación estratégica o a quién le toca vender las armas a quién… Lo demás, es un teatro muy bien montado para que el espectador, desde el palco o el patio de butacas, patee o aplauda, según le vaya… Tan solo fíjense ustedes que en un solo detalle: los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la Onu son los principales productores-vendedores de armas del mundo mundial. Y esto es un hecho, real como la vida misma esa que nos fabrican y nos presentan ante nuestros morros pintando la tragedia de Afganistán (mientras ocultan otras) como una gesta heroica de los narradores de la historia-cuento.

Tan es así, que, en la trágica y vergonzosa retirada de las fuerzas de ocupación, en plena evacuación de cooperantes y sus familias, y sus propios componentes diplomáticos, estallan un par de bombas (elementos suicidas) en un sector de responsabilidad norteamericana, con muerte de una docena de militares. Como Bíden, su escaso presidente – ya empiezan a llamarlo “pocoyo” – ya había baladroneado antes que mucho ojito con tocarme un solo soldado que “obraré contundentemente y en consecuencia” (exceso verbal un tanto tonto tras haber salido por piernas de un país sin que sus 20 años de contundencia tuvieran consecuencia), pues se vió en la tesitura de “cumplir” su idiotamenaza

Así que, dicho y hecho, ¡et voilá..!, se saca una escuadrilla de drones, y, de la noche a la mañana siguiente, bombardea las posiciones del Isis, y mata, sin víctimas civiles, al líder de la sección afgana del Estado Islámico en Nangahar… Así mismo, con un tino y una puntería que ni su Bruce Willis y todos sus mega-héroes… O sea, 20 años sin poder descabezar y erradicar el terrorismo mugriento de un país entregado, y en un plis-plas se quita de en medio a un “temible” jefe de la milicia yihadista que pasaba por allí (a saber si no era un alcalde de barrio)… Pero para el propósito vale: venganza tomada, justicia hecha, honor cumplido.

Por cierto, nos cuentan las crónicas que esta rama yihadista afgana, los Isis-K como los llaman, son competencia directa de los Talibanes (así que a ver si este “éxito” no ha sido un soplo talibán a sus antes enemigos amerikani), y mucho peores que ellos, que ya es decir, y dicen que los “tali” parecen angelitos de la guarda al lado de ellos. Aunque ambos sean islamistas. Islamistas ciegos, claro, que son de los que hacen todas sus barbaridades en nombre de un Corán, pero ni usan ni siguen ese Corán (yo me lo he leído, y nada que ver). Pero todos ellos vienen a las potencias como anillo al dedo para mover sus políticas hegemónicas en ciertos países que convienen…

Cuando esto escribo estamos recién llegados de Kabul, con los talibanes disfrutando del abandonado trono afgano. Una cortesía de Occidente, “al dente”… Pero no me va a extrañar nada que, otra vez Rusia, o quizá China, estén tomando posiciones para ocupar el lugar dejado por los barraestrellados marines... Así, por las buenas, con negociaciones y todo eso, que luego ya veremos cómo nos repartimos el papel de buenos y malos hacia los que aplauden o patean desde la platea, y de cara a los que ponen los muertos… Los pactos y el reparto del botín, por debajo de la mesa, please… Y que siga la función. Que no decaiga…

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ

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