DE PORTADA

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Una portada de cualquier periódico de cualquier día de un tiempo reciente te dice unas cuantas cosas. Normalmente, el márketing ordena que sean las de mayor relieve en ese momento, a fin de atraer la clientela a favor de la lectura en las hojas interiores. Es como cuando, de chiquillo, se me aconsejaba en verano, “cuando entres a un bar, vocea lo que venga en la portada del periódico que más te quede entre las tablas”. Las noticias de portada son las que venden la cabecera. Siempre ha sido así…

                El gobierno acepta negociar con Podemos la subida de los impuestos. Muy propio, sí señor. Cuanto prometen no pueden sacarlo de la chistera como al conejo. Y más cuando el conejo hay que pagarlo al contado y de la chistera aún se deben varios plazos. Así que hay que – aparte los directos – pagar hasta por el gajo de la almeja, y además hay que concertar la cuota de “protección”, tipo ley seca, a las empresas. Desde los autónomos (válgame el Señor) hasta los donjerónimos. La cuestión aquí es que, aunque parezca mentira, la izquierda no se estira. Mientras Podemos quiere, como es de esperar, que las rentas más altas suden más la camiseta fiscal, los del Psoe, no están por la labor. Nótese la coincidencia con el PP en las amistades de bolsillo. Hay que cuidar los intereses y las puertas giratorias para propios y familiares…

                Filadelfia (EE.UU). La Iglesia protegió a cientos de curas en otro gigantesco escándalo de pederastia organizada. Incluso llegó a esconder y colocar a alguno de ellos en Disneyland – palabra de Dios – y es un hecho probado. Y si se dice que es organizada, es porque el informe (nada menos que de 1.356 páginas) recoge, aparte los escabrosos y escalofriantes relatos de las víctimas, durante la friolera de 70 años, todo un “manual de ocultación de la verdad”, o sea, recomendaciones a los prelados del tipo “nunca diga violación, si no contactos inapropiados”, o “jamás reconozca toda la verdad”, o “no lleve a cabo verdaderas investigaciones”… una estrategia auténtica, en fin, durante un larguísimo período de tiempo en que más de 300 sacerdotes abusaron sistemáticamente de varias generaciones de niños, impunemente cubiertas por la jerarquía católica.

                Otra. El gobierno italiano culpa del desastre del hundimiento del puente Morandi, de Génova, a la empresa concesionaria. Ya está. Lavado de manos y dedo acusador dispuesto. Se considera que no han realizado las labores de mantenimiento adecuadas, y listo para sentencia… Y puede ser que así sea. Pero resulta sorprendente y sospechosa la ligereza de las conclusiones antes de la propia investigación. Mientras tanto, silencio absoluto sobre la posible responsabilidad de los que construyeron el puente. Tanto del gobierno como de la constructora. Es la práctica habitual: tonto el último…

                Y otra: Hace un año de lo del atentado yihadista en Cataluña. Mientras la gentuza política lo usa como vergonzoso ariete para atacarse, taparse y justificarse unos con otros. La única, la auténtica, la verdadera razón por la que todos deberíamos preguntarnos la calla de todo el mundo. Y es que cómo aquellos críos de Ripoll, que jugaban en la Plaza de la Sardana al fútbol y a montar en bici, y quienes a todos saludaban y por todos los vecinos eran reconocidos, pudieron convertirse en auténticos terroristas. Nadie ha dado una respuesta a esto, y lo que es peor, nadie la va a dar, porque nadie quiere darla. Ni siquiera los ciudadanos de a pie tenemos la conciencia totalmente tranquila si la examinamos a fondo.

                Y es que, a lo mejor, o a lo peor, está en lo que dijo el alcalde de Cambrills: “quizá nunca se sepa, pues en realidad no queremos saberlo”, pero sí que hemos de reconocerlo, “un sudamericano que lleva 20 años aquí, sigue siendo un sudaca, y un magrebí que lleva media vida entre nosotros, sigue siendo un moro”… Pues sí, puede que sea por eso. A lo peor esos críos que jugaban a ser Messis, o algo en que se miraban de la sociedad en la que los habían puesto a vivir y a crecer, no tuvieran la más cicatera oportunidad de intentarlo siquiera, por ser moros o sudacas… Quién sabe…

                Es el mundo que pasa, y que se mira en cualquier portada de cualquier periódico de cualquier día… Y se dice a sí mismo, y se pregunta, ¿y a mí quién o qué me ha hecho así?.. porque yo no he tenido ni arte ni parte en este entierro, aunque la gente me diga que estoy como estoy porque soy como soy…

               

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