DESASTROSA ESPAÑA
- Por miguel-galindo
- El 28/07/2016
Tengo un amigo que, con 62 años a cuestas, tras haberse dejado toda (casi) su vida activa por estos barbechos de Dios, pagar carreras a un hijo y una hija, tener al primero ganándose su curro en Moscú y a la segunda en EE.UU., tenerse él que marchar a Quatar, a ver si allí le da para quemar sus últimos cartuchos con que poder volver a España aspirando a una jubilación que la tiene sobradamente bien ganada, y nuestros políticos sobradamente bien perdida.
Luís, que así se llama mi amigo, ingeniero agrícola, genio de los sistemas de riego hidropónico, entre otras maravillas, se marcha, en el ocaso de su actividad profesional, a plantar lechugas en el desierto, y a montar, desarrollar y enseñar allí sus depuradas técnicas de producir mucho con muy poca agua, y mostrar en los emiratos el milagro de los panes y los peces que aquí le hemos escupido a la cara… Allí se buscará el escaso futuro que le queda, trs haber quemado aquí todo el que tenía por delante. Le espera un proyecto ilusionante, lo que toda su vida ha querido hacer aquí, y que ya estamos necesitando hoy y urgirá más aún mañana, pero que los mezquinos y ruines intereses políticos, profesionales y económicos de siempre le han impedido desarrollar en este maldito y por alguien maldecido país.
Y ocurrirá lo mismo que con el famoso riego por goteo que, ideado por otro español, tuvo que ser desarrollado en Israel, para luego tener que pagar a ese país los royaltis de su implantación aquí… Con mi buen amigo Luís se repetirá la historia de que lo hemos tenido en la palma de la mano en su origen y vamos a perder en el momento que más lo vamos a necesitar. Mañana, quizá, habrá que pagar a los que le han dado la oportunidad que aquí se le ha negado…
Pero la odisea de Luís, casi que en la línea de la primera senectud ya, que es cuando las ilusiones más amargan, así como las de sus hijos, es la historia de cientos de miles, quizá ya millones, de españoles hoy… Que se tienen que buscar el plato de comida en los lugares más lejanos y cercanos del planeta, porque en su país, país de políticos mediocres y nefastos, ya solo hay trabajo de camareros de algo y de peones de casi nada.
Y me estoy refiriendo a excelentes técnicos que están desarrollando excelentes trabajos en Singapur, Australia, Emiratos, Norteamérica, Alemania, Inglaterra… Aquí se emplearon ingentes recursos públicos en prepararlos y formarlos para luego regalárselos al resto del mundo… Y lo que es peor, mucho peor, tras negarles el pan y la sal en trabajos de investigación y gran interés, que vamos a necesitar más pronto que tarde. Como es el caso de Luís… y de sus hijos.