DÍA DE LA MUJER

He preferido escribir éste, una vez pasadas las efusividades del 8.M, no fuera que, desde las manifestaciones tan extrañamente solidarias para con sus colegas de género del sector de la Sanidad, que sufren los efectos de esos irresponsables actos en la calle, me llegara algún piñazo por no atenerme al dogma establecido institucionalmente… No obstante, aún y con tierra y tiempo de por medio, no descarto algún granizo que otro. Les mantendré informados con detalle si cayese la pedriza. Es que, ese día, como otros parecidos de otras efemérides, se actúa de oficio (machista el que no aplauda). Y todo eso, dada la cansina y repetitiva matraca oficial, está provocando, aún de tapadillo por miedo a…, y aunque no lo crean, más contras que prós, de fondo.

Uno de los inconvenientes que yo veo – me disculpen – es que, por sistema, se nos anatemiza y machaca a los de mi generación y anteriores, como nido del machismo más podrido y ortodoxo, y causa de todo mal, pero no ven, son incapaces de ver, o es que no quieren ver, que es en los más jóvenes – y jóvenas – , y adolescentes todos y todas, donde está anidando el peor y más peligroso y destructivo machismo… Y todo este tipo, o clase, o sector de juventud, rabiosamente moderna, incluso son de los que, llegado el caso, acompañan el garbeo y pancarteo reivindicativo si tercia… O sea, llevan el peligro pegado a la etiqueta… El escritor Ángel Paniagua cuenta de una velada-homenaje a un afamado cantautor, en la que cantidad de chicos y chicas repetían coreando canciones del artistoide, como también de propio cuño, una de cuyas letras es la que se transcribe:

“El otro día hablaba con un amigo que cuando te follas a una tipa más de X veces, debería llegarte una carta y avisarte que, si te la follas una vez más, no podrás follarte a otras, pero eso no pasa, y uno al final vuelve a caer…”

Y atestigua el columnista que todos y todas los/las asistentes (incluida la santa mamá del sublime, allí presente), aplaudieron a rabiar… Un amigo profesor, escuchó a una de sus alumnas contar a sus amigas que no iba a salir con ellas porque no la dejaba su novio… Otra madre de odiolescente, me confirmaba haber reprendido a su hijo por su actitud “violentamente machista con que se dirigía a sus jóvenes amigas”… Pero lo que resulta curioso, penoso y espantoso, es que las jovenzuelas se sometan y admitan, y hasta justifiquen, estas formas de ser tratadas. Y eso está ocurriendo hoy en día, mal que nos pese, lo reconozcamos o no.

Repasen la letra de las canciones del icónico rapero Hasél, por el que se están manifestando un buen cacho de gente joven, y que admiten de buen grado la filosofía de esos mensajes, por el estilo y a tenor de lo expresado anteriormente. Es un ejemplo más de los muchos conocidos… Ésta es una corriente, muy preocupante, que se está dando en las capas más jóvenes de nuestra sociedad burguesa, aunque nos cueste trabajo – o quizá no queramos – darnos por aludidos.

Que lo peor del machismo se está dando, corregido y aumentado, en los brotes más tiernos de nuestra nueva sociedad, digo yo que será por algo, ¿no?.. Es que, si se le achaca a la mala herencia de generaciones anteriores (mea culpa por lo que me toque, entonces) es porque los planes y nuevos sistemas educativos que se han ido sucediendo y de los que tanto se presume, han sido todo un fiasco en esa materia – como en tantas otras, también – donde nos estamos cargando todo lo que huela a cultura, valores y humanidades… Y si no es así, que éste es el fruto y la consecuencia de esa (deficiente, por no decir pésima) educación recibida, pues entonces, apaga y vámonos…

Lo que resulta evidente es que, si está ocurriendo esto - y está ocurriendo - es el resultado de un fracaso social y educativo general, y aquí metámonos todos y sálvese el que pueda… Y el que las “manis oficialis” sigan con sus típicos tópicos de demonizar viejas actitudes, y cultivando la ceguera hacia lo que se está desarrollando en el seno más joven y afín a su propia causa, lo veo de un inconsciente suicida espantoso…

…Y se demuestra, una vez más, que lo que no logre una buena educación, no lo logran las pancartas, ni las batucadas, ni los eslóganes coreados y repetidos, por muy creativos e ingeniosos que digan ser, y que acaban siendo más dirigidos que sentidos… Es en las áulas donde hay que derrotar al machismo, no en las calles. La calle es, como siempre, el último recurso cuando se ha fracasado en la formación y preparación del personal… Con perdón, claro.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / https://miguel2448.wixsite.com/escriburgo / viernes 10,30 h. http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php