DISCTADURA CARADURA
- Por miguel-galindo
- El 18/07/2018
DICTADURA CARADURA
“Santa Rita, Rita, lo que se da no se quita…” cantinelábamos de críos, cuando alguien quería que le devolviésemos alguna cosa que nos había dado, o dejado… Era la ley lapidaria dicha y no escrita de la sacra posesión sobre algo. Dado está, pues mío es. Yo creo que esa frase sancionatoria la inventó Franco, mire usted… Y la inventó y dispersó por la faz de su reino de Totalitaria por mor de su señora, doña Pilar, que era la recaudadora familiar del clan del caudillo cavernario. Lo que ya no se dice, ni entonces ni ahora, es si ese “regalado” por medios cohercitivos, por presión, obligados a soltar la tela… como el matón de la escuela obliga al más débil a “donarle” el almuerzo, es válido legalmente, o se puede invocar a Santa Rita para no restituirlo a quien se sintió obligado a darlo. Es que de Santa Rita dice el saber popular que es la patrona de lo imposible (también de los funcionarios, curiosa relación), pero nada dice que fuera tuercedora de leyes ni manipuladora de juzgados. Lo digo porque España es el único país donde la democracia no ha restituido los bienes usurpados por la dictadura en beneficio particular de sus amos. En este caso, en las manos de los descendientes del dictador.
Este año se cumplen setenta de aquella forzada donación en que, según reza el documento, “la ciudad y provincia de La Coruña hicieron ofrenda de las Torres de Meirás al fundador del Nuevo Imperio, Jefe del Estado, Generalísimo de los Ejércitos y Caudillo de España – todo de una tacada – Francisco Franco Bahamonde”… Ese mismo día, 28 de Marzo, en la Catedral de Santiago, que no pisó España ni de coña dicho sea de paso, de manos del Arzobispo, había recibido “La Espada de Dios”, ahí es nada… La Iglesia Católica tenía en su poder, casualmente, la espada que se vé que Yahvé le había enviado por valija diplomática al santo matamoros para que hiciese su trabajo con garantías cuando se subiera a su blanco caballo blanco… cosa que ya tampoco le fue devuelta. Así que, entre colegas trajinantes, se la pasaron al invicto como detalle por su Cruzada. Para que siguiera segando enemigos bajo palio con espadón divino.
Ahora, los herederos de aquél han puesto parte del “legado” a la venta para no tener que verse en la tesitura de que algún Tribunal digno falle su devolución, pues aquellos sometidos se vieron forzados a darlo o donarlo, pero a él, a su propia persona autocrática, no a su linaje. Es como las tallas de Abraham e Isaac del Pórtico de la Gloria de la misma Catedral de Santiago, de los que Carmen Polo, en 1.954, en presencia de su excelentísimo esposo, y cito textualmente a los cronicones de la época, “mostró un interés insistente al alcalde, sugiriendo de forma inequívoca que pasaran a su posesión”. Y claro que pasaron. Más tarde, por un oscuro azar, aparecieron en Casa Carmide, edificio monumental de la ciudad vieja de La Coruña, un inmueble que igual pasó a ser propiedad del dictador en otra operación mafiosa, históricamente humillante para la ciudadanía. Pero no hubo piedad ni vergüenza para el expolio…
Manuel Rivas, ilustre columnista, cuenta en una visita más o menos reciente al Pazo de Meirás, que “se sintió horrorizado al ver la sala central que Emilia Pardo Bazán, su anterior propietaria, había conservado como una joya y reliquia, convertida en un almacén atiborrado de trofeos de caza y animales disecados que fueron muertos servilmente para el oligarca… Esa era – dice – la auténtica ideología del Estado”. Y se pregunta si la enfermedad escasamente diagnosticada que sufre la España actual, de corrupción y olvido, y arrinconamiento de la memoria histórica, no tendrá que ver con esa misma desvergüenza histórica. Sería una enfermedad en la sombra, común a los gobiernos que nos han regido desde que se instauró ésta, a veces dudosa, e incompleta democracia. Y aún no sabemos si se hará justicia o injusticia ante tal declarado latrocinio.
Hoy, de momento, si usted dispone de suelto (ocho millones de euros para empezar a hablar), ya sabe, en la web Mikeli Luxury Estate, se muestra “un tranquilo y señorial inmueble de singular arquitectura en la campiña de la Europa tranquila”. Así mismo se anuncia. En el término de Sada. Ocupa una superficie de 67.000 m2, y la casa-palacio más de 1.000 en primera planta. Si se puede permitir el capricho, disfrutará de un bien que debería ser patrimonio nacional, puesto que fue pagado con dinero público por el sistema de “voluntariado forzoso”, que es la extorsión en plan fino filipino, para saciar las ansias del último dictador de este país. Es barato para la historia que acumula sobre sus venerables sillares, y sus paredes pueden contarle truculencias a millares…
Hago votos firmes porque el pueblo gallego pueda recuperar lo que es suyo y se le quitó por narices caudillas. Pero soy pesimista al respecto. Las leyes actuales son herederas de las que se utilizaron para cometer la acometida, y los políticos anteriores también son herederos ideológicos de los acometedores de tal partida. En otro país, la restauración legítima de lo apropiado por gobiernos ilegítimos (se debió, que no se olvide, a un golpe de estado), hubiera sido ipso facto. Pero aquí, no… Aquí andamos otros cuarenta años contando las nubes y cantando los laudes, sin atrevernos a hacernos justicia. Si a eso le sumamos el latrocinio de las inmatriculaciones perpetrado por la Iglesia Católica al amparo de los mismos gobiernos llamados democráticos, empieza uno a dudar sobre la entereza de esa misma democracia…
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / El Mirador / www.escriburgo.com / viernes 10,30 h. http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php
Publicado por MIGUEL GALINDO SANCHEZ en 2:01