DISQUISICIONES

  

La entrevista que el periodista Alsina le hizo a Rajoy fue para mear y no echar gota… Que un estadista de la altura de un presidente de gobierno no esté al tanto de los derechos y leyes más elementales de los ciudadanos de cualquier país del mundo, es, al menos, sintomático. Y grave, muy grave. Porque eso demuestra que en España la calidad de los políticos es sumamente deficiente. No hablo de ambición, que de eso les sobra, hablo de calidad. La mediocridad media es manifiesta, pero que todo un presidente… enfín…

                Pues resulta que, hablando del problema de Cataluña, la ignorancia mariana soltó aquello de que, en caso deindependensi los catalanes dejarían ipso-facto de ser españoles y europeos… Naturalmente, el periodista, enterado de los temas que trata, como debe ser, (no así todo un jefe de estado) le respondió que eso es imposible. Que, según la legislación internacional al respecto, cualquier persona se considera ciudadano del país donde ha nacido. Es el derecho de nacimiento. Y que, caso de todos los catalanes, seguirían siendo españoles porque han nacido en España, aparte un hipotético país catalán… El hombre, no lo sabía, y aún visiblemente azorado, se le escapó: …¿y la europea?.. Evidentemente, aparte de poder ostentar la doble nacionalidad, al ser españoles también serían europeos. Otra cosa serían los que nazcan a partir de la hora cero de la proclamación de independencia de Cataluña. Pero todos los nacidos antes mantendrían sus derechos españoles y, por lo tanto, europeos…

                Lo patético es que el primer cargo público de este país, por debajo del Rey, ignore algo tan básico, elemental e importante como ese detallico. Y lo triste es la reacción de nuestro “nomber one” al sentirse pillado en supina ignorancia:“esos son disquisiciones que no llevan a ninguna parte…”. O sea, cuando me quedo con el culo al aire lo mejor es soltar un sonoro pedo de evasión, o si no que no me lo hubieran dejado destapado. No me venga con disquisiciones, joer…

                Pero que, en caso de una hipotética segregación de Cataluña, todos sus habitantes habidos en ese momento seguirían siendo españoles, no es precisamente una disquisición. Es una realidad. Otra cosa es que renuncien voluntariamente a serlo para ser solo y exclusivamente catalánes, pero no los creo yo tan retrasados mentales. Ni los que más gritan y se golpean el pecho, como los gorilas, renunciarían así, por las buenas, a las ventajas que les reportan tales derechos de nacimiento. No… no son disquisiciones, son hechos, realidades que no desaparecen por el hecho de ignorarlas.

                …Y lo de “que no lleva a ninguna parte”… bueno, pues si llega el momento, ya lo veremos si eso tiene importancia o no la tiene, pero creo que a alguna parte sí que lleva. Lo que no es de recibo es que un señor de su importancia no tenga ni puta idea del más elemental fuero que asiste a todo ciudadano por haber nacido en un lugar… De auténtica pena.