ECHARSE A TEMBLAR

    ¿La historia se repite?.. Yo creo que sí. Por eso me da tanto miedo. Porque por en medio siempre andamos los seres humanos, esos enanos mentales que nunca aprendemos de ella. Si no se lo creen ustedes, baste un solo ejemplo: el 6 de Octubre de 1.934, un periodista catalán, Agustí Calvet, alias Gaziel, escribía:

                “Es algo formidable. Mientras escucho, me parece estar soñando. No es, ni más ni menos, que una declaración de guerra. Y una declaración de guerra equivale a jugárselo todo, temerariamente, en el preciso instante en que Cataluña, tras largos siglos de sumisión, había logrado sin riesgo alguno, gracias a la República y a la Autonomía, una posición incomparable dentro de España, hasta erigirse en el verdadero árbitro, hasta el punto de poder jugar con sus gobiernos como le daba la gana. En tales circunstancias, la Generalitat fuerza a la violencia al gobierno de Madrid, cuando jamás ese gobierno de Madrid se atrevió, ni se habría atrevido, a hacer lo mismo con ella. Y eso, ¿por qué? (…). Por un estado catalán que, desde la existencia de la Generalitat, no necesita para nada (…). Se da el caso portentoso de que la Constitución ha sido desgarrada y pisoteada por los mismos que la votaron, y los encargados ahora de custodiarla son los mismos que en su día la combatieron…”

                Esta crónica fue publicada con ocasión de la proclamación de la República Catalana por Lluís Companys, rebelándose contra la legalidad democrática y violando todas las leyes habidas y por haber, hace ahora exactamente 83 años de aquel suicidio político, con las nefastas consecuencias que saben todos los que conocen la historia. La auténtica. La verdadera historia.

                Por eso, hoy, los burros que repiten aquel rebuzno de “Franco ha vuelto”, y de “fascistas”, mienten con todo el descaro que su incultura y su mala fe les imprime en su odio más visceral e irracional. No fue Franco quien cortó aquel disparate histórico, si no toda una República federal y de izquierdas, que les había concedido las mayores cotas de autogobierno que hubieran podido imaginar. Exactamente igual que ahora tienen.

                Y que difundan tales estupideces, precisamente los de ERC, eso que ellos llaman republicana y de izquierdas, resulta una obscenidad sangrante. Esto solo demuestra una única cosa: que su postura política es un disfraz que esconde la manipulación para lograr el poder absoluto a cualquier precio y con cualquier método. Aun falseando y mintiendo. Y si lo pueden hacer, es por una de dos: o porque son ignorantes profundos de esa misma historia (que no lo creo), o porque es la gente la de la ignorancia profunda de esa misma historia (que es lo que creo), pues es fruto de una vieja estrategia, empleada y usada durante décadas, en una deformación educacional sistemática de generaciones de catalanes.

                El cretinismo de un pueblo deformado, desinformado y manipulado solo puede desembocar en sociedades que se dejan utilizar contra toda lógica y sentido común. Que eso ocurriera en el siglo pasado puede tener una explicación más o menos razonable, más o menos convincente. Pero que ocurra hoy, es como para echarse a temblar…