¿ECOLOGÍA?.. ¡JA..!

El SOS planetario que  ha lanzado la Onu resulta escalofriante. Un millón de especies están en peligro de extinción. Un millón, que se dice pronto. Una de cada ocho de las que existen. La velocidad de extinción es centenares de veces mayor que la natural. No lo ha dicho un loco visionario. Son los mejores expertos – 500 – convocados por Naciones Unidas para investigar lo que puede ser la mayor catástrofe ecológica en la historia de la humanidad…

            …Y es que la humanidad, precisamente, es la autora directa de que más del 40% de las especies anfibias, un 35% de los arrecifes corales, un tercio de los mamíferos marinos, una cuarta parte de los escualos, más de un 10% de las clases de insectos, y un laaargo etcétera esté dejando de existir. El deterioro acelerado de la biodiversidad, unido al deshielo igual acelerado de los glaciares, no pinta, precisamente, un futuro muy halagüeño para esa misma humanidad autora de tales hechos.

            “Son datos concretos, nada teóricos. Es una garantía, no una probabilidad”, asegura Paull Ladley, el coordinador del Informe. Yo me he limitado a repetir los datos y lo que ellos dicen… Y a divulgarlos en lo que puedo, que es bien poco, por desgracia. Pero no soy yo el que soy un “agonías”, el pesimista cargante, el “pesao” cansino, como dicen mis próximos… Pero, bueno, vale… Soy como mi tocayo Strogoff, correo del puñetero Zar. Siempre se puede matar al mensajero.

            Pero lo cierto y verdad es que, se mate o no se mate a los mensajeros, no evita que las noticias que llevan los portadores dejen de ser negativas. Las agencias mundiales sueltan las alertas; los medios de comunicación, prensa, tv´s… lo incluyen en sus noticiarios (aún dándole cien veces menos cobertura que al infarto de Casillas o cualquier otro suceso mediático – está medido - ) por ejemplo. Y a la ciudadanía nos jode un montón que nos digan la verdad, por muy real que ésta sea, a la oreja. Es natural, somos los responsables directos de la situación: una devastación sin precedentes.

Desde ustedes a mí mismo… Todos, en menor o mayor grado. Por nuestra comodidad, nuestra insolidaridad, nuestro egoísmo y nuestro hedonismo, y nuestro “apañismo”. Yo también, sí señor, que miro de reojo a ver quién recicla o no de mis vecinos para así justificarme y evitarme la molestia. Todos somos culpables. Tanto por estar concienciados y no concienciar, como al revés. Porque esto ya es labor de apostolado y de no ponerse de lado… Ya me entienden ustedes.

Cuando los jóvenes me dicen que ellos sí lo están, y veo lo que dejan tras sus fiestas y festivales, sus conciertos y desconciertos, sus botellones y Sanjuanes playeros (última moda del ecologismo depredador), y sus continuas quedadas en las madrugadas, solo me doy cuenta de su cínica incoherencia. Cuando la hermandad de los moteros proclaman su conciencia ecológica y miro sus concentraciones, sus ruidos, su brutal emisión de bióxido de carbono a la atmósfera, sus exhibiciones de acelerones y derrapes y goma quemada de sus neumáticos, su chulería y prepotencia en “dar gas” a la máquina, solo veo otro brutal e insensato y ciego cinismo…

Y todo ello, bendecido por unas ruines y no menos cínicas administraciones locales, y medios de comunicación, y empresas hosteleras, e intereses interesados, y… que ya solo saben repetir, como una enfermiza jaculatoria, lo que deja de beneficio (negocio) en el lugar. Nunca lo que destruye. Jamás lo que cuesta… La mediaverdad del Haber, no la del Debe… Así que… ¿ecologismo?.. ¡Y una M…!.

El próx. Viernes, 28/06, a las 10,30 h., en radio T.Pacheco, FM 87.7 (queda colgado en YouTube): ¿QUIÉN QUIERE SABER?… Me parece que muy pocos...

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