EDUCULTURA
- Por miguel-galindo
- El 15/02/2018
De nuevo, otra vez, el Informe Pisa nos pone a la cola. Cero en comprensión lectora. Los últimos de Europa. Los profesionales de la enseñanza no quieren oír hablar de eso. En lugar de enrojecer de vergüenza, dan extrañas interpretaciones justificativas sobre la particularidad del sistema educativo español que no convencen a nadie más que a ellos mismos. Es su manida excusa. Pero la realidad es tozuda, y eso se refleja en otro dato que debería ponerles la cara colorá a tós: Un 40% de los españoles jamás ha leído un jodido libro.
No digo que leer libros nos convierta en más inteligentes, pero sí en más instruidos, en más cultos, en más educados… Y no solo eso, también nos enseña a expresarnos mejor, tanto hablado como por escrito. Y eso se nota en la miseria comunicativa de nuestros jóvenes / y jóvenas / y en la violencia emergente en escuelas e institutos. Aquel que no sabe explicarse a través del lenguaje suele ampararse en el uso de la fuerza. Ya que no en la de la razón, sí que en la bruta. Y solo hay que leer los mensajes en las redes, y oírlos largar para entender lo que quiero decir.
Luego hay otra cosa más. Las generaciones que han perdido tales recursos y registros de expresión, van llegando al relevo de los puestos, y hoy se ven hasta a jóvenes profesores que ponen interrogaciones a ciertas expresiones cultas de sus propios alumnos porque ignoran el significado de las mismas. Y conozco casos reales de esto que digo. Como hay jóvenes / y jóvenas / titulados y diplomadas, que no tienen ni idea de determinados términos convencionales del lenguaje. Pero, vamos, ni p… idea.
En España, por ejemplo, prácticamente se ha suprimido la enseñanza oral, y los exámenes están basados casi que exclusivamente en la escritura, muy dada, por cierto, a la práctica del copypega internetiano… En Francia, Italia, Inglaterra, y otros países europeos, sin embargo, se está recuperando el sistema oral y mermando el de apuntes, y los exámenes se están evaluando en el modelo mixto de oral y escrito.
Esto es lo que ha posibilitado lo de estar a la cola de la cola en comprensión lectora, así como un uso muy superior del lenguaje en los europeos que en los españoles, rasgo cada vez más evidente entre los alumnos del famoso Erasmus. Los alumnos europeos pasan mucho de su tiempo escolar leyendo, escribiendo y defendiendo en voz alta y clara sus trabajos. Y no lo digo yo. Se lo leo a ilustres escritores, como Félix de Anzúa, que se han sumergido en informes sobradamente profesionales y fiables.
“Aquí, un bachiller sale del Instituto sin haber abierto la boca en público nada más que para hacer botellón”, y estoy citando literalmente a dicho autor… “Y la Universidad, ya sabemos que es muda”, dice también, donde los alumnos se expresan solo entre ellos, a su modo y manera, pero en las aulas la información que se trasiega no es oral para nada, si no escrita para todo.
Si Platón resucitara, nos diría: Habéis matado el ágora, así pues, muertos sois.