EL CHOLLO

  

Lo de los comentaristas políticos es un chollo. Te los encuentras en las principales cadenas, dando su opinión sobre lo que está pasando, que es lo que hago yo aquí, al fin y al cabo, si bien me entero que los titis ganan un pastón del quince por estar allí dale que te pego a la lengüeta… ¡Jó que suerte, acho..!.

                A mí, lo más cerca, y lo más lejos a la vez, que estuve de algo así, fue un día que me llamaron de una televisión regional y me ofrecieron formar parte de una tertulia de esas, de opinadores políticos, o lo que fuere. La cuestión era que, no solo no te pagaban ni una perra chica por las molestias, es que ni te resarcían los gastos de desplazamiento. Vamos, te los tenías que sufragar de tu propio bolsillo. Ni taxi, ni gasofa… ni para un jodío bocata, vaya…

                …Ante mi extrañeza, la que se extrañaba era la amable señorita que me invitaba. “No es norma de esta casa retribuír esos servicios”, me informaba cordialmente… “Pero, a ustedes, si le retribuyen los suyos, ¿no..?”, creo que le respondí, dando a entender que si parte de ellos se basan en nuestro concurso, veo más agravio comparativo que lógica en la norma esa, por muy de la casa que sea.

                Hasta que me aclaró que parte del NO yo no había entendido: “Es que, mire usted… se considera que para los invitados es un honor, un privilegio, una gran aportación a su imagen…”, añadiendo por si no me había enterado: “a las personas, señor, les gusta verse en la tele, y que le vean…”, quedándome de lápida pétrea. Lo que no me dijo, pero sí me barrunté, es que algo tenía que poner yo, joer, a cambio de que ellos me sacaran en la tele… Que si uno por alguien es honrado , el tal alguien es el aprovechado.

                Lo que pasa conmigo es que, como tengo mi cuota de vanidad completa, y me importa un paparajote el lustre a la imagen, fama, brillo y esplendor que pueda sacar a la mejor parte de mi vis, pues eso, que pasé olímpicamente del favor que me pedían… perdón, del favor que me hacían. – Es que eres un puñetero interesado, me podrá decir algún alguien. Bueno… lo que ya he dejado de ser es un pardillo. Una retribución, por mínima que sea, por los costos, por las molestias, no es un chollo, pero sí es de justicia. El que no paguen una labor que sí venden a sus audiencias, puede colar a título de colaboración, pero el que no te cubran ni los daños colaterales que te supone brindar tal colaboración, es un trile, porque ellos no lo colocan como tal acto de gracia, si no como producto…

                Todo este rollo de hoy viene a raíz de que el otro día, practicando con un compa el noble deporte de barrabar, veíamos en la tele una de esas partys de tertulianos políticos, y alguien me dijo que yo haría allí un buen papel… Ya, pero me falta nombre. Cuanto más conocido seas, más te pagan, si no lo eres nada, te lo pagas tú. Si eres famoso, te llenan el bolsillo, si no lo eres, te lo rascas, y un servidor es de los segundos… ¡Y eso que mi vida es una historia basada en hechos reales!..