EL CIRCO
- Por miguel-galindo
- El 04/11/2016
Lo del circo del NO y la Abstención, a pesar de resultar, en la segunda sesión de la investidura, según lo previsto en el PSOE, es algo que también resulta sangrante. Es algo que puede ocurrirle a cualquiera de los partidos (si bien hay unos más disciplinados que otros), y pienso que ya es hora de cambiar el sistema, pues si resulta que el gobierno compartido mandado por las urnas funciona, esto puede tomar carta de naturaleza, como ya existe en el resto de países deEuropa.
En los quince NO cosechados por el Psoe se retrata la profunda división y fractura en que Sánchez lo ha quebrado tras la purga estalinista que hizo a su llegada (Tomás Gómez, Madina, etc.), y dos elecciones con los peores resultados de su historia… Los hay que no se han sometido a la disciplina de partido por imperativo nacionalista, la mayoría de ellos; está la que “por imperativo” – no dice de qué tipo – se ha abstenido… yo creo que es por imperativo de seguir en nómina, porque, si no, el camino moral se lo ha mostrado el propio Sánchez: presentar la baja de diputado. Por cierto, que Pedro dice que ahora se va a dedicar a coger el coche y hacer turismo de zapa en su partido, al que tanto dice querer también, a ver si saca tajada de la división y se vuelve a subir en el machito. Lo que no dice es de dónde se costea la gira. Si de sus ahorros, del negocio de su mujer, habido de sus privilegios, o de qué tapados fondos. Pero, extraño cariño a su partido: porque te quiero, te destruyo… Enfín…
Pero, a lo que iba… Que habría que cambiar el sistema de torniquete de disciplina partidista por una mayor libertad de conciencia de voto de sus diputados, como en el sistema anglosajón, por ejemplo… Si bien, para que el circuito fuera lógico y completo, esos diputados habrían de responder personalmente de su libertad de voto ante sus electores, no ante sus bases ni ante sus partidos. Para ejercer libertad de conciencia, cada cual ha de asumir su propia responsabilidad, si no, el sistema se pervierte… Lo que es inmoral es lo de ahora: me someto a la disciplina de partido para acogerme a sus privilegios de chupe y protección, y, cuando me conviene, uso la libertad de voto por narices… en idioma palanganeo: por imperativo… Muy cómodo, pero muy poco honesto.
Todo eso quedaría solucionado con el sistema de listas abiertas. Cada cual se presente por un partico, vale, pero es elegido por la propia valía personal, aparte su ideología, honradez, conocimiento y capacidad. Sí, de acuerdo, lo avalan unas siglas, pero no es elegido por tales siglas… Es un compromiso personal y directo de la propia persona con sus votantes. Y solo ante ellos responde en conciencia con su voto. Sin el filtro, la imposición y la protección de su partido… De ahí que, una vez elegido, deba actuar y votar en el parlamento según su propia conciencia ante los que debe de responder de su actuación, que no es el partido precisamente. Así funcionan la mayoría de las democracias con mayor rodaje e historia que la nuestra…
…Y eso es la auténtica democracia, no ésta que nos venden aquí. Esto es una partidocracia, que no es lo mismo. Aquí nos cubrimos con el corporativismo del partido cuando nos conviene, y cuando no, manejamos las bases, los comités y las parafernalias para manipularlas según nuestro interés. O nos salimos sin salirnos. O… cualquier subterfugio, menos dar la cara ante los votantes (y, por favor, a fuer de ser casino, cuando digo votantes no digo militantes, que es la nada al lado del todo), pues son los que los han puesto donde están, no los que los jalean. Son los que los pueden quitar, no los que les aplauden. Y son ante los que tienen que responder… Así que, o cambiamos el circo, o cambiamos de payasos.