EL DÍA DESPUÉS

El Día Después es el título de una película de subgénero catastrófico. Concretamente el día después de una catástrofe nuclear. Por eso se me ocurre el día después de la catástrofe urneal de Cataluña, proponer un ciclo de cine-fórum, de aquellos que se hacían y ya no se hacen, pero que sería bueno rescatarlos o reinventarlos, a fin de hacer sostenibles y soportables las porquerías que nos hacen tragar en la realidad. Hagámoslo al menos revestidas de séptimo arte.

            Y se me ocurre que podíamos empezar por un clásico como Tutankhamón, dedicada a Trapero, el jefe de los Mossos d´Esquadra. ¿Por qué?.. Pues porque, en lo de ponerse de perfil, el catalán este lo hace infinitamente mejor que el faraón. Tampoco Ada Colau desmintiría de gran sacerdotisa, con su perfil perfecto de estatua egipcia. Lo de perfilarse de perfil lo hacen de puta mare esta gente de Uza (región del antiguo Egipto)…

            Seguiría la de Salvad al Soldado Artur. Los mandamases estrategas, generalitos del ejército de salvación del espetec, ordenan a la tropa que, armados de huchas con la forma de la cabeza de Mas, se lancen a la calle en plan Domunt, a fin de recaudar para el multazo que le ha caído al héroe. Lo del hacer pagar a los periodistas diez euros por su derecho a preguntar cuando se les convoque a una rueda de prensa, también es para este loable propósito, escolta nen… que más adelante los diez euricos serán, no por asistencia, si no por cada pregunta que se haga…

            Quiero hacer un inciso en la programación para decirles a los informadores si no han caído en el detalle de que estos desquiciados miserables hicieran sus declaraciones a las sillas vacías, a ver si no se sienten un tanto tontos. De momento, los tontos son los que acuden a tomar nota de sus tonterías. Y encima, pagando… ¡Collons!.

            Seguimos. La siguiente del ciclo sería una reposición de Los Tramposos. Toni Leblanc y Antonio Ozores en los papeles de Puigdemont y Junqueras deleitarán con el timo de la estampita (España ens roba), el del nazareno (votar es democrasie), y otras formas y maneras de mentir, estafar y engañar. Seguiremos con El Golpe. Como montar un casino de apuestas con el nacionalismo como señuelo, y luego trincar llevándose la pasta de la gente, con Pujol en el papel estelar, y su banda a comisión del 3% del trile. Cerrará el ciclo La Madrina, donde Lina Morgan será homenajeada por Carme Forcadell, o como organizar el tocomocho y liderar la banda de carteristas saltándose la ley a través de “su” ley.

            Y ya puestos, y como somos creyentes… bueno, quiero decir crédulos, pues podemos terminar con una macromisa superconcelebrada en el Nou Camp por la cosa del aforo multitudinario. Oficiarían esas docenas de obispos con esos cientos de sacerdotes, y que repitan su homilía dominical del 1-O de que “la Iglesia quiere estar con nuestro país, que ha sido ultrajado en sus derechos fundamentales”, asistidos por otros tantos monaguillos de la Cup con sus camisetas y sus canesús, con el rótulo “comulguemos totus con ruedas de molino”, y los jugadores y directivos del Barça formando un coro con Piqué como solista, cantando “queremos separarnos de España pero cobrar de su selección, porrón, pon, pon…”.

            Hay una película que quedará fuera de ciclo, La Marrana, de Alfredo Landa, hasta que su título no sea traducido debidamente al catalá, o sea, La Marraná…