EL ESCARMIENTO

  

Por las redes corrió hace unas semanas la siguiente llamada: “Si el 1 de Septiembre no tenemos gobierno, que será lo más probable, dada la incompetencia de los políticos actuales, y salvando excepciones, a las 12,00 hh., todos los españoles saldremos a la calle para pedir que no cobren los políticos, porque, sencillamente, no hacen nada…

                …Ya que se nos exige a los ciudadanos, exijamos nosotros también a los políticos, que, en definitiva, son empleados nuestros, y hagámoslo con las mismas exigencias que nos presionan a nosotros… Si peligra la bolsa de las pensiones, que quiten la paga vitalicia de los políticos, y no la de los jubilados y pensionistas… Sería la primera manifestación masiva por medio de internet… Si estás de acuerdo, hazlo correr.

                Pues bien… Llegó el día uno, nuestros políticos nos hicieron una higa con nuestro mandato de que se entendieran y pactaran, pero nadie salió a la calle a manifestar su rechazo y a pedir que los colgaran a todos del palo del cese. Nada de nada. Como si no nos importara todo lo que se está cociendo y lo que nos estamos jugando. Y lo que están cociendo es que los del antíguo bipartidismo quieren volver a lo mismo de antes. Y pasarse por el forro de sus despojos la órden de la ciudadanía – por dos veces ya – de que el choriceo de las mayorías absolutas alternas se ha terminado.

                Por eso a ambos les viene muy bien forzar unas terceras elecciones, aunque digan lo contrario y se esfuercen en echarse la culpa el uno al otro. Quieren recuperar el chollo que tenían, donde eran los gallos alternativos de un gallinero que solo sirve para poner los huevos con los que ellos hacerse sus buenas tortillas. En una buena y sana alternancia. Así que la estrategia del enroque beneficia a ambos. Cada uno de ellos se enroca en sus propias, alucinadas e inamovibles razones para no tener que mover ficha…

                …Aunque el pobre de Ciudadanos vaya como vulgar correveydile de uno a otro, como puta por rastrojo, tratando de cumplir con el mandato de las urnas, y siendo encima el pagano, injustamente castigado, por esa misma ciudadanía que ha perdido el norte y hasta el oremus…

                Porque esa es otra, doña potra… Los trileros del PP y del PSOE utilizan la artimaña rastrera de ser fiel a sus votantes, dicen. Unos votantes que, en gran parte les están diciendo que no es ese el camino… Y unos votantes que, en ninguno de sus casos, son la mayoría de los votantes de este país (pero esto es un detalle que ambos olvidan a menudo).

                Pues esa realidad no quieren verla, no desean admitirla. Se niegan a considerarla, y encima quieren hacernos creer que lo hacen por nosotros. Habría que darles un escarmiento ejemplar… pero, dado lo que dá la mata… llegado el caso, ¿seríamos capaces..?. Yo, lo dudo.