EL PASO DE LA SANTA URNA

Ya podemos decir que, por primera vez en la historia de la democracia española (o democracia tutelada, que es lo que en realidad es, pues nosotros solo podemos elegir lo que los políticos ya han precocinado para nosotros), las Elecciones Generales vienen precedidas por la Semana Santa, días de pasión y de procesión, de sentimiento y aprovechamiento, de negocio y sacrificio, de ganancia y penitencia, de tradición y diversión, donde antes era contricción, que de estas fiestas, como del cochino, todo se aprovecha…

            Y esto abre nuevas perspectivas a la hora de marcarse unos pasos (pasos semanasanteros, claro) electorales. De momento, ambos dos del bipartidismo ya la están utilizando usándola de ariete para atacarse mutuamente. Los del PP se están rasgando las vestiduras talares y procesionales – Ave María Purísima – proclamando a voz en grito que Pedro Sánchez no respeta ni lo más sagrado, que parece mentira que no tenga en cuenta las tradiciones españolas, que hay una santa Semana Santa de por medio y eso es una felonía – de felón – y demás reproches, pero eso sí, se están apuntando a todos los bandos procesionales, actos, pregones, besamanos y cuanto haga falta para, ya de paso que pasa el Paso, y aprovechando que la Santa Cena tira este año por la Calle Mayor, convertirlos en mítines, pues de eso se trata, de usar de lo que se critica para montarse una buena saeta.

            Pero lo cierto es que ninguno de ellos nuestra ningún pudor en el momento de guardar cierta ética a la hora de aprovecharse de cualquier cosa que le pongan ante las narices. La cuestión es sacar el naranjero y esperar que caigan las balas para disparar sobre el contrario. Si los unos le van a sacar el jugo a la Semana Santa, los otros están aprovechando el gobierno que aún ocupan para, a base de edicto va y edicto viene, lanzar una serie de caramelos nazarenos y populistas a fín de disponerse una buena cosecha de votos.

            Sea como fuere, la Semana Santa de este año cae en plena campaña electoral, mala leche aparte… Que yo la irresponsabilidad no la veo en esto, si no en que en un país que ostenta la más elevada deuda pública de toda Europa, se permita gastarse dos o trescientos millones de euros al margen y aparte del costo de las otras elecciones convocadas para el mes siguiente. Eso sí que lo veo un despilfarro y un desprecio hacia el dinero público de todos los españoles. Pero que el penitente tenga que elegir entre asistir a un mitin o a una “prosesión”, la verdad es que, personalmente, me trae sin cuidao…

            Como también me da lo mismo que los costaleros lleven sobre sus hombros a Santiago Apóstol como a Santiago Abascal y Cierraspaña... En realidad, en esta España mía, esta España nuestra, donde basamos toda industria y rendimiento y producción, en el espectáculo y divertimento, que pasamos de los carnavales procesionales a las procesiones carnavaleras en todos los rincones de este bendito país, lo mismo debería suponernos montar, a la vez y al mismo tiempo, un circo: el de las elecciones carnavaleras y procesionales.

             De hecho, es eso. Ahora mismo tenemos montado un circo de tres pistas: en una se desarrolla el carnaval con sus chirigotas y las fallas; en la otra una campaña electoral, con sus payasos; y en la otra unas procesionales profesionales con sus sayones. Pero si cogemos la suficiente altura y perspectiva, y lo vemos en su conjunto, como un todo, es un completísimo Spanish Show, o como lo escribió el genial Luís Carandelll, Celtiberia Show… El mayor espectáculo del mundo, damas y damos, caballeros y caballeras, que sépase que aquí se observa la mejor calidad e igualdad de género y génera…

            Españolito que vienes al mundo te guarde Dios, que la procesión, la máscara o la elección habrán de partirte el corazón…

El próx. Viernes, 15/03, a las 10,30 h., en radio T.Pacheco, FM 87.7: 7, VEJEZ - Reflexionemos