EN CONCIENCIA

 

En las calles de Melilla vagan cientos de niños entre ocho y doce años que duermen al raso, se drogan con pegamento, sufren abusos sexuales y trabajo esclavista, se esconden de la policía y observan con la mirada perdida y la pupila dilatada cómo zarpan los barcos a la península…

Son todos los niños polizones que se juegan a diario sus cortas vidas para cruzar el estrecho. El gobierno, el estado, el defensor del pueblo, y todo quisque lo saben, pero no hacen nada. Nadie…

Sin embargo, cada cual duerme con su propia conciencia. Todos sabemos lo que somos, pero no tenemos ni idea de lo que podemos llegar a ser...