ENHORABUENA

Hay periódicos que están llenos de inanidad. Trufados de noticias que ya no son noticias, si no evidencias esperadas: que si el aeropuerto regional recuperará su nivel ante-pandémico en un par de años; que si hoy, o mañana, comienza la Vuelta a España; que si cientos de vecinos se concentran (por milenésima vez) en las playas del Mar Menor para protestar por su ya endémico estado; que si se va a licitar no sé cuántos palmos más de vía del Ave; que el viento sahariano vuelve a cubrir los cielos de la región; que si hoy va a hacer más calor, y mañana ni te cuento… Y estoy citando “noticias” de portada, monada…

Inanidad y vulgaridad. Y mediocridad. Nada que no sea el más de lo mismo de cada día. La nada en estado puro. Y un seguimiento de las directrices políticas en cuanto a lo mediático, espantoso. Se podría decir que lo único creativo de un periódico de estos son sus columnistas, dado que solo en la opinión de cada uno corre un cierto, y relativo, aire de libertad; donde aún puede darse una cierta y también relativa resistencia al dirigismo… Y aún y así, hay cabeceras que se deshacen de aquellos que contravienen las campañas mediáticas institucionales de dirigismo político, y que quieren ir por libre. Doy fe de ello. Y me lo puedo explicar, pues el que paga, manda, y muchos casi que viven de los anuncios a página entera dispensados por organismos oficiales o empresas derivadas o afines. Y se mantiene la nómina sometiéndose a lo políticamente correcto. Lo entiendo, aunque no lo justifique. Pero se ha convertido en una nueva censura: el control por el bolsillo.

…Y así, en un periódico de 45 páginas de un día de verano, se pueden dedicar diez de ellas a deportes; una docena a grupos musicales, eventos y chorradas veraniegas de peo flojo; y repelar unas cuantas fruslerías más de barato pelaje; o a rescatar historias y/o personajes que fueron, dejaron de ser, o nunca llegaron a ser… La cuestión es que más de la mitad del periódico es pura futilidad… Y en algunos, o en bastantes, la escasa otra mitad es furufalla y glea: recortes de agencia para las internacionales; escrupulosa vaciedad para las nacionales; y de un vecinismo y seguidismo brutal para las locales. Domesticismo puro y duro. Por ejemplo: ¿con cuántos reportajes de investigación se ha topado usted últimamente?.. Cero pelotero.

Es la metamorfosis, lenta pero segura, de lo que un día se llamó la “prensa libre”. Que cada vez se entiende menos libre sobre el papel, pero lo es menos en la realidad. O está sometida a la presión política, o a la económica, o a la ideológica, y todo, todo, pasa por lo mismo: el mantenerse… Está meridianamente claro que la información es poder. Quién, o quiénes, controlan la información, controlan también a la gente; influyen en sus pensamientos, en sus opiniones y en sus actos. Y eso les conviene mucho al mundo de la política y al empresarial, a los que mueven los gobiernos y las finanzas, que, por cierto, cada vez se funden más en un solo poder… Y ese poder es sobradamente capaz de comprar y manejar los medios de comunicación según sus intereses, no según el interés público. Y eso es lo que está pasando. Una sola muestra es el machaconismo pandémico mediático sufrido durante más de un año por órden de…

Por eso, informar, sí, pero formar, no… es la línea a seguir. No conviene hacer personas, lo que conviene es fabricar gente… ¿me siguen?. Y para eso hay que controlar las noticias, al periodismo que las maneja y al columnista que las interpreta. Ëste último puede ser el más difícil (siempre según sus necesidades, claro) pero controlando al que lo controla, se le controla a él. Siempre hay un estatus, un sueldo, una nómina por encima de los que hay que sujetar… Y como se huye de etiquetas ominosas antiguas y vergonzantes, se le cambia la de “censura” por la de “línea editorial”, que es más civilizada, pero igual de efectiva… Así que la libertad de opinión se está ejercitando más en las redes, casi, que en el papel de una prensa que ya solo va quedando para su uso primigenio de limpiar cristales y culos.

El gran, enorme, brutal problema, es que las redes son una selva donde anidan desde lo más destructivo y salvaje a lo de mayor valor; de lo peor a lo mejor; de lo más bajuno a lo más alto, pasando por lo más ñoño y estúpido, y por la cretinez más sublime. Pero es ya el único terreno libre donde se puede ejercer la libertad de pensamiento y donde se puede encontrar desde los escritos más atinados y sabios a los rebuznos más soeces y cretinos. Es un paisaje aún sin colonizar ni cultivar, en el que hay que saber buscar y saber dónde se pisa… y lo que se pisa (hay mierdas a mogollón que se pagan a millón) pero donde aún uno puede expresar lo que opina sin que los nuevos correctores-censores-inquisidores te corten el paso y algo más que el paso…

Se necesitan escritores libres, tribunales libres, verdades libres, espacios libres, pero, sobre todo, lectores libres… Libres de prejuicios y seguidismos… Por soñar, que no quede.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ

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