ENHORAMALA ( y III)
- Por miguel-galindo
- El 14/11/2019
Este tercero y último, que completa la tríada con los dos que le preceden, ya está escrito con los resultados de las elecciones sabidos y metidos entre pecho y espalda, a la espera de su digestión. Difícil digestión, por cierto. Existen un par de lecturas, al menos: Una, en la que aparecemos culpables los votantes, el no saber desbloquear la situación, el no saber manejar la mecánica de la democracia, donde caemos una vez, y otra, y otra más, en el mismo error, y eso hace que con cada resultado estemos peor… La otra, en que aparecen como culpables los políticos, en que las urnas les mandan repetidamente que pacten izquierdas y derechas templadas y constitucionalistas, para que, de una puñetera vez, barran España de populistas, ultras y extremistas, y toya laya de separatistas… pero, nada, no se quieren dar por enterados.
Lo han hecho en Italia, para quitarse a un loco peligroso de en medio, en Alemania, Francia, Holanda, Suecia, para aislar a sus dañinos extremos… Pero aquí no saben, o no quieren, y su cerrilismo y ceguera los lleva a poner al país en peligro antes que a bajarse de sus respectivos burros. Burros montados sobre burros. En el supuesto de la madurez del votante, que está enviando un repetitivo mensaje con sus votos, el problema reside en la falta de talla, en la pésima visión de Estado, incluso en los cerriles líderes políticos de nuestros partidos centro-mayoritarios de izquierda y derecha…
Y hablando de cerrilidad. La aportación de nuestra región de Murcia no ha podido ser más penosa. Nos apuntamos a la marea del fundamentalismo yugoflechista de Vox en masa. Ya que la comarca es conocida por la sopa verde del Mar menor, convirtamos nuestra comunidad en la sopa verde de España… Tan exultantes estaban sus dirigentes, que proclamaban a voz en grito que “La Reconquista empieza por Murcia”. A mí, me resulta vergonzoso. Mi tocayo Garaulet, del extinto por méritos propios Ciudadanos, declara que “los murcianos no nos merecemos ser pintados de verde”… Pues eso es del todo incorrecto, señor mío. Los murcianos merecemos aquello que queremos y votamos…
…Y mire usted, queremos lo que hemos votado, ni más ni menos… Porque, si estamos desencantados con los grandes partidos, bufones de sí mismos, y de los que, como los del suyo, ahora lloran como niñas lo que no han sabido defender como tíos (y no quiero boabdilizar el radical-feminismo), al menos podíamos haber probado a levantar nuestra bandera regionalista de una vez por todas, y haber votado a Somos Región, por ejemplo… Y no me vengan con la no costumbre, o el aún es pronto, pues ahí tienen a Teruel Existe, por primera vez y han logrado su primer escaño en el Congreso. No. Es que somos como somos, y somos lo que nos estamos convirtiendo… No existe otra realidad que la que dá nuestra mata.
Y, hoy por hoy, somos el feudo de Vox en España. Y hay que respetar lo que quiere la mayoría, y yo el primero, no crean… Esa es la esencia de la democracia. Aunque ellos luego veten y silencien a los que no opinan como ellos (lo acaban de hacer con los periodistas de Prisa), aunque luego ellos se permitan criticar despiadada – y falsamente – a los demás, pero no admitan una sola crítica por parte de esos mismos demás… Sin embargo, los hemos elegido según lo que son y como son, y ahí están… Los únicos responsables somos los que hemos subido al caballo blanco a Santiago, y éstos al poder, y nadie más…
Pero si aquí y allí existen unos culpables, unos responsables, de lo que pasa y de lo que aún puede pasar, son ese 45% de compatriotas que se han apuntado a la abstención. La responsabilidad y/o culpabilidad es colegiada. No hace falta ser muy espabilado para saberlo. Los populistas, ultras y nacionalistas votan todos, hasta el último hombre o mujer. El resto, que no somos de ellos, somos los únicos que podemos neutralizarlos con nuestro voto. Si la mitad nos quedamos en casa excusando nuestra irresponsabilidad, las matemáticas funcionan, y la aritmética electoral también: el extremismo se duplica y los nacionalistas ocupan ya la cuarta parte del Congreso. Ese es el resultado de unas cuentas que hemos forjado entre todos. Eso es lo que hemos conseguido con nuestro voto y con nuestro no-voto. Enhorabuena.
¿Iremos a unas quintas elecciones..?. Y si no, ¿qué nos espera?.. No nos quejemos. Es lo que hemos elegido… y lo que hemos dejado de elegir. Que nos aproveche pues.
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