ESTAMOS HASTA LOS...
- Por miguel-galindo
- El 06/06/2016
El otro día, un dilecto amigo mío se quejaba amargamente de los políticos. Se le veía defraudado, desengañado y cansado, muy cansado… Como la inmensa mayoría de los ciudadanos, pienso yo. Y clamaba contra, y acusaba a, los de su propia ideología, más acerbamente que a ningunos otros… “Tenemos la oportunidad de rectificar sobre la marcha”, argumentaba yo, si bien que tímidamente, más como argumento que como convicción. Respondiéndome el aludido: “no, hombre… ¿cómo voy a cambiar mi voto siendo yo de(derecha/izquierda, adivinen ustedes) de toda la vida”…
Bueno… pues eso mismo es lo que nos retrata a los españoles. Tendemos a confundir servidumbre con honorabilidad, y la lógica con la demagogia. Somos incapaces de ver que hasta a nuestros hijos, que tanto queremos, se les ha tenido que dar un capón cuando lo merecían. Creemos que la ideología está por encima de la honestidad, de la honradez, o incluso y sobre todo, de la coherencia. Pero eso es fruto de los pocos años… de democracia, y los muchos de partitocracia. Padecemos aún de una más que acusada incultura política, y todavía somos muy ignorantes en entender lo que es una correcta política democrática.
Por eso, los partidos nos montan campañas basadas en falsas premisas, como por ejemplo la del PP con aquello de que en los países civilizadamente – y recalcan lo de civilizados – democráticos, gobierna el partido más votado. Pero no dice que se hace en un sistema electoral de doble vuelta. Eso se lo calla, lo omite, lo silencia… Es un ejemplo entre muchos de información sesgada y tendenciosa. Y eso lo hacen todos, porque aquí, en España, los partidos tienen pavor a las segundas vueltas en un nuevo y renovado sistema electoral. Pero es el sistema más común, lógico y normal en esos países tan civilizadamente demócratas…
…Como normal y común también es que cualquier diputado electo por cualquier formación política tenga absoluta libertad de voto posterior, según su propia y personal conciencia, sin estar sujeto a ningún tipo de consigna de partido ni a encadenado a disciplina partidista alguna. Total y absoluta libertad de conciencia y de actuación discreccional… ¿A que eso tampoco lo dice, ni lo comenta, ni lo reivindica, ni lo pide, ningún partido aquí, en España?.. Claro que no, naturalmente que ni hablar del tema…
Por eso vemos como normal el automatismo ciego de los políticos sometiéndose al férreo control de la dirección del partido que los aúpa al chupe (puro kommitern de sóviet supremo, o de la falange de las jons), y como consecuencia, y por extensión, el seguimiento borreguil de cada ciudadano a sus siglas, como el de mi buen y querido amigo del ejemplo al principio citado.
Pero ya que se permiten referirse a esos países más avanzados en democracia que el nuestro, que, al menos, no sean tan embusteros y solo digan las medias verdades que les interesa aunque eso suponga mentiras enteras. Y, sobre todo, que vayan dejando de tomarnos por analfabetos políticos y democráticos. Algunos ya estamos empezando a saber lo que vale un peine. Y no nos salen las cuentas. Algunos álguienes nos han birlado lo que es nuestro y nos corresponde. Por eso que estamos, cada vez más, hasta los mismísimos…