ÉTICA
- Por miguel-galindo
- El 06/04/2021
Me acabo de enterar por el eminente escritor Javier Marías, que la jodidamente famosa Ley Celáa, por los unos y los contrarios, elimina de todos los cursos del sistema educativo la asignatura de Ética… Me confieso haber atacado a los que la atacaban por otras razones de intolerancia, si bien le achacaba el atentado contra nuestra lengua vernácula del castellano, que la sacrifica por motivos espúrios ante las regiones independentistas… Pero si, además, quitan de en medio la Ética, y a pesar que también les importa un rábano a los que la atacaban, dado que ni mencionaban su defensa, pues como que el rectificar es de sabios, me voy a mudar de posición pero sin cambiar de sitio, a pesar de los matices. Que no de principios… Y el que quiera entender, que entienda.
Aún recuerdo aquella funesta Ley Wert de signo contrario, que se cargó Filosofía y que trajo las protestas de la misma culturada izquierda que hoy se ha cargado Ética… Lo que cada día está más claro es que nuestros políticos, tanto de izquierdas como de derechas, lo que buscan es tener una ciudadanía inculta, ignorante y lerda que no los cuestionen. Y mucho menos en asuntos éticos.. Antes de la Filosofía ya se cepillaron Humanidades, el griego y el latín, y una buena parte de la literatura. No se quieren ciudadanos formados en principios, mucho menos in-formados. Padecemos ministros y ministriles de Cultura que cada vez inculturizan más a la tropa. Más vale – se dicen entre sí los unos a los otros – que no sepan, que no piensen, que no busquen, que no aprendan… aquello que a nosotros no nos conviene. A ver si lográsemos un “vivan las caenas” fernandianas, pero a base de títulos con que empapelar las paredes desnudas de los desnudos cerebros ciudadanos…
Según nuestros políticos (no importan sus siglas) nosotros lo que tenemos que hacer es aprender a aprender. Y punto pelota… Cada vez más, a los sistemas educativos se les desnuda de los conocimientos destinados a hacer personas. Aquellos que enseñan a razonar, a entender, a forjarse unos principios, una moral, un código de valores, una educación integral, ideas de justicia, de equidad, de solidaridad, de tolerancia y responsabilidad, vienen de una Ética vigorosa. Si te la cargas, dejas al ser humano huérfano de principios, de su “ser”, y lo alejas de su objetivo…
¿Para qué sirve la ética, si no es para crear conciencia en la ciudadanía?.. se preguntarán nuestros gobernantes. Y la respuesta es demasiado obvia: no les conviene un pueblo concienciado, mucho mejor adocenado… Así que ayer se eliminó una cosa importante de la formación, y hoy se elimina otra, mañana se eliminará otra más, hasta que los ciudadanos estén incapacitados para pensar por sí mismos, y sean pieza fácil para que se la cobren los de inculcarles ideas dirigidas. Y en eso se anda: en privarnos de la capacidad de tener ideas propias y de adoptar las que se nos mande por el salvapatrias de turno. El borrar la asignatura de Ética va por ese camino. No existe gobierno que no tenga ansias totalitarias, incluso aquellos que no se les cae la democracia de la boca…
El resultado, el fruto, es lo que estamos viendo y viviendo: ¿qué códigos de conducta se captan en las calles?.. Y estoy hablando de puro y duro civismo. Pues esos, y no otros, son los que se imparten en nuestras escuelas. Se refleja lo que se recibe, y se echa en falta lo que no se imparte… Así que suma y sigue, eliminado el sentido de ética, ¿de qué sirve la buena conducta?.. No es cuestión de medios, si no de voluntades.
Y eso se demuestra cuando sabemos que la ética, el respeto, la educación, la cortesía, son contenidos de costo cero, por lo que, si se quitan, no es por economía si no por oscuro interés. En las escuelas donde la falta de medios, de pan y de libertad, eran una constante, las Normas de Urbanidad escritas en un pobre y sencillo opúsculo lograron lo que hoy ya no se ve ni de lejos: respeto, educación, saber ser personas, en suma… Y hablo de un tiempo de posguerra, de lo que no había, no de lo que hoy hay… Así que no, no le perdono a este gobierno, ni a la ministra Celáa, ni a los que atacaron la Ley sin defender lo que debían, que, entre todos, se carguen, nos carguemos, la Ética.
Yo estoy seguro de que lo que persiguen los políticos de toda laya y condición con estas supresiones es convertirnos en ceporros sin cerebro y sin alma, haciéndonos así a todos más a su imagen y semejanza, cosa que cada vez somos más ya que nos vienen “trabajando” desde hace mucho tiempo en ese sentido… Como los nuevos “chefs”: deconstruyéndonos.
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / https://miguel2448.wixsite.com/escriburgo / viernes 10,30 h. http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php