FOBÍAS

               

 En este país, cuando queremos crucificar a alguien lo tenemos muy fácil: se le encasqueta la etiqueta de que es fóbico a algo, y listo el bote… Ya se puede echar a remojo. Fulano es un “algofobo”, soltamos, y va listo el pobre… Convertimos una enfermedad en un estigma, como hacíamos con los antiguos leprosos, y se lo largamos al que nos queremos cargar, sin mirar más allá de si sabemos lo que decimos o no. Aunque lo malo, lo peor, es que la casi totalidad de los demás no saben lo que escuchan, y por eso mismo lo hacemos…

                Es lo que ha pasado con Albert Rivera, que se le ha puesto el sambenito de homófobo y de enemigo público número uno de las mujeres por decir que la violencia de género es tanto de un género contra el otro como del otro contra el uno. Pues no, proclaman los profetas. Parece ser que solo es una carretera de dirección única, por la sola razón de las estadísticas. Dicen que es la cantidad la que manda, y que si se da más en un sentido que en otro entonces al revés no cuenta porque no es tan crimen, ni tan asesinato, ni tan violento… Pues no le veo yo la lógica. Eso quiere decir que si el Stop del cruce tal se lo saltan mil y el Stop del cruce cual se lo saltan cien, hay que cambiar las penas no por saltarse un Stop, si no por según el cruce…

                El que los partidos dela competencia jaleen tamaño despropósito demuestra la bajeza de sus métodos y la calaña de sus huéspedes. Cualquier cosa vale, aunque sepamos que esa cosa es una vileza que no se tiene en pié según el sentido común más elemental… Miren, yo me cargaba el estúpido “violencia de género” y ponía, con la misma dureza o más de penas, una “violencia doméstica”, o “violencia familiar”, o “de hogar”, o lo que fuera, donde diera igual ejercerla entre esposos, entre padres e hijos, entre hermanos… que tanto monta, monta tanto, dijeron los Reyes Católicos y nosotros aún no nos hemos enterado…

                Ahora vienen y me acusan a mí también de misógico homófobo por el hecho de que tampoco hago distingos de sexo a la hora de ejercer o padecer la violencia. Hay que ser muy idiotas para no ver la tan clara manipulación que se llevan al respecto y cómo manejan a la opinión pública en beneficio de sus intereses de partido… Naturalmente, yo me voy a librar de la crucifixión, porque como no me presento a nada…

                Es la misma estupidez con que se ha tratado la disposición de Sanidad que solo permite la fecundación artificial en mujeres que han fracasado, al menos durante un año, en sus intentos de embarazo por el medio natural de coito vaginal… que se le ha condenado también de homófoba porque, dicen, discrimina a las lesbianas y a solteras con deseo de ser madres pero con voluntad de célibes… Ya es el colmo de la tontuna…

                …Porque, por idéntica razón a la expuesta, ya que nos pasamos por el arco del triunfo lo dispuesto por la naturaleza, también se puede acusar a los que abogan por tamaña imbecilidad de que discriminan al no nacido privándolo de su muy humano derecho a tener, conocer y ser coeducado por un padre. ¿O acaso no?.. ¡Pues, naturalmente que sí!.. Y eso, óiga, es “fetofobia”, que lo sepan los lelos… ¿O es que nuestros derechos de adultos, adúlteros y adulterados está por encima de los derechos de las criaturas que van a nacer..?.

                Por eso mismo digo, y repito, que la memez y el abuso de las fobías como insulto descalificador es tan discriminatorio en sí mismo como aquello que pretenden estigmatizar. No sé si me van a comprender porque son un poco “corticos”… Pero son “fobofóbicos”… ¿o son “fobofílicos”?... Bueno, lo que sea, pero lo son…