FRANCISCO, ESE PAPA...

   

He dejado pasar unas cuantas fechas a propósito, a ver las reacciones… Y nada. Cero patatero y yo el primero. En el último viaje a Méjico, preguntaron al Papa por su opinión sobre Dónald Tramp. Pregunta envenenada, por cierto… pero el tío Paco no se cortó un jodido pelo: “No es cristiano el que levanta muros, si no el que tiende puentes”. De ahí que a los papas los llamen pontífices, aunque muchos hayan hecho también lo del diabólico pato Donald éste… como igual lo está haciendo nuestra Europa con sus muros alzados frente a los refugiados. Pero este Francisco es un caso aparte.

                Naturalmente, el propio bruto, así como su entorno, saltaron a la yugular de Papapaco… y lo que es más sorprendente, dándoselas y presumiendo de cristianos de pro. Uno de sus burracólitos llegó a decir, no sin cierto tino: “¿… y los muros del Vaticano, qué..?”… Desde luego, existen más que sutiles diferencias, claro… Los muros vaticanos se levantaron hace mil años, y precisamente este Papa, está intentando derruirlos, piedra a piedra, si bien que él solo, sin más manos que las suyas, porque está rodeado de muchos dónalds tramps con sotana y sin sotana… Y el asno norteamericano intenta todo lo contrario, levantar muros donde no los hay, y destruir los pocos puentes que hay. Existe, pues, una enorme diferencia. La misma diferencia que existe entre fundamentalismo y cristianismo. Un fanático, como Tramp, puede presumir de católico, pero nunca, jamás, debe calificarse a sí mismo – como lo hace – de cristiano.               

Lo que me llama la atención, es que, al igual que el alrededor de Dónald Tramp se han alzado voces defendiendo a su alimaña, alrededor del Papa Francisco no ha habido un solo cardenal, un solo obispo, un solo purpurado, una sola jodida mitra que levante la voz en su defensa…

                Así que, con el permiso del Sanedrín, en mi humilde calidad de nada (ni siquiera soy un creyente que cree en lo que creen los creyentes), me atrevo a alzar mi pobre, humilde y patética voz para defender a este Hombre… Francisco es un cristiano que se ha atado al timón de una nave llena de fariseos. Fariseos autorevestidos de autoridad y dogma que, en mayor o menor medida, están rogando a su dios yahvístico que lance un rayo que fulmine a este Papa que les ha salido cristiano.

                El otro día oí involuntariamente a un catolicopracticante de calle, soltar santamente convencido: “este Papa nos va a complicar la vida como no lo paren…”. Bien, pues hay millones de católicos de pedigrí que piensan así. Son los que se rasgan sus hipócritas vestiduras por unas tetas en una capilla, pero se quedan fríos por los cientos, miles, de niños profanados entre los muros de esos sus templos. Son los mismos que se mesan sus ungidos cabellos por un gilipollas madrenuestra pero no ven las apropiaciones indebidas de una iglesia cuya voracidad de poder, propiedades y dinero es insaciable… sepulcros blanqueados que ahora ven cómo un satánico Tramp ataca a un cristiano, y no solo miran para otro lado, o escuchan hacia otros ecos, sino que también se frotan sus sucias manos…