¿FRAUDE ELECTORAL..?

 

…Bueno, possacabó… En mi pueblo, por fín, se terminó lo que se daba. Ahora, al menos, se vislumbran con cierta esperanza otros talantes, aunque la caja y los cepillos de los talentos solo estén llenos de pagarés, deudas y altos impuestos para equilibrar, desproporcionados, por cierto, al acusado empobrecimiento del que fue uno de los pueblos más prósperos de esta región, y que la crisis y la incapacidad de sus gobernantes lo han llevado a ser uno de los más deteriorados, no ya de esta región, sino también de toda España (informe CSIC, Abril 2.015, y mi artículo de la fecha, “¿Desgracia?.. no, vergüenza”)… Me quedo pues como talento de mayor valor es esgrimido por el entrante, en cuanto a que “los vecinos serán los protagonistas de esta etapa”… Esto, al menos, es la antítesis de lo que hasta ahora ha sido.

                Porque las de la saliente siguieron su acostumbrada línea exabruptuaria. Se“jartó” de llamar fraude electoral a un sistema legal, aprobado en su día por el bipartidismo del que el suyo tuvo sus 50% de responsabilidad, y del que se ha aprovechado cuando le ha convenido, y se sigue aprovechando, pero que denostan cínicamente cuando lo hacen los demás. Sin embargo, elevar una ley electoral a fraude solo porque no juega a su favor nada más que demuestra dos cosas: o malicia, o ignorancia. Fraude es falsear la realidad a conveniencia, y si aquí existe un fraude, precisamente, es en llamar fraude a lo que no lo es. Eso sí que es un fraude, un falseamiento de la realidad, de la verdad… Eso sí que es un calificativo fraudulento a todas luces… o de cortas luces.

                Y es que sigue manipulando la matemática electoral a su personal entendederas. O sea, mi partido ha gobernado de forma absoluta mientras ha tenido mayoría absoluta, hasta que yo me presenté y perdí esa mayoría absoluta, que la ciudadanía repartió entre otros partidos. Pero yo quiero seguir gobernando con mi absolutismo de siempre, mi prepotencia y mi dedo mágico de hacer nepotismo… pero no puedo porque, al perder esa mayoría absoluta, no me dejan… Entonces tiro el carro por el pedregal, falseo los conceptos, amenazo, chantajeo… enfín, nada personal en ello, claro, es tan solo que política, mi política…

                Porque lo de la ya vieja, gastada y usada amenaza de qué y cómo van a negociar con los míos que mandan en la región y en la nación, si no son de los suyos, se las trae… Está constatando que en este país se funciona en base al nepotismo político (los míos, los tuyos, y si no eres de los que mandan, una mierda), pero está ocultando que “los suyos” dejaron a este pueblo el último en el reparto de los presupuestos regionales, o que “los suyos” nacionales han maltratado a “los suyos” regionales en todos los campos – deuda, agua, ave, presupuestos… que son maestros en embustes, mentiras e eincumplimientos - y de que solo se acuerdan de la deuda histórica cuando gobiernan “los otros”, o de que… Enfín…

                …Patetismo absoluto. Patetismo condensado como la leche (mala) condensada, de los que, aquí sí que sí, demuestran que no saben perder. La elegancia, la educación, el savoir faire, la cultura… nunca, jamás, han estado de más en ningún lugar ni ocasión. Aquí han estado de menos. Pero bueno, como dice el castellano refrán, bien está lo que bien acaba…