GALAS Y GALEOTES

 

Bueno, pues muy bien… Ya hemos pasado la tripada de Navidad, y ahora estamos afilando colmillo para la de Año Nuevo. Que no decaiga. Toca ser felices por decreto de doña tradición, y ya se sabe que para serlo como San Cotillón manda tiene que ser a base de Alka Seltzer. Comámonos y bebámonos lo que otros sus mocos, y hartémonos de mensajitos edulcorados a través de los móviles, que eso están… y metámonos en el inmenso escenario bien decorado que nos montan todas las cadenas de televisión al unísono de entre campana y campana…

                Por cierto, no sé si se habrán fijado, si alguno ha caído en el hecho del deshecho, que todos los informativos, todos, de todas las cadenas, todas, del pasado día 24, se ocuparon en casi todo su tiempo de mantenernos al pistón sobre los principales mercados de las principales ciudades de este país principal, de la calidad y el precio de los percebes, nécoras, cordero, lechón, langosta y langostinos, centollos y meollos, y casquería fina, así como de la oferta y la demanda de la feliz consumación… digo, consumición.

                Pero ningún informativo, ninguno, de ninguna cadena, ninguna, hizo ese día referencia, ninguna referencia, a los campamentos de refugiados muertos de hambre y de frío pegados a nuestras confortables fronteras. Ninguno. Todos… y repito, todos, han tenido el detalle de evitarnos tales noticias para que no se nos atraganten las viandas. Digo yo que habrá que agradecérselo, ¿no..?, pues las conciencias, bien cebadas, amargan menos que los pepinos, aunque por el mismo sitio…

                Y mientras, Papá Noël, el colorao que la Coca Cola nos ha colao por la cola, ha vencido a los últimos inquisidores que lo quemaron en Dijón en 1.951, no hace tanto, eso sí, aún de verde San Nicolás, nuestros políticos siguen montándose su belén – cada cual el suyo – en tanto que en Belén se dan de hostias palestinos y judíos mientras los peces siguen bebiendo sangre en el Jordán… Aquí, Aznar divorciándose de su PP, su PP poniendo los cuernos a Ciudadanos con el Psoe,  el Psoe remendando su zurrón que se le va por las costuras, Podemos zurrándose entre los de cabeza, y los nacionalistas convertidos todos en caganers…

                Mientras ellos se dan codazos por el poder, nosotros nos los damos por las angulas. Una gozada. Deberíamos ver una película antígua que yo me sé, de las de blanco y negro (más negro que blanco) todos los años por estas fechas. Me refiero a Plácido, del genial Berlanga. Esa peli es la que deberían poner todas las cadenas por Navidad, la “vuelveacasa” de cada año en Nochebuena. Es un retrato fiel y real de una sociedad que no ha cambiado absolutamente nada desde entonces. En absoluto. Ni lo más mínimo. La misma pobreza, la misma desigualdad, la misma hipocresía, el mismo escaparate, los mismos intereses, el mismo guiñol con los mismos títeres… Ni siquiera salvando las distancias. Tan solo que hoy se rueda en color.

                Pero 2.017 nos espera. Está lleno de renovados fascismos, aunque yo creo que son los viejos, desde EE.UU. a Europa, los que florecen en casi todas las naciones principales… Pero bueno, sea como sea, habrá que celebrarlo el 31, ¿no..?. Que no pare la fiesta… Poseso mesmo