GLUP, GLUP...

Resultado de imagen de el hundimiento del PP

Es el PP un partido de desgaste lento. Como la crónica de una muerte más que anunciada, pero en la que el moribundo no termina nunca de morir del todo. Lo va haciendo poco a poco, lentamente, como si nada… En las Elecciones Generales del 2015 bajó 16 puntos, casi tres millones de votos. En las Municipales el desplome fue de 10 puntos, y ahí perdió unos dos millones y medio de votos… Eso, en cuanto a lo nacional y local.

            En lo autonómico, del 2.012 a las últimas en Cataluña, ha sido espectacular. Del 12,9% ha bajado al 4,2%, perdiendo casi 300.000 votantes. En Andalucía calló 14 puntos, yéndoseles al carajo más de medio millón de votos… Eso sí, en Galicia ganó 22.742 votos exactamente, si bien que en Euzkadi perdió 22.550. O sea, lo uno por lo otro entre esas ambas dos.

            Pero el ciclo es claramente descendente en todos los frentes. Lo que pasa es que las torpezas ajenas hacen que la caída propia sea más amortiguada, con el silenciador puesto, apareciendo siempre como el más invictus de todos, pero siendo, en realidad, el más vapuleado de todos. Naturalmente, como su partenaire histórico, su pareja de baile de siempre, el PSOE, se ha convertido en  la Juanita Calamidad de este lado del Mississipi, y va con la brújula desnortada y como pollo sin cabeza, dando tumbos de un lado para otro, parece como que sigue siendo un partido seguro, pero, ya digo, es tan solo la apariencia que transmite, no la realidad en la que se debate, pues es el más batido de todos los payasos d´aqueste circo.

            Las próximas Generales del 2.019 darán una medida bastante acertada y acercada a la verdadera situación. Lo que pasa es que el bipartidismo que hasta ahora ha funcionado como un centrado reloj de péndulo, con el desvarío del nuevo socialismo fascista se ha desajustado, y de un derecha-izquierda moderados está pasando a un derecha desfasada - derecha educada (Ciudadanos), y eso, a los españoles, nos resulta un poco raro. Y puede que hasta un tanto incómodo, si bien tampoco tiene porqué ser así…

            El PP se va al hoyo por sus propios méritos. La corrupción generalizada que lo pudre por dentro y la ineptitud dontancredista de Rajoy con respecto al problema catalán son motivos sobrados y más que suficientes como para borrarlos del mapa. Y que la derecha de referencia que quede sea Ciudadanos. No pasa nada. El problema de crisis indentitaria sería entonces el de la izquierda. Que se coman y/o batallen entre las diversas facciones inmoderadas que han parido sus bases a espaldas de sus votantes, y lo que quede de la ensalada o sobrevivan a sus propias purgas, los que se mantengan en pie en la palestra, entonces que pidan el favor de la ciudadanía.

            Al final quedarían la nueva derecha y la nueva izquierda, esos nuevos cielos y esa nueva tierra bíblicos, aún por nacer tras el apocalipsis de la poca leche… Mientras tanto, ya saben, glup, glup, glup…