HAGÁMOSELO SABER...

Madrid hace ya tiempo que es la comunidad peor gestionada de la pandemia en España. Casi la mitad del contagio en toda España se ha producido en su capital… Doña Isabel, su presidenta, podrá cantar misa – de hecho, está a punto de hacerlo – pero todo lo que largó cuando el primer confinamiento contra el gobierno central, echándole la culpa de todo lo malo, ahora le cuesta trabajo tragárselo, pues su gobierno regional lo ha hecho mucho, bastante, peor… Sánchez le tendió una mano, si bien asomando su dedo anular por medio, pero Ayuso sigue en su guerra particular sin importarle los números que presenta Madrid en la pandemia. Quería la ayuda hasta del ejército, pero sin declarar el estado de alarma… ¿cómo se entiende eso?..

Pero no puede ser. Madrid ha estado cometiendo fallos garrafales… Paula, una mujer sudamericana que se gana el pan de asistenta, se recorrió la ciudad entera, ambulatorio por ambulatorio, con síntomas de coronavirus, en busca de ser diagnosticada. En todas partes le negaban hacerle el PCR por una escueta razón: es una sinpapeles (EP-24/09). O sea, según los criterios de los ceporros del copito de nieve de su mayestático consejero de sanidad, esta persona tenía bula para ir infectando por ahí a diestro y siniestro, sin ella quererlo ni desearlo. Una vez salió este caso a la luz, aparecieron docenas de casos más con el mismo problema. Gracias a que Paula, denunciándolo a los medios, lo destapó… y no es normal que un sinpapeles se arriesgue a ello.

La burocracia dificulta el acceso de los indocumentados a la sanidad pública, y eso se ve que, en la capital, Díaz Ayuso lo lleva a rajatabla. Prefiere que contagien a facilitarles asistencia. Alguien debería decirles a los “mire ustezzz ess que yossoy de madrizzz”, como no se quitan del belfo cuando vienen por aquí, que los que llegan en pateras también son indocumentados, y, sin embargo, se les hace la Pcr, por ellos y por nosotros. Por pura, dura y prudente lógica. Y por humanidad, claro… Si se les hace a ellos, ¿por qué no a los/las que están prestándonos un servicio y que, encima, no queremos darlos de alta para que sí tengan sus papeles?.. En fin, tremendo. Cuando se descubrió el pastel, la Comunidad del oso y el madroño se apresuró a decir que fue “un problema puntual, no lo normal”, y echar tierra sobre el asunto…

Sí, un problema puntual de cientos de casos en ese caso… En toda España no sé los “acaso miles de casos” que podrá haber. Pero bueno… Carmen Posadas también dio a luz uno en su artículo de ese mismo dominical de El País, que por falta de espacio, no puedo reproducir aquí, pero que es un sainete, una cadena de despropósitos que deja los ojos como platos, un rosario de meteduras de pata sangrantes. Algún que otro he comentado yo en mis escriturajos estos… La cosa es que no hay un mando único en España contra la pandemia, que aúne criterios. Hay 17 mandos desunidos, que, además, pusieron como hoja de perejil al único de la primera fase, porque ellos lo podían hacer mejor. Versus Murcia nostra, mismamente. Pues sí, ya lo estamos comprobando, tío Fernando (Miras, en este caso…) Vuelvo a repetir lo que dije en uno anterior: no se toman decisiones sanitarias, se están tomando decisiones políticas. A los que están trabajando en hospitales y centros de salud, ni se les consulta. Solo se les transmiten órdenes. Los tienen haciendo, por ejemplo, labores de rastreamiento, por el mismo salario, y quitándolos de la atención a los pacientes, cuando esa labor debería hacerse desde unidades aparte, si bien que supervisadas por los médicos, como el sentido común manda. Pero, claro, aquí, aparte la mala política, también manda la economía, y poco, muy poco, la salud de la ciudadanía…

No hay dineros. Pero ellos, y sus asesores, y sus amigos de la privada y sus nepotes allegados, siguen ganando sus buenos sueldos en sus buenos puestos. No próblem… Mientras, los profesionales, los de verdad, no los supuestos superpuestos, siguen desquiciados, desbordados y sin medios, haciendo frente a esta especie de desbarajuste sin sentido… Miren, sin miedo a pecar de inmodestia, estoy seguro, segurísimo, que un servidor – igual que muchos otros servidores – sería capaz de dar mejores y más atinados consejos a cualquier concejal, alcalde, consejero o presidente del ramo o de la recua, por lo mismo que cobraba cuando era Juez de Paz (el alpiste del canario). No confíen en los que, desde sus altos cargos, son incapaces de bajarse a hablar con el Ats, o con el médico del consultorio…

Ya me entienden. Y déjense lo de “la cadena de mando” bolchevique a un lado. Eso falla más que una escopeta de feria Están tan subidos en sus votos y en sus nóminas, que los miran antes que la salud de los ciudadanos que se los dan y se las pagan. Deberíamos hacérselo saber, hacérselo llegar entre todos los que aún parece que no nos ha atacado la ceguera colectiva de las cifras y de las culpas que se echan entre unos y otros como única estrategia para justificarse a sí mismos… Estamos picando un anzuelo y tirando del sedal nosotros mismos y al mismo tiempo contra nosotros mismos.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ

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