ILLA Y LOS BARES
- Por miguel-galindo
- El 09/02/2021
Mi opinión es que los medios de comunicación se columpiaron cuando le dieron cancha a esas manifestaciones profesionales (a mi nariz, buscadas y provocadas) de psicología barata, de que los murcianos – y españoles, todos – nos estamos volviendo majaras por tener los bares cerrados… Primero, porque están bendiciendo “científicamente” una dependencia, más o menos hedonista, al fin y al cabo… Segundo, porque es desacertado (si no peligroso) elevar el hábito de tomárselas al nivel de obligación “sanitaria”… Tercero, porque, aunque así fuese, que no lo es, no se debe justificar lo que su uso y abuso puede constituir un defecto y un problema… Y cuarto, porque no se puede hacer virtud de lo que no es una necesidad.
Me suena más bien a calculada exageración. A un intento de alinearse con un sector clientelista, al que todo interés está conectado en este país… A una especie de “yo te cubro, cúbreme tú”. Y no lo digo como crítica, si no como constatación. Y quizá como reflexión… Pero el facilitar estas armas a un segmento tan castigado y revuelto, puede resultar en actitudes pintorescas, como que se agarren a eso para pedir – mejor exigir – que se los reconozca como entidades de interés en la salud pública, como lo son las farmacias o las casas de socorro, o que los médicos receten por la seguridad social los “carajillos terapéuticos”… Me lo veo en sus pancartas: O nosotros, o la locura…
…Y digo todo esto, aún reconociendo que el sector de bares en España es algo tan arraigado en nuestra genética social e histórica, que bien puede suponer, como aseguran tan preclaros especialistas, causa de estrés añadida, que desemboque en trastornos psicológicos y alteraciones de la conducta, justificando la alteración del comportamiento, a los que ya les pondremos nombre, no se preocupen que está por salir… fobianomalía, barradicción, no sé… algo así, pero que, una vez bautizado debidamente, será como un “ítem misa est” para el resto de los ignorantes laicos meapilas-consumidores, o sea, nosotros… Porque yo admito nuestro cordón umbilical con los bares, naturalmente que sí… Mi memoria viene de una sociedad escasa de todo, de pan y libertad, pero donde los bares eran las sacristías de los inconfesos. A dos por calle, como mínimo. Y todos vivían de la exigua cuota de parroquianos en su corta vecindad. A golpe de chato y café…
…Aunque, si se ha hecho a nivel de estrategia, para visualizar (aún más, si cabe) el sector hostelero, a lo mejor sí que funciona… Es, a mal comparar, lo que se ha hecho con Illa con respecto a las elecciones catalanas. Que ha salido el tío, y se ha puesto en medio del ruedo, mientras los demás se han ido colocando alrededor como francotiradores, distribuidos por toda la circunferencia de la plaza. Todos contra Illa, la víctima propiciatoria y voluntariamente asumida como el papel de don Tancredo, para recibir todos los tomates, sí, pero es el que mayor visualización tiene de todos. Para bien o para mal. Se ha convertido, a sabiendas, en el objetivo de ataque prioritario por parte de todos, pero también en el objetivo de la mayor atención del votante catalán… Es un riesgo calculado, pero que, si le funciona, puede ser una sorpresa (aunque yo creo que no, porque si el CIS lo da como ganador, es que será perdedor)…
Pero el caso es que ahí está, el primero entre todos, que no de todos. Como la hostelería se ha situado ante la pandemia como el damnificado primordial. Luego, los idus dirán. La campaña de Illa se la están haciendo entre todos: los del PP, Ciudadanos y Vox, diciendo que él es un vendido a los separatistas, que si es la moneda de cambio para la amnistía a los presos del “prosés”, que si es un tapado para el referéndum, etc… Y, los que, según esos cerebros, serían entonces los suyos, largando justo lo contrario: que es un vendido al “centralisme”, etc., etc… Y el catalán de en medio, al mayor votante de la región, viendo el partido de tenis entre ambas formaciones contrarias desde la grada lateral y mirando pasar la bola de un lado al otro con Illa en medio como objetivo de ambos… ¿Es Illa un buen catalán o un buen catalanista?. ¡Ah!.. Pero ahí está, recibiendo desde todos los sitios, estóicamente…
Ahora, vienen ustedes y me dicen que qué puñetas tiene que ver el exjeringuillas al centro del albero, donde se puede quedar el último o llegar el primero, con el sector hostelero. Los dos tienen mucho perdido y mucho por ganar… o por recuperar, así que hay que jugárselas a lo que salga. Y eso mismo hacen, salir al centro de la arena y citar al toro con lo que tienen más a mano. O reciben una corná, o se hacen amigos del toro…
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / El Mirador / www.escriburgo.com / viernes 10,30 h. http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php