IR AL CIELO
- Por miguel-galindo
- El 03/02/2016
Antes de las navidades me enviaron un vídeo curiosísimo que intenté reenviar a mis suscriptores, pero no pude lograrlo. Alguna limitación en mi ordenador o en mi pericia me impide hacerlo con éxito. No obstante, la cosa anda porConozca_como_sera_el_Paraiso_en_el_Islam.mp4. Así que no me queda otra opción que comentar su contenido con ustedes, por su extrema curiosidad. Se trata de la “homilía” del imán islámico Dr. Muhammad Alí Al-Shaquinty a sus fieles de Arabia Saudí… Sabido es que el magisterio del islamismo, al igual que la de su gemelo el judaísmo, se imparte por distintos ulemas, o por diferentes rabís, con absoluta libertad de interpretación entre ellos mismos, creándose escuelas de seguidores sin mayor autoridad central ni unificadora. Es la diferencia con el catolicismo.
Pues bien, este clérigo que cito, dispensa en francés a su grey una ilustración de cómo está dispuesto el paraíso musulmán para todo creyente y fiel practicante. Resulta que el seguidor puede tener cuantas esposas pueda mantener y quiera aquí, en la tierra, tanto al mismo tiempo como una tras otra, lo mismo dá. Bien, pues por cada una que aquí tenga, hay 70 jóvenes huríes vírgenes, de bellos ojos negros, que le servirán en el cielo, y estarán a disposición del señor que en este mundo haya mantenido una mujer.
Pero es que, de igual forma, cada una de estas setenta vírgenes dispone además de otras 70 más por cabeza que, a su vez, se abrirán de piernas al varón original… Y así en la misma secuencia exponencial. Como un negocio piramidal de bellas pavas. Y así, dice textualmente “sacad cuenta de las miles de vírgenes de belleza incomparable que podréis disponer para vuestro placer…”, con ojos picarones el curislam éste… mientras un barrido de cámara muestra la cara de relamida baba de gusto entre los presentes.
Hay que ser muy ignorantes y cretinos para creer tales milyunanoches privadas a pies juntillas, ya lo sé… Pero es su “palabradediós”, y eso va a misa. Y la fé ciega es el peor de los raciocinios. No es de extrañar que en tal incultura prenda cualquier fanatismo dispuesto a inmolarse por lo que sea ante de que cante misa mora un mulá loco, y largarse echando leches a un paraíso a pasarse por la santa piedra a un ejército de chorbas de profundos ojos negros por toda la eternidad. De ahí su bragueta de sangre caliente y cerebro frío.
Naturalmente, a mi edad me digo a mí mismo que mi líbido no dispone de saldo suficiente para tanta pajarita, y quizá por eso mismo esos muyahidines son tan jóvenes y dispuestos, porque su tarjeta de crédito es ilimitada… Pero me sopla un amigo coránico que nones, que a los viejos se les manda con una receta de viagra sin caducidad. Y sin riesgo ni cortapisa alguna. ¡Joer, así cualquiera joe…!