LA BALANZA
- Por miguel-galindo
- El 06/06/2019
El pesaje de almas es anterior al pesaje de las almas. Primero se le pesa el alma al sujeto, y solo después de ver lo que da la báscula, se le da el pase a regodearse o a joderse, según se le mande al paraíso o al infierno… Pero esto, aunque tomado prestado por la iconografía cristiana con el pomposo nombre de psicostásis, con el Arcángel San Miguel (ilustre tocayo) sosteniendo la balanza, y la figura de la Virgen María como intercesora en el proceso – aquí se añade a unos demonios revoloteando a ver qué pillan, como las gaviotas en Camariñas – en realidad es una mala copia de lo incorporado por la cultura egipcia miles de años antes. En la suya es Osiris quién pesa el alma, ante la presencia de Anubis, como garante de la balanza…
Esto quiere decir que antes que nuestro inicial catolicismo cortacopypegara el tal invento en plan literal, las primeras civilizaciones humanas ya lo exponían, si bien que en plan virtual (ideal). Lo que pasa es que, en el fondo, el sentido que se le otorga es absolutamente opuesto el uno al otro. Mientras los egipcios pesaban los méritos del difunto, y por lo tanto, a mayor pesaje mayor premio, la versión catolicristiana es, al contrario: pesar los pecados, y a mayor peso, mayor castigo. En uno se valora la obesidad, y en el otro la delgadez. En la primigenia se mira el premio, y en la duplicada se mira el castigo.
Y es que, en realidad, lo que se pone de manifiesto es la diferente concepción de la existencia. La cultura egipcia valoraba más los méritos que los pecados, y la cultura cristiana se fija más en los pecados que en los méritos. Y digo mal cuando digo cristiana, pues es más la cultura católica la que prioriza el castigo al premio, que la primitiva cristiana original que era al revés.
Si leemos bien leído el Evangelio, aún intervenidos y manipulados por los primeros concilios, nos daremos cuenta que el mensaje de Jesús es bastante menos puritano que el judaísmo, en cuyo seno se desarrolló, en cuanto al pecado, pero bastante más exigente en cuanto a las obras.. Por eso los llamaba hipócritas y sepulcros blanqueados. “Aquel que esté libre de pecado…”. Así que, siendo puristas, el cristianismo auténtico fue un paréntesis, un interregno, una interfase, fresca, liberadora y viva, entre un judaísmo y un catolicismo que han intentado ahogar el mensaje cristiano, ya que los segundos son claros herederos de los primeros. Son idénticos en cuanto a su concepción del sacerdocio, en cuanto a sus dogmas y sus normas, y sus templos-mercado, y poniendo los pecados por delante de los méritos…
Perdónenme… No pretendo escribir un artículo teológico. Para nada. Lo que pasa es que, cuando toco estos temas, la pluma me pierde. Y me desborda. Por eso he de disculparme. En realidad, la conclusión a la que quería llegar con la tradición postiza de la psicostásis – otra vez la palabreja – es que nuestros políticos, si se fijan bien fijado, en campaña electoral, son tan punitivos con los rivales que les hacen un pesaje de almas a los potenciales votantes de una u otras siglas. Pesan las almas de tales votantes prometiendo el infierno para los de los otros partidos, y el paraíso para los del propio.
Yo, naturalmente estoy más con los antiguos egipcios que con los actuales exégetas (que tienen más de getas que de exégetas). Cuentan los logros, los méritos, las buenas obras, incluso los esfuerzos baldíos, aunque estos vayan rebozados de faltas y pecados. Esos pecados no cuentan para nada porque son considerados inevitables. La virtud se consigue peleando en el fango, no evitándolo… Igual en lo político, como en toda obra humana. San Agustín decía que prefería unas manos sucias de haber trabajado, que limpias de no haber hecho nada… No me cuente usted lo que va a hacer, si no lo que no va a hacer más. No me prometa cosas nuevas, arrégleme las viejas. No paralice lo que funciona regular, solo haga que funcione mejor… Y sobre todo, pesemos los logros, no las faltas…
El próx. Viernes, 14/06, a las 10,30 h., en radio T.Pacheco, FM 87.7 (queda colgado en YouTube): GIBRALTAR… Muy interesante...
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