LA FACTURA DE LA LUZ

La cuestión de la factura eléctrica se nos va a poner jodidilla. Más aún de lo que ya está. De momento, la modificación estableciendo tres tramos: horas valle, horas llanas y horas punta, como les han venido en llamar, te condenan ya a tener que vivir de noche para poner la cacharrería doméstica en marcha, y, de día, a rezar que el clima te sea benigno y no tengas que poner placas ni aire, si quieres pagar el alquiler y que te quede algo para poder comer, que todo no va a poder ser… Y, encima, esos dos tramos de punta y llanura, están ambos partidos a su vez en otros dos, tan solo que por joder y complicarnos las cosas.. Existen pequeñas empresas, como los hosteleros, que se les va a multiplicar por dos el gasto eléctrico, y tendrán que subir los cafés sí o sí… Lo aviso a los terraceros para que vayan tomando nota.

No es ninguna broma. Existen diferencias en precio de vatio, de la punta al valle, que superan el 100%... Aparte, por supuesto, que este engendro nace ya con una subida incorporada (el tramo que antes era el caro ahora es el barato)… ¿Y qué dice a todo esto el Gobierno?.. pues nada, el Gobierno hace chistes, que es lo suyo, y se ríe de los ciudadanos. La ministra, a preguntas de los afectados, contesta no se qué de los maridos pongan los electrodomésticos por la noche, como si ponerlos los hombres conllevara descuento, o algo así… Una gracia suya para evadir respuestas. Se le tenía que haber preguntado, eso sí, si esto mejoraba su puerta giratoria, para que se dejara de bromas… Porque ella es ministra de eso mismo, ¿no?... de no sé qué y de “eficiencia energética” consta en su cartera. Pero, ¿para qué o quiénes es eficiente en la cosa de la energía?.. ¿para los ciudadanos?.. ¿para las compañías?.. ¿para su propio interés?.. Para los primeros, desde luego, no.

Se hacen cálculos y juegos de manos maravillosos – nada por aquí, nada por allí… ¡hale hoop! – en los que se quiere demostrar que la cosa va entre unos eurillos más en la factura, hasta, si es usted un virtuoso de la flauta que, con un agujero solo, encandiló a Bartolo, esto es, pues que hasta puede ahorrar una pastilla… No resulta creíble.- El descanso vecinal creo que está protegido por leyes (o eso mismo dicen) aunque lo de los bares, terrazas, botelleos y ninguneos lo pone muy en duda. Así que imagínense ustedes todo un bloque de viviendas con toda la maquinaria de lavadoras, lavavajillas, secadoras, etc. trabajando a la vez por la noche. Al día siguiente, todos zombies. A la semana, la comunidad de vecinos matándose unos a otros… Y así hasta que el infierno se convierta en hielo…

Existe por ahí una explicación B (yo la he leído) en periódicos nacionales, desarrollada por analistas serios, y expertos de la cosa: Que lo que parece un atropello (que lo sigue siendo, sea por la causa que sea) es la hoja de ruta para establecer un plan que empuje a la ciudadanía, y la vaya concienciando y convenciendo – a través de sus bolsillos, por supuesto – de que la electricidad convencional es un lujo que tienen que pagar a precio de tal lujo, para que vayamos volviendo la vista al autoconsumo por la autoproducción: uséase que se era: la energía solar…. Y que, para eso, no hay mejor manera ni más rápida y efectiva que poner la luz a precio de oro.

Razones a favor de la teoría, o supuesta teoría, no faltan: la producción nuclear ha sido un intento fallido y peligroso; la basada en combustibles fósiles tiene los días contados, cada vez resulta más cara, y todas ellas, encima, contaminan mogollón para el punto crítico del cambio climático en el que estamos. Nos han entrado las prisas y ya llegamos tarde. Se está investigando a marchas forzadas la consecución del conocido como “Hidrógeno Verde” , un combustible inocuo para resolver el problema de la industria y el transporte, que tampoco es moco de pavo. Queda la vivienda, el consumo doméstico de cientos de miles de millones de hogares, que gastamos electricidad contaminante como burros, y, encima, para hacer funcionar artilugios que también contaminan; versus aires acondicionados pero desaconsejados. Hay que poner freno a ello… ¿cómo?: poniendo caro el precio de la contaminante y facilitando la instalación de placas solares…

…Y los números comienzan ya a empujarnos a mover ficha: aparecen ayudas oficiales, si bien tímidas y complicadas; instalaciones en régimen de alquiler o de compra; empresas especializadas… hasta las propias compañías eléctricas empiezan a ofrecerte servicios de instalación-compra-consumo de energía solar… La estrategia sería ir empujando al personal, obligándolo a través de la “factura de la luz”, a invertir en su propia producción y consumo, bien a solas, bien en régimen comunal, pero no hay otra salida…

Y yo, personalmente, creo que no anda muy descaminada – ni descamisada – la cosa. Hay muchos que ya están convencidos, y otros muchísimos que están en ello, a medio convencer… La puñetera solución es la oferta, y la jodida necesidad, es la demanda. La ley del mercado, al fin y al cabo. Y como la tal necesidad obliga... Pues eso mismo.

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