LA FALSA VIRGEN

Resultado de imagen de VIRGEN NTRA. SRA. DE LOS ÁNGELES, DE BULBUENTE

Existen hechos curiosos que plantean curiosas cuestiones. Como el de un pueblo aragonés, Bulbuentes, que ha estado más de 60 años rezando a una falsa Virgen (esto está mal dicho, a una falsa imagen de la Virgen, mejor), sin enterarse. Resulta que la Policía atrapó a un marchante de arte, catalán, que se dedicaba a vender obras de arte robadas con una técnica depurada. Como hizo en 1.954 en la iglesia Santa María, en Bulbuente, Zaragoza. Allí tenían una pintura gótica del siglo XIV de la Virgen de los Ángeles, bastante deteriorada, pero de un alto valor. El tipo se presentó como restaurador prendado de aquella obra, y se ofreció al cura para restaurarla en sus colores originales a un precio más que asequible para la cofradía.   

            Lo que vino después es que realizó una burda copia, y la devolvió a la parroquia en su marco original, como obra restaurada, quedándose él con la auténtica. Aunque viendo la foto facilitada por el Cuerpo de Policía de ambas juntas, se parecen la una a la otra como un huevo a una castaña, el caso es que coló como un supositorio de vaselina. Tanto, que se han tirado 64 años de vellón venerándola como el auténtico original. Y ahora, ante el general estupor y desconcierto, se plantean esas curiosas cuestiones a las que me refería al comienzo.

            La primera de ellas es que el actual dueño es un alguien que pagó más de doscientos mil euros a un anticuario por esta obra que ya había pasado por varias manos, según las investigaciones efectuadas, y los de la curia apelan al legado histórico y claman que su verdadera dueña es la grey que ahora se siente dolorosamente defraudada, y que esas gentes sencillas que han sido víctimas del engaño en lo más profundo de su fé, y todos los etcéteras que siguen en estos casos… Y se apela a una fe que, por cierto, durante más de medio siglo no ha sufrido menoscabo alguno mientras nadie se dio cuenta de la suplantación (y hay que ser lerdo para no darse cuenta del cambiazo).

            Y esta es, precisamente, la segunda cuestión. ¿Qué pasa con una fé supeditada a una imagen?.. Porque cuando esa imagen no es la que era, o debiera ser, sino un sucedáneo de la misma, ¿se produce en consecuencia una fé sucedánea?. ¿Eso es bueno o es malo?. ¿y si la fé está puesta en el significado de la imagen y no en la imagen misma, porqué idolatramos tanto esas imágenes?.. Todo lo rezado durante 64 años ante la falsa imagen, ¿ha servido o no ha servido?, ¿entonces..?. Es que, si, como supongo, ha valido exactamente igual que con la original, porque el fenómeno lo produce el creyente y no el icono a través del que se pide, ¿dónde queda toda la idología que adoramos?.. A lo mejor, durante tanto tiempo, hasta ha hecho algún milagro que otro, y a ver cómo explicar ahora a los fieles creyentes dónde queda que la imagen sea o no legítima, si al final obra el mismo efecto…

            Pero existe una tercera y curiosa posibilidad. Y es que yo no creo que éste sea el único caso de este tipo de fraude. España entera debe albergar muchos, quizá muchísimos, casos como el de esta Virgen de los Ángeles. Pillastres como el marchante de Barcelona hubo por docenas tras nuestra guerra civil, cuando los depredadores de arte extranjeros se abalanzaron sobre este inculto, pobre y empobrecido país. Y traficantes ilegales de arte, cuando no simples ladrones y ojeadores, abundaron por todas nuestras ruinas góticas y románicas, expoliando y engañando, estafando o dando cambiazos como el presente. A saber cuántos Cristos, Virgenes, Santos y Santas falsos habrá por ahí funcionando como titulares. El caso de Balbuente es la punta de un iceberg que ha aparecido solo porque el actual propietario solicitó un permiso legal para vender la obra fuera de España. Los que salen por vías ilegales suelen tener éxito, y nadie se enterará nunca de que hubo tales cambiazos…

            Los iconoclastas cristianos de los primeros siglos llevaban razón. La idolatría no servía a la fé, pero sí a los buenos negocios. Los buenos católicos persiguieron a dichos iconoclastas, y los eliminaron a sangre y fuego. Quizá por eso mismo. Porque encadenar fé con imaginería es tremendamente rentable. La fé manipulada cotiza en bolsa. Lo que pasa es que en la actualidad la ganancia se da tanto dentro de la empresa como fuera. Y esta vez la pasta se ha quedado fuera.

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PRÓXIMO VIERNES, 1 DE JUNIO, 10,30 hh. En 187,7 FM: Programa de Radio EL MIRADOR.- Título: PORQUILANDIA… (cuestión de conciencia)