LA REALIDAD

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Descartes, René para les amíes, el gran filósofo francés del s.XVII, padre del pensamiento moderno, fue el primero en plantear la hipótesis de que todo lo que consideramos real, bien pudiera ser que no lo fuera, que nosotros mismos nos construyésemos nuestras propias y falsas realidades, ya que, incluso entre dos personas, la visión de la misma llamada realidad resulta distinta en ambas. Este pensador fue casi coetáneo de Calderón de la Barca, ya saben ustedes aquello de su obra, de que La Vida es Sueño…

 

Pero abundando en lo que he acabado de decir sobre el pensamiento cartesiano, de que una misma realidad, si es vista distintamente por distintas personas, es que entonces no es una realidad, si lo miran bien mirado, es justo lo que nos está pasando con la sobrevenida desgracia (yo ando acongojado y con ganas de llorar) de la muerte súbita de toneladas de peces, doradas, mújoles, langostinos, anguilas… hasta los duros y resistentes cangrejos, de nuestro Mar Menor. Se han quedado sin oxígeno entre tanta mierda sobrevenida, y, simplemente, mueren. Mueren ante nuestras propias narices, estupefactas, pero culpables narices, cada cual en su parte…

 

La Fiscalía va corriendo y abre diligencias… ¿a qué?, ¿a quiénes?, ¿a la gota fría?, (aún no me acostumbro a llamarle Dana, soy lento en cambiar…), ¿a los políticos?, ¿a los agricultores?, ¿a empresarios turísticos?, ¿a los usuarios?, ¿a todos y a nadie?.. Está bien como postureo, pero nada más. Nuestro presidente autonómico, Fernando, con su tándem Isabel, tanto monta monta tanto, cual reyes catódicos del Reino de Mursiya, tocan a rebato, y llaman a técnicos y políticos. Los científicos primero, los alcaldes afectados después… A ver, reunión y fotos – tampoco hacen falta mucha luz ni taquígrafos – que se note que estamos muy preocupados. Como los primeros…

 

A ver… Esa Ley de Protección del Mar Menor que dormitaba por ahí en uno de los cajones, que la saquen ya mismo.. ¿Quién la puso por ahí, al ralentí?, ¿yo?.. imposible, yo lo que estoy es poniéndola en marcha, ¿no lo vé..?. A ver, los ecologistas, que vengan también, que no digan que ninguneo a los de la lagartija colorá, ¿quién dijo eso..?. Venga, a moverse… Pero la realidad real es que el gobierno regional le echa la culpa al central, y el central culpa al autonómico. La realidad real es que se la echan mutuamente entre todos los partidos de nuestro espectro político, más fantasmas y fantasmales que nunca. La realidad real es que en los 25 años de gobierno del PP éste no ha hecho absolutamente nada. Solo poses y mentiras, contemporizando con unos y otros alternativamente, en busca del voto útil a sus intereses y partido, no a los del Mar Menor.

 

La realidad real es que se le sigue echando, casi ya que obsesivamente, la culpa a los agricultores, que ya han corregido casi el 90% de los vertidos y a los que no se les escucha las soluciones que están dispuestos a poner encima de la mesa y a sufragarlas de sus bolsillos. Y así no tener luego que echar la mirada para otros lados. La realidad real es que la agricultura intensiva hace tanto daño como la construcción intensiva en su mismo perímetro. La realidad real es que a un mar de pequeñas dimensiones no se le puede aplicar el nivel de construcción y avenidas masivas humanas que a otros más grandes y abiertos. La realidad real es que la hostelería se resistiría con esas protecciones. La realidad real es que entre todos lo matamos y él solo se está muriendo. Lo de la Dana, que sí, que vale como excusa, es solo la gota (fría) que ha desbordado el vaso (caliente).

 

Por eso que Descartes lleva razón. Y cada cual ve real su propia realidad. Pero no la realidad real, porque, quizá, esa no exista como tal, sino que existan varias realidades posibles, según el interés de cada cual, tío Pascual… Pero como no nos esforcemos, todos, absolutamente todos, en perder algo de lo nuestro para ganar entre todos el Mar Menor, y no nos pongamos de acuerdo en vez de culparnos mutuamente, después de la muerte de los peces vendrá la muerte del mar. Y yo no quiero verlo.

 

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