LA TRIBU
- Por miguel-galindo
- El 15/04/2016
El asunto de los documentos panameños viene de largo, y también va para largo. El consorcio de periodismo de investigación que ha destapado esta inmensa merder, irá soltando poco a poco la enorme, larga e inacabable lista, a fin de ir rentabilizando la capacidad de escándalo de la gente, hasta que el hastío convierta el asombro en costumbre. Cada día seguirán administrando el escape apestoso en ese gota a gota de uno o dos nombres, a fin de que la corrupción nos sea tan familiar como el inevitable mojarse cuando llueve sin escampar…
Pero si esto tiene algo de interesante, aparte de medir la adaptabilidad humana en insensibilizarse y en que nuestra epidermis críe, por evolución natural del darwinismo, ronchas de cocodrilo, es por la virtud de ese mismo ser humano para mostrar toda una camaleónica gama de reacciones distintas y diversas, según quien sea el corrupto, o el insolidario, o el evasor, o el simple y vulgar ladrón, pues ya sé que no todas las prácticas entran en el terreno de lo ilegal, si bien todas entran en el terreno de lo inmoral.
Y es en ese terreno, precisamente, en el que todos y cada uno de nosotros también nos retratamos de alguna forma, según la manera en que reaccionamos dependiendo del sujeto que se ha pringado hasta las cachas. Es muy curioso que los que suelen apostarse en dos filas a la entrada de los juzgados a insultar, empujar y escupir a un… digamos banquero o financiero, justifican con igual fruición con que condenan a éste, al deportista de élite que les ha dado tantas tardes de gloria berreando a la barra de un bar con media docena de cervezas en el hígado. No, no es lo mismo. A una infanta real se le puede sacar la piel o acariciar el armiño según se sea republicano tricolor o monárquico del Hola. A un artista, o cineasta, les va en esto según las simpatías del couché que cada cual tenga pegada a la piel… y así todo y todos
Aún no he visto, ni oído ni sentido, por ejemplo, que de toda la basca barcelonista, que es extensísima, haya salido una sola crítica dirigida a Messi. Mucho menos que se le haya dirigido una muy sonora y más que merecida pitada, como a otros por mucho menos…
…Y, sin embargo, estas personas desprecian profundamente a los borregos de los que se forran con su lana, porque, no solo se llevan de su país el dinero, sino que también evaden cuantos impuestos pueden, a fin de no compartir su riqueza con aquellos a los que se la esquilma. Ellos saben que, a pesar de todo, millones de descerebrados seguirán lubricando su culo con la baba que destilan. Y seguirán siendo idolatrados como dioses mientras, a cambio de sus desproporcionados emolumentos, que se llevan a otro lado además, les sigan proporcionando las más bajas, elementales y estúpidas sensaciones de pertenencia a una tribu. Y todo eso, a pesar de que saben que estos falsos ídolos actúan según el mejor postor…
Aún no saben, o no quieren saber, o puede que sean incapaces de saber, que tribu precisamente viene de ahí mismo, de tributo, de tributar, de tributario… Ahí está la cosa.